Vox Dei
«‘Misericordia quiero, que no sacrificio’»
Evangelio, Marcos 2,18-22
«¿Tus discípulos no ayunan?»
Como los discípulos de Juan y los fariseos estaban ayunando, vienen y le dicen a Jesús: «¿Por qué mientras los discípulos de Juan y los discípulos de los fariseos ayunan, tus discípulos no ayunan?». Jesús les dijo: «¿Pueden acaso ayunar los invitados a la boda mientras el novio está con ellos? Mientras tengan consigo al novio no pueden ayunar. Días vendrán en que les será arrebatado el novio; entonces ayunarán, en aquel día».
«Nadie cose un remiendo de paño sin tundir en un vestido viejo, pues de otro modo, lo añadido tira de él, el paño nuevo del viejo, y se produce un desgarrón peor. Nadie echa tampoco vino nuevo en pellejos viejos; de otro modo, el vino reventaría los pellejos y se echaría a perder tanto el vino como los pellejos: sino que el vino nuevo se echa en pellejos nuevos».
Reflexión
Rev. D. Joaquim Villanueva i Poll
«¿Pueden acaso ayunar los invitados a la boda
ientras el novio está con ellos?»
Hoy comprobamos cómo los judíos, además del ayuno prescrito para el Día de la Expiación (cf. Lev 16,29-34) observaban muchos otros ayunos, tanto públicos como privados. Eran expresión de duelo, de penitencia, de purificación, de preparación para una fiesta o una misión, de petición de gracia a Dios, etc. Los judíos piadosos apreciaban el ayuno como un acto propio de la virtud de la religión y muy grato a Dios: el que ayuna se dirige a Dios en actitud de humildad, le pide perdón privándose de aquellas cosas que, satisfaciéndole, le hubieran apartado de Él.
Que Jesús no inculque esta práctica a sus discípulos y a los que le escuchan, sorprende a los discípulos de Juan y a los fariseos. Piensan que es una omisión importante en sus enseñanzas. Y Jesús les da una razón fundamental: «¿Pueden acaso ayunar los invitados a la boda mientras el novio está con ellos?». El esposo, según la expresión de los profetas de Israel, indica al mismo Dios, y es manifestación del amor divino hacia los hombres (Israel es la esposa, no siempre fiel, objeto del amor fiel del esposo, Yahvé). Es decir, Jesús se equipara a Yahvé. Está aquí declarando su divinidad: llama a sus discípulos «los amigos del esposo», los que están con Él, y así no necesitan ayunar porque no están separados de Él.
La Iglesia ha permanecido fiel a esta enseñanza que, viniendo de los profetas e incluso siendo una práctica natural y espontánea en muchas religiones, Jesucristo la confirma y le da un sentido nuevo: ayuna en el desierto como preparación a su vida pública, nos dice que la oración se fortalece con el ayuno, etc.
Entre los que escuchaban al Señor, la mayoría serían pobres y sabrían de remiendos en vestidos; habría vendimiadores que sabrían lo que ocurre cuando el vino nuevo se echa en odres viejos. Les recuerda Jesús que han de recibir su mensaje con espíritu nuevo, que rompa el conformismo y la rutina de las almas avejentadas, que lo que Él propone no es una interpretación más de la Ley, sino una vida nueva.
Pensamientos para el Evangelio de hoy
«La devoción se ha de ejercitar de diversas maneras. Más aún: la devoción se ha de practicar de un modo acomodado a las fuerzas, negocios y ocupaciones particulares de cada uno» (San Francisco de Sales)
«La Palabra de Dios es viva, es libre. El Evangelio es novedad. La revelación es novedad. Jesús es muy claro: vino nuevo en odres nuevos. Dios debe ser recibido con esta apertura a la novedad. Y esta actitud se llama docilidad» (Francisco)
«El sacrificio exterior, para ser auténtico, debe ser expresión del sacrificio espiritual (…). Los profetas de la Antigua Alianza denunciaron con frecuencia los sacrificios hechos sin participación interior o sin amor al prójimo. Jesús recuerda.
JMRS
Notas Relacionadas
- Relación entre San Juan Bautista y Jesús
- «Vosotros, ni viéndolo, os arrepentisteis después, para creer en él»
- «El Reino de Dios ya está entre vosotros»
- «Lo que es estimable para los hombres, es abominable ante Dios»
- «Todo el que se ensalce, será humillado; y el que se humille, será ensalzado»