Nacional - Economía

Economía de México entra en recesión técnica

2022-01-31

“Vamos a seguir viendo los impactos que generen las olas de COVID-19 o las nuevas variantes,...

Por FABIOLA SÁNCHEZ

CIUDAD DE MÉXICO (AP) — La economía de México entró en recesión técnica luego de registrar caídas consecutivas en el tercer y cuarto trimestre de 2021 debido al impacto de la pandemia, que afectó sectores clave como los servicios y el comercio, aunque eso no evitó que la economía cerrase el año con una activación de 5%.

El estancamiento registrado en la segunda mitad del año pasado hace prever a los analistas que por lo menos en el primer trimestre de 2022 se mantendrá el comportamiento desfavorable de la economía mexicana ante el repunte del coronavirus y la débil inversión productiva, situación que se agrava por la aceleración de inflación que está golpeando a los mayoritarios sectores pobres.

Entre octubre y diciembre, la segunda mayor economía de Latinoamérica sufrió una contracción de 0,1%, en comparación con el período previo, acumulando así dos trimestres consecutivos de caídas, de acuerdo con las cifras que difundió el lunes el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Entre julio y septiembre, el aparato productivo tuvo un retroceso de 0,4%.

Las caídas registradas de julio a septiembre llevaron a algunos analistas a afirmar que México entró en un período de estancamiento, y que la recuperación de este año será más lenta de lo esperado debido a la pandemia y las limitaciones que aún persisten en algunas cadenas de producción que están afectando la oferta de ciertos bienes y servicios.

“La economía volvió a desilusionar ya que continuó sin fuerzas para remontar el crecimiento”, afirmó Alfredo Coutiño, director de análisis para América Latina de la firma Moody´s Analytics, al reconocer que el aparato productivo mexicano “entró en recesión técnica” al cierre del cuarto trimestre.

La afirmación de que México entró en un período de recesión técnica o estancamiento, que se refiere a un decrecimiento de la economía durante dos trimestres consecutivos, generó posiciones encontradas. Mientras algunos analistas afirmaron que sí se podía hablar de recesión técnica debido a que la contracción se dio durante toda la segunda mitad del 2021, otros expresaron dudas alegando que la caída no fue tan profunda y no fue generalizada debido a que sólo afectó al sector terciario.

La directora de análisis económico del grupo financiero local Banco Base, Gabriela Siller, dijo a la AP que el comportamiento negativo del Producto Interno Bruto en la segunda mitad de 2021 estuvo asociado a la cautela ante la cuarta ola del coronavirus, los efectos de la reforma outsourcing, la alta inflación, la incertidumbre sobre la política económica y las disrupciones en las cadenas de suministro a nivel global.

“Es evidente el estancamiento económico”, afirmó Siller, y agregó que es muy probable la recesión se extienda durante el primer trimestre de 2022.

El desempeño negativo del cuarto trimestre de 2021 estuvo asociado a la contracción de 0,7% del sector terciario, que engloba turismo, comercio, comunicaciones, servicios y transporte, mientras que los sectores primario y secundario —que incluyen agricultura, ganadería, pesca, petróleo y el rubro minero— mostraron tasas de crecimiento de 0,3% y 0,4%.

El crecimiento de 5% en 2021 fue considerado por los analistas como un “rebote” luego de la caída de 8,4% que tuvo la economía mexicana en 2020 debido a la crisis mundial generada por el coronavirus.

Coutiño dijo en su informe que la segunda mayor economía de Latinoamérica “sufre no solo de pérdida de capacidad productiva, dada la anemia de inversión, sino también de las secuelas por no haber utilizado la política fiscal para mitigar los efectos de la pandemia”.

El Fondo Monetario Internacional estimó que la economía mexicana crecerá este año 2,8% mientras que algunos analistas prevén que la recuperación podría moverse entre 1,5% y 2,7% y que se tardarán al menos dos años para que se alcance los niveles previos a la pandemia.

En medio de este escenario surge la incógnita sobre si el Banco de México mantendrá la política monetaria restrictiva de alza de las tasas de interés para frenar la aceleración de la inflación, lo que genera impactos sobre el aparato productivo, o si habrá cambios para contribuir a la recuperación de la economía. El organismo monetario elevó en diciembre la tasa de interés interbancaria a 5,5%, el quinto incremento consecutivo desde junio, en un intento por contener el avance de los precios que se está registrado especialmente en alimentos básicos de la dieta de los mexicanos como el limón, el aguacate, la tortilla y el pollo.

El subsecretario de Hacienda, Gabriel Yorio, afirmó la semana pasada que la economía mexicana continuará recuperándose durante 2022, pero admitió que la activación “será limitada por estos choques de oferta”.

“Vamos a seguir viendo los impactos que generen las olas de COVID-19 o las nuevas variantes, eso se va a reflejar también en la actividad económica”, expresó Yorio en declaraciones a la prensa.

México enfrenta el período recesivo en medio de una aceleración de la inflación, que cerró el año pasado en 7,36%, situación que ha sumergido al país en un proceso de “estanflación” que no se veía desde la década de los 80, precisó Siller.



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