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La niebla mental de la COVID-19 ya estaba antes presente en otras patologías

2021-01-04

Se trata de un fenómeno que se incluiría dentro de los trastornos cognitivos leves, ...

 

MADRID, (EDIZIONES) - La COVID-19 está devastando el mundo y en nuestro país son muchísimas las personas que han superado ya esta infección tan peligrosa. Algunas han salido totalmente indemnes y sin secuelas, mientras que otras tantas han perdido la vida.

En el punto medio se encontrarían las personas que han superado la enfermedad, pero todavía presentan secuelas. Entre éstas, las más temidas son las neurológicas, siendo lo que se conoce como 'niebla mental', la principal entre ellas, y más frecuente sobre todo en mujeres, habitualmente entre los 45-55 años, según afirma en una entrevista con Infosalus el vicepresidente de la Sociedad Española de Neurología (SEN), el doctor Jesús Porta.

Se trata de un fenómeno que se incluiría dentro de los trastornos cognitivos leves, según asegura, y por el que las personas pueden mantener su ritmo de vida habitual, si bien presentan alteraciones tras superar la COVID-19 que antes no tenían: "Fundamentalmente en su memoria, ya no recuerdan las cosas como antes; o bien dificultades en el lenguaje, por ejemplo a la hora de encontrar las palabras exactas al expresarse; sufren problemas ejecutivos, de forma que no logran organizarse en el día a día como lo hacían previamente; o bien de inatención, siendo más despistados que antes".

Este neurólogo certifica que estos síntomas no sólo los pueden padecer las personas que han superado la infección por SARS-CoV-2 de forma leve, y que sólo han padecido un dolor de cabeza por ejemplo, sino también las personas que han desarrollado los cuadros más graves de la infección y que han permanecido durante largas estancias en las UCI tras haberse contagiado.

Ahora bien, según advierte el doctor Jesús Porta, estos síntomas ya se habían visto previamente ante otras enfermedades, como por ejemplo el dolor crónico o la depresión, así como en la fibromialgia. "No son exclusivos de la COVID-19, sino que son habituales en este contexto, aunque durante la pandemia se están viendo más porque el virus ha afectado a mucha gente", reconoce.

También se está registrando esta niebla mental en profesional sanitario que ha desarrollado cuadros psicológicos post-COVID-19. "Lo importante es el diagnóstico asociado porque dependiendo de cuál sea la causa, el tratamiento será uno u otro", agrega.

En cuanto a su causa, el vicepresidente de la Sociedad Española de Neurología remarca que "es excepcional" que sea debido a que el virus invade el cerebro, como así temen muchos pacientes: "Lo que sí que está claro es que la probabilidad de que el virus SARS-CoV-2 invada de forma directa el cerebro es baja, según los estudios. Este virus es muy poco neurótropo, entra poco en cerebro, y la mayor parte de las secuelas tienen lugar por afectaciones indirectas del virus".

Sí subraya que sus causas son varias y se están registrando casos de niebla mental en pacientes que han superado la infección de este coronavirus y que han padecido microinfartos cerebrales, que no ictus (tienen una clínica diferente), para los que será necesaria la estimulación cognitiva, según aprecia; así como en pacientes que se han contagiado y que han pasado mucho tiempo en la UCI; personas que han desarrollado dolor crónico, como la cefalea crónica (2,5% población); y personas que han desarrollado cuadros depresivos o de ansiedad, tras esta situación.

Preguntado por el hecho de que muchos pacientes temen que esta niebla mental pueda ser precursora de Parkinson o bien de otras enfermedades neurodegenerativas, Porta resalta que "a día de hoy sólo hay un caso publicado de Parkinson en una persona que ha superado la COVID-19", por lo que, según afirma, "la niebla mental no parece para nada precursora de las enfermedades neurodegenerativas, a día de hoy".

Eso sí, resalta que la buena noticia es que son normales las pruebas de neuroimagen realizadas en los pacientes con niebla mental, lo que significa que no se aprecian cambios en la estructura de su cerebro; quitando por supuesto los casos de aquellos que sufren microinfartos cerebrales.

"Tenemos muchos pacientes que han mejorado con el tiempo. Lo normal es que las personas se recuperen de esta niebla mental tras superar esas enfermedades similares donde también se aprecia. De hecho, la mayor parte se recuperan completamente", sentencia el vicepresidente de la Sociedad Española de Neurología.



Jamileth
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