Automotriz

¿Sobrevivirán los Lada y Moskvitch en Cuba a la guerra rusa?

2022-04-01

Él había terminado de rearmar un motor de un viejo Moskvitch de su suegro, pero le...

Por JUAN ZAMORANO y GISELA SALOMON

ARTEMISA, Cuba (AP) — ¿Sobrevivirán los legendarios Lada y Moskvitch en Cuba a la guerra rusa en Ucrania?

Por décadas, los cubanos se las ingeniaron para mantener funcionando antiguos autos rusos en medio del embargo de Estados Unidos. Ahora, la guerra entre Rusia y Ucrania está poniendo en jaque el suministro de repuestos imprescindibles para esos carros que son parte vital del envejecido parque vehicular y de transporte público en la nación insular.

El conflicto bélico que lleva más de un mes cortó abruptamente un flujo de turismo ruso que floreció en medio de la pandemia, pero a su vez está sumando otra nueva penuria a los isleños: un potencial desabasto de piezas originales para mantener con vida los añejos motores de los Lada y Moskvitch, entre otras maquinarias de fabricación rusa o construidas por antiguas naciones soviéticas.

Transportarse en Cuba no es nada fácil, ya sea de manera particular —donde se depende mucho de los Lada y otros vehículos estadounidenses clásicos— o por los autobuses públicos, que sufren también por la recurrente falta de combustibles. Largas horas de espera para gasolina o para abordar un colectivo ya eran habituales en las últimas décadas.

Tampoco se cuenta con una cifra pública del parque vehicular cubano, estimada por expertos en unos 20,000 automóviles clásicos estadounidenses y entre 80,000 y 100,000 Lada, para esta nación con 11,3 millones de habitantes. El Banco Mundial calculó que había 38 vehículos de motor —incluye autobuses— por cada 1,000 residentes en 2008.

“Del Lada se trae todo de Rusia. Mucha gente se va a ver bien afectada”, dijo a The Associated Press Francisco Pérez Rodríguez, de 57 años y quien opera un taller de tornería en una zona residencial en la provincia de Artemisa, vecina a La Habana. “Como bien se sabe aquí en Cuba hay muchos Lada... vamos a padecer más”.

De hecho, Rodríguez ya lidiaba con un problema: Él había terminado de rearmar un motor de un viejo Moskvitch de su suegro, pero le hacía falta colocar una correa de tiempo para que funcionara. Sin embargo, esa pieza sólo podía conseguirse viajando a Rusia, algo imposible en estos momentos, indicó.

Los Lada llegaron en grandes cantidades a la isla mucho tiempo antes de la disolución de la Unión Soviética a inicios de los años 90, casi al igual que la flota de Moskvitch. Los pintorescos clásicos estadounidenses o “almendrón” ya circulaban previamente a la Revolución de Fidel Castro de 1959.

Casi toda familia cubana tiene alguno de esos autos cuadrados de cuatro puertas y motor resistente. Probablemente no hay un parque vehicular y de transporte en Latinoamérica y el Caribe que dependa tanto de esos vehículos y del suministro de autopartes rusas como el cubano.

 



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