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Incluso después de inaugurado el "Cristo del Pacífico" genera polémica

2011-07-04

Eso no impresiona a la alcaldesa de Lima, Susana Villarán.

Matt Moffett 

LIMA, Perú—El presidente Alan García siempre ha sido una figura destacada, tanto política como físicamente, por lo que no era sorprendente que trataría de terminar su segundo mandato a lo grande.

Pero nadie podría haber predicho la controversia que desencadenó la decisión de García de erigir una réplica de 36,5 metros de altura del Cristo Redentor, la estatua de Rio de Janeiro, en una colina con vista al Pacífico de esta ciudad.

García tildó el proyecto de financiación privada de "un regalo del jefe de Estado en agradecimiento al pueblo peruano" que "represente la bendición al Perú y la protección de Lima".

Pero el Cristo del Pacífico, erigido con prisa, ha desatado quejas acerca de imperialismo cultural brasileño, acusaciones de una asociación de arquitectos de que podría violar códigos de construcción e interrogantes acerca de si es un derroche de dinero.

Muchos peruanos también sostienen que el país que dio al mundo Machu Picchu y la papa no necesita plagiar símbolos culturales de la tierra del sol y la samba. "Queremos ser Marca Perú y nos copiamos el símbolo de Rio", dijo el arquitecto Augusto Ortiz de Zevallos a la televisión peruana. "No tiene mucha lógica".

García dice que personalmente aportó 100,000 soles (alrededor de US$36,000) para la gigantesca estatua de brazos extendidos. El presidente, quien abandona el cargo el 28 de julio, dice que el resto de la factura de alrededor de US$1 millón provino de donaciones de "generosos empresarios brasileños". La estatua fue inaugurada el 1 de julio con un despliegue de fuegos artificiales.

Odebrecht SA, un compañía grande de ingeniería civil de Brasil que supervisó la construcción de la estatua, dijo en una respuesta escrita a preguntas que García comenzó a indagar acerca del proyecto hace unos dos años. La compañía dice que como el Cristo de Rio es una de las estatuas "más reconocidas y recordadas" de Jesús, García celebró el conocimiento experto brasileño sobre su propio monumento.

Tomó 15 meses construir la estatua y aproximadamente un mes enviar las piezas desde el nordeste de Brasil a Lima, donde se levanta como el tercer monumento de Cristo más alto del mundo, apenas más pequeño que el monumento en la ciudad boliviana de Cochabamba y en el monte Corcovado de Rio.

Eso no impresiona a la alcaldesa de Lima, Susana Villarán. "Yo soy católica, no tengo problemas con la figura de Cristo pero hubiera sido mejor destinar los recursos a inversión social", dice.

La alcaldesa desestima la estatua como "una copia de plástico del Cristo de Corcovado… la trajo una empresa que gana muchísimo dinero en inversiones millonarias del país", refiriéndose a Odebrecht.

El embajador de Brasil ante Perú, Jorge Taunay, amonesta a la alcaldesa por ser "descortés", añadiendo, "Cristo será muy bonito. Varios países lo tienen".

Una encuesta de la firma consultora peruana Apoyo reveló que 51% de Lima aprobaban el monumento comparado con 37% que se opone.

El presidente electo de Perú, Ollanta Humala, ha emitido declaraciones contradictorias. Inicialmente, dijo que Cristo "mejorará el panorama de la ciudad". Pero posteriormente Humala dijo que Perú necesitaba "menos monumentos y más obras de desarrollo".

Partidarios y críticos del monumento ahora libran su disputa en páginas rivales de Facebook.

La estatua de García ha inspirado motes despectivos en Facebook como Cristo de lo Robado, o Cristo del Gordovago.

Algunos peruanos de orientación nacionalista, entre ellos el arquitecto Ortiz de Zevallos y la alcaldesa de Lima, Villarán, dice que el proyecto representa una nueva avanzada de Brasil, un gigante que despliega creciente riqueza e influencia en la región y tiene cada vez una mayor y está cada vez más presente en proyectos de infraestructura locales. Asesores políticos brasileños incluso desempeñaron un papel clave en la reciente campaña de Humala.

El Colegio de Arquitectos del Perú está investigando discrepancias en las declaraciones del gobierno acerca del costo del proyecto, dijo el presidente del capítulo de Lima, José Arispe Chávez.

Arispe también destaca que García planteó la estatua al público tan súbitamente que no hubo tiempo de consultar a líderes comunitarios o realizar estudios de impacto urbano.

Arispe dice que en su prisa, García ignoró el hecho de que las luces que iluminan la estatua podrían perjudicar el trabajo de un observatorio astronómico cercano.

El despacho del presidente de Perú no respondió a un pedido escrito de comentarios sobre el proyecto.

El taxista Federico Ramos tiene muchas dudas sobre los motivos de Brasil y de García pero se abstiene de hacer comentarios. "No quiero decir nada malo sobre la estatua", dice. "Es Jesucristo, ¿no?".



KC
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