Calamidades
La pandemia de los no vacunados lastra a Estados Unidos
Amanda Mars | El País
Sorteos de un millón de dólares y de becas universitarias; cervezas, donuts y marihuana de regalo; carreras de Uber gratis para acudir a las farmacias. Las autoridades de Estados Unidos ya no se saben qué más hacer para conseguir que el ritmo de vacunación no se atasque con el grupo de población que, por dejadez o por recelo, no ha acudido aún a recibir su pinchazo mientras las cifras de covid-19 rebrotan. El número de nuevos casos escaló un 70% la semana pasada con respecto a la anterior, elevando la media diaria de 15,500 a 26,300 positivos. Mientras, menos de la mitad de los ciudadanos (aunque el 59% de los adultos) tiene la inoculación completa.
Un frustrado presidente Joe Biden exigió el viernes a las redes sociales que frenen los bulos de los antivacunas: “Están matando gente”, dijo. Este lunes, matizó: “Facebook no está matando gente. Hay una docena de personas ahí fuera dando información falsa. Eso está matando gente”. El país sufre, como dijo la directora de los Centros de Prevención y Control de Enfermedades (CDC, en sus siglas en inglés), Rochelle Walensky, “la pandemia de los no vacunados”.
Es una pandemia que provoca menos muertos que hace un año, pero genera un enorme desconcierto y exhibe una gran desigualdad por territorios. Cuatro Estados âFlorida, Texas, California y Misuriâ suponen más del 40% de los nuevos casos, según el coordinador del grupo de trabajo de la Casa Blanca, Jeffrey Zients. El 99,5% de las personas hospitalizadas por el virus no tenían la vacuna puesta. El acceso a las inyecciones no puede ser más fácil en el país, al que, de hecho, viajan muchos ciudadanos de fuera para obtenerlas, pero después de unos meses de rápida expansión el ritmo de inoculaciones ha caído en picado: de 3,4 millones de dosis diarias a mediados de abril a 421,000 durante la primera semana de julio.
Dentro de las grandes cifras, cada Estado es una galaxia. Si en sitios como Vermont, Massachusetts, Maine o Rhode Island más del 70% de los adultos ha recibido ya las dos dosis, en Misuri lo ha hecho el 49,7%; en Texas, el 53,9%; en Florida, el 57%, y en Arkansas, el 44,3%. California ha administrado la pauta completa ya al 62,5% de sus mayores de edad, pero es el territorio más poblado del país, con casi 40 millones de habitantes. En términos relativos, los farolillos rojos se encienden en Arkansas, Misuri, Florida o Nevada, que registran unos 20 casos por cada 100,000 habitantes al día, frente a la media nacional de ocho casos, con la nueva variante delta como predominante.
El rechazo o adhesión a la vacuna exhibe, como tantos asuntos en Estados Unidos, una gran división política. Una encuesta de los medios The Washington Post y ABC News publicada a principios de julio señalaba que un 47% de los republicanos consultados no planeaba vacunarse, frente al 6% en el caso de los demócratas. Una parte de esta brecha tiene que ver con el tipo de territorio, más rural y menos denso, donde se concentra el voto conservador, que siente menos temor a los contagios. Otra, se debe a la desconfianza en las instituciones. En general, el conjunto de la población siente menos temor que al principio de la pandemia. A la Administración de Joe Biden también le preocupa la desinformación y eso ha abierto un frente con las grandes plataformas.
Los bulos en manos de 12 personas
La portavoz, Jen Psaki, ha criticado que Facebook y otras plataformas no hacen todo lo posible para frenar las falsedades sobre los efectos secundarios de las vacunas contra la covid-19 y señaló a China y Rusia como origen de buena parte de los bulos que corren por las redes. Según Psaki, “alrededor de 12 personas son las que están produciendo un 65% de la información fraudulenta contra las vacunas en las plataformas de las redes sociales”.
El consejero médico general de Estados Unidos, Vivek Murthy, redobló las críticas el domingo. En una entrevista en la cadena Fox, señaló: “La realidad es que la desinformación se está propagando en nuestro país como un fuego incontrolado, ayudada e incitada por las redes sociales”. Dos días antes, el viernes por la tarde, es cuando Biden dijo sobre Facebook y el resto de las tecnológicas ese “están matando gente” que provocó la respuesta de la compañía de Mark Zuckerberg. Facebook publicó un comunicado explicando todas sus acciones para el fomento de la vacunación y rechazando responsabilidad en el incumplimiento del objetivo del presidente, que era conseguir que el 70% de la población adulta hubiese recibido al menos una dosis para el 4 de julio.
Mientras, algunos Estados vuelven a imponer restricciones. El condado de Los Ángeles, el más poblado en todo Estados Unidos, impuso de nuevo la mascarilla en interiores desde la medianoche del pasado sábado, independientemente de que las personas han sido o no vacunadas contra la covid-19, ante el imparable avance del coronavirus, especialmente la variante delta, informa Luis Pablo Beauregard. Chicago, la ciudad más poblada de Illinois, por su parte, ha establecido limitaciones para los viajeros procedentes de Arkansas y Misuri, a los que pide un test de covid negativo o cuarentena para poder entrar.
aranza