Internacional - Seguridad y Justicia

Ataque a planta nuclear en Ucrania provoca alarma mundial

2022-03-05

Sin presentar evidencia, el portavoz del ministerio de Defensa de Rusia, Igor Konashenkov,...

Por JIM HEINTZ, YURAS KARMANAU y MSTYSLAV CHERNOV

KIEV, Ucrania (AP) — Las tropas rusas tomaron el viernes el control de la mayor central nuclear de Europa tras un ataque en plena noche que la incendió brevemente, suscitando el temor mundial de una catástrofe, en el vuelco más escalofriante a la fecha de la invasión de Moscú a Ucrania.

Los bomberos apagaron el incendio y no escapó radiación, dijeron funcionarios de Naciones Unidas y de Ucrania. Las fuerzas de Rusia continuaban el viernes su ofensiva de una semana en diversos frentes, aunque al parecer no consiguieron avances importantes por tierra en la lucha. El número de refugiados que huían del país superó los 1,2 millones.

En medio del aumento de las condenas a nivel mundial, el Kremlin controlaba el flujo de la información al interior del país: bloqueó a Facebook, Twitter, la BBC y la Voz de América financiada por el gobierno estadounidense. Y el presidente Vladimir Putin decretó una ley que convierte en un delito castigable hasta con 15 años de cárcel la propagación de las llamadas noticias falsas, incluido cualquier contenido que contravenga la línea oficial del gobierno sobre la guerra. La CNN anunció que pararía sus transmisiones en Rusia mientras Bloomberg suspendió el trabajo de sus periodistas en ese país y señaló que evalúa la situación.

Mientras una enorme columna de vehículos blindados rusos que amenaza a Kiev permanecía inmóvil afuera de la capital, el mando militar de Putin ha lanzado cientos de misiles y ataques de artillería contra ciudades y otros lugares del país, logrando avances significativos en el sur, al parecer en un intento para cortar la salida de Ucrania al mar.

El director de la Agencia Internacional de la Energía Atómica, el argentino Rafael Mariano Grossi, dijo que un “proyectil” ruso hizo impacto en un centro de formación de la planta de Zaporizhzhia, en la ciudad suroriental de Enerhodar, sin afectar alguno de sus seis reactores.

El ataque causó la alarma y temor global de una catástrofe que pudiera ser mucho mayor al peor desastre nuclear del mundo, el ocurirdo en Chernóbil, Ucrania, en 1986. En un emotivo discurso durante la noche, el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy dijo que temía una explosión que fuera “el final para todos, el fin de Europa, la evacuación de Europa”.

Sin embargo, funcionarios nucleares de varios países, entre ellos Suecia y China, confirmaron que no se reportaron picos de radiación, como sostuvo Grossi.

Las autoridades dijeron que los efectivos rusos habían tomado el control total de la planta, aunque el personal de la misma continuaba a cargo. Sólo un reactor estaba funcionando a 60% de la capacidad, dijo Grossi sobre las secuelas del ataque.

Dos personas resultaron heridas en el incendio, precisó Grossi. El operador nuclear estatal ucraniano Enerhoatom dijo que tres soldados ucranianos murieron y dos resultaron heridos.

En Estados Unidos, el portavoz del Pentágono, John Kirby, dijo que el episodio “subraya la imprudencia con la que los rusos han estado perpetrando esta invasión no provocada”. Durante una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU, el embajador ucraniano Sergiy Kyslytsya, dijo que el incendio se debió al fuego de artillería ruso contra la planta y acusó a Moscú de cometer “un acto de terrorismo nuclear”.

Sin presentar evidencia, el portavoz del ministerio de Defensa de Rusia, Igor Konashenkov, afirmó que un “grupo de sabotaje” ucraniano había causado el incendio en Zaporizhzhia.

Antes de la crisis en Zaporizhzhia, Grossi había manifestado a principios de semana su fuerte preocupación de que los combates pudieran causar daños accidentales a los 15 reactores nucleares que Ucrania tiene en cuatro plantas en todo el país.

Expertos en seguridad atómica dijeron que una guerra librada en medio de reactores nucleares representa una situación sin precedentes y de altísimo peligro.

“Estas plantas se encuentran en una situación que pocas personas visualizaron seriamente cuando fueron construidas”, dijo Edwin Lyman, de la Unión de Científicos Preocupados, en Washington. “Ninguna planta nuclear está diseñada para resistir una posible amenaza de ataque militar a gran escala”.

El doctor Alex Rosen, de Físicos Internacionales a favor de la Prevención de la Guerra Nuclear, dijo que tal vez el incidente se debió a que las unidades militares sobrestimaron la precisión de sus armas, debido a que los vientos prevalecientes podrían haber arrastrado cualquier lluvia radiactiva directamente hacia Rusia.

“Rusia no puede tener ningún interés en contaminar su territorio”, afirmó. El peligro no proviene de los reactores sino del riesgo de que fuego enemigo caiga en las instalaciones de almacenamiento de barras gastadas de combustible.

A raíz del ataque, Zelenskyy apeló nuevamente a Occidente para que imponga una zona de exclusión aérea sobre su país. No obstante, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, descartó el viernes esa posibilidad, advirtiendo que esa medida podría conducir a una guerra generalizada en Europa. Explicó que para implementar una zona de exclusión aérea, la OTAN tendría que enviar aviones de combate que se verían obligados a derribar aviones rusos.

En un discurso amargo y emotivo, Selenskyy censuró la renuencia de la OTAN y señaló que esa postura da a Rusia vía libre para que intensifique sus ataques aéreos.

“Todas las personas que mueran a partir de este día también será responsabilidad de ustedes, debido a su debilidad y su falta de unidad”, declaró el mandatario en un discurso nocturno. “La alianza ha dado luz verde a los bombardeos contra ciudades y pueblos ucranianos al rehusarse a crear una zona de exclusión aérea”.

Por su parte, las fuerzas rusas no consiguieron el viernes un avance importante en su ofensiva para interrumpir el acceso de Ucrania al mar Negro y el mar de Azov, lo que de concretarse asestaría un severo golpe a su economía y podría empeorar la ya de por sí terrible situación humanitaria.

Tampoco hubo cambios en el norte y el este, donde la ofensiva rusa se ha estancado frente a una tenaz resistencia ucraniana.

Una ronda de conversaciones entre Rusia y Ucrania redituó el jueves un acuerdo provisional para establecer corredores de seguridad por los que se pueda evacuar a civiles y entregar alimentos y medicinas, pero quedaban por resolver los detalles necesarios.

Más de 840 niños están heridos y 28 han muerto durante la guerra, según el gobierno ucraniano. Está confirmada la muerte de 331 civiles en la invasión, aunque la cifra verdadera podría ser mucho más alta, dijo la oficina de derechos humanos de la ONU.



JMRS
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