Ecología y Contaminación
Reducir la huella de carbono, el reto del consumo responsable de energía
Por Alma Sánchez
El mundo está avanzando hacia el objetivo de energía sostenible propuesto en el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. La eficiencia energética continúa mejorando y la energía renovable está teniendo buenos resultados a nivel global, reporta el PNUD. Una tarea importante para el cumplimiento de este reto es la reducción de emisiones de carbono, otro de los principales objetivos globales.
En 2019, más de 70 países se han unido para prometer la neutralidad de sus emisiones de carbono para el año 2050.
Claudio Forner, experto de la secretaría la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, explica en un blog de la ONU que "los esfuerzos globales que se están haciendo en términos de reducción de emisiones deben conducir a que las emisiones de CO2 que se generan por la quema de combustibles y otras actividades sean reducidas lo máximo que se pueda, y que cualquier emisión residuo que quede sea compensado por medio de, por ejemplo, la siembra de bosques, o la captura de carbono y su almacenamiento, que son tecnologías nuevas".
Las naciones no son las únicas responsables para lograr el objetivo de emisiones cero; las empresas y la población también debe hacer cambios y esfuerzos para la neutralidad del CO2, principal factor en el cambio climático.
La humanidad ha causado aproximadamente un calentamiento global de 1°C por encima de los niveles preindustriales (a 2017), según datos de la ONU. Entre los objetivos para limitar el calentamiento a 1.5°C se encuentra que las emisiones mundiales de CO2 deben disminuir en un 45% entre 2010 y 2030, y alcanzar el cero alrededor de 2050.
La lucha desde los instrumentos de mercado
Existen dos tipos de mercados de carbono, los de cumplimiento regulado y los voluntarios. El primero es utilizado por empresas y gobiernos que, por ley, tienen que rendir cuentas de sus emisiones de GEI (Gases de Efecto Invernadero). Y el segundo, en cambio, es el comercio de créditos se produce sobre una base facultativa.
"Este tipo de bonos sirve para que las empresas y organizaciones puedan compensar el impacto en el ambiente que ocasiona su industria, al adquirir este bono ellos reducen una tonelada de dióxido de carbono en la atmósfera", explica a Economía Hoy Humberto Calzada Díaz, economista en jefe para Rankia LATAM. "Sólo algunos inversores o empresas poseen el apetito por este tipo de instrumentos, ya que los adquieren con el fin de contribuir al cambio climático sin recibir un beneficio monetario", comenta.
China junto a México y los estados Nueva Jersey y Virginia, en Estados Unidos, lideran este mercado de emisiones que hasta 2018 rondaba los 57,300 millones de dólares, según datos a marzo del 2019 de la International Carbon Action Partnership.
En México hay alrededor de 80 empresas que participan en el mercado de bonos de carbono, una gran parte de estos son colocados y negociados en el mercado de California, comparte Calzada Díaz.
Los bonos verdes, por su parte, engloban a las empresas con responsabilidad ambiental, que deben de cumplir con algunos requisitos como reducir la contaminación, el consumo responsable de energía, la certificación ISO como empresa verde, etc.
A mediados de 2018, los proyectos de energía renovable y eficiencia energética, y los de transporte limpio, representaban los sectores más importantes de la cartera de proyectos admisibles para la utilización de bonos verdes. En conjunto, estos dos sectores conforman aproximadamente el 69 % de los compromisos con bonos verdes, informa el Banco Mundial.
Humberto Calzada señala que para este año se espera "ver una mayor demanda de bonos verdes en México; pero no sólo en 2021, sino en los siguientes tres años. Coca Cola Femsa logró captar más de 700 millones de dólares en mercados internacionales" en la emisión de su primer bono verde en 2020.
"Para el caso del mercado local creemos que las empresas inmobiliarias, como las FIBRAS, serán los principales promotores de este tipo de emisiones", agrega el especialista en mercados accionarios.
Aunque pareciera que estos instrumentos son similares, el economista en jefe para Rankia LATAM indica que "los dos tienen su particularidad y la demanda es distinta".
Para los bonos verdes y de carbono los principales riesgos seguirán siendo las regulaciones gubernamentales, comparte Humberto Díaz. "Se han detenido las inversiones por la poca certidumbre en temas de energías limpias, definitivamente podría afectar al financiamiento de industrias sustentables", dice.
El esfuerzo de las empresas
Las grandes corporaciones no sólo aportan a través de los bonos, sino que lo hacen también a través de inversiones directas en tecnología o programas de responsabilidad social y ambiental.
HP, por ejemplo, trabaja en la reducción de la huella de carbono de la impresión, en toda su cadena de valor. Armando Vázquez Caso, gerente de sustentabilidad y cumplimiento ambiental en México, Centro América y Brasil, comparte a Economía Hoy que "desde 2010, hemos evitado 1.26 millones de toneladas de emisiones de CO2 de la cadena de suministro".
"Las operaciones globales de HP produjeron un 44% menos de emisiones de CO2 en 2019 que nuestra línea de base de 2015, y alimentamos el 43% de nuestras operaciones globales con electricidad renovable", comparte el directivo de la tecnológica.
"Además, en 2019 logramos una disminución del 18% en la intensidad de las emisiones de GEI del uso de productos en comparación con 2015", dice.
HP trabaja en la transformación de su negocio para un futuro circular y bajo en carbono. "Como resultado, somos capaces de obtener más valor de los materiales, reducir nuestros impactos en la cadena de valor y ofrecer soluciones transformadoras para nuestros clientes", comparte Vázquez Caso.
"Creemos que la sustentabilidad es algo más que simplemente respetar el medio ambiente y conservar los recursos naturales. Y que implica mucho más que ser sólo un buen ciudadano corporativo", señala el gerente de HP.
Las tendencias globales están obligando a las corporaciones, gobiernos y consumidores a repensar de manera radical el modelo de consumo "tomar, hacer, descartar", dice.
El consumidor también se involucra
El cuidado del medio ambiente también depende de los consumidores, hoy en día existe una conciencia en una parte de la población que evita el empleo de medios de transporte contaminantes; sin embargo, empresas han generado soluciones para no prescindir del automóvil ni de los combustibles fósiles que se emplean para su funcionamiento.
La app EASX CX fue nominada para el premio internacional World Summit Awards (WSA) 2020 en la categoría Medio Ambiente y Energía Verde por su impacto social. Luis Gómez, vocero de la plataforma, comparte en entrevista que la aplicación surgió para generar una mejor experiencia de compra, pero "nos dimos cuenta de que los consumidores no podían tomar decisiones sobre la eficiencia energética y sobre los impactos de las emisiones que tenían al escoger una u otra marca de combustible".
La reducción de emisiones de carbono está muy relegada a las compañías petroleras, los fabricantes de autos y los reguladores; por ello "quisimos empoderar al cliente a través de la plataforma que lanzamos (...) para generar conciencia activa sobre la eficiencia energética y mejorar así la experiencia general del consumidor".
Junto con Gulf México, el equipo de EASX lanzó la solución digital que permite a usuarios ayudar al medio ambiente mientras cargan gasolina. "Los consumidores reaccionan mucho mejor a estos impulsos positivos y a una nota de lo hiciste bien a una nota de acabas de desbloquear un logro, hiciste esto por el medio ambiente... que a regaños y advertencias", dice Gómez.
"Creemos que estos pequeños cambios traen grandes resultados con el tiempo. Y una de las cosas es potencializar las soluciones ambientales a través del compromiso del consumidor e incentivando el consumo ético", agrega.
EASX descubrió que las soluciones que comprometen al cliente con el ahorro y la sustentabilidad, tienen el poder de mejorar su experiencia; la plataforma trabaja en conjunto con un Combustible de Transición Energética certificado por las Naciones Unidas, que reduce los gases de efecto invernadero en un 7% y aumenta la eficiencia energética en al menos un 7%.
La app ayuda a sus usuarios a hacer el seguimiento de su impacto ambiental al consumir combustible, permitiéndoles rastrear su huella de carbono en lo que respecta a su movilidad, así como monitorear su ahorro y rendimiento de combustible, lo que los empodera en responsabilidad ambiental.
Gobiernos, empresas y consumidores generan impactos positivos en el medio ambiente al ser conscientes de la huella de carbono que emiten y en unir esfuerzos para la reducción de las emisiones.
aranza
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