Internacional - Población

Dan ultimátum a soldados amotinados en Papúa Nueva Guinea

2012-01-26

El coronel retirado explicó desde el cuartel Murray que su deber es

Londres, (Notimex).- El primer ministro de Papúa Nueva Guinea, Peter O´Neill, dio hoy un ultimátum a los soldados amotinados en el cuartel Murray en la capital, Puerto Moresby, para que se entreguen o enfrentarán las consecuencias conforme a la ley.

Un grupo de militares al mando del coronel retirado Yaura Sasa se hizo del control de las fuerzas armadas y retuvo al jefe máximo del ejército, comandante Francis Agwi, y exige la restitución del ex primer ministro Michael Somare al frente del gobierno.

Belden Namah, el viceprimer ministro, declaró que Somare ha realizado una acción suicida y falta de sentido al revelar que fue el ex gobernante quien ordenó al coronel Sasa la ejecución del motín, indicó el sitio de noticias australiano News.au.com.

El viceprimer ministro papuano, un ex militar, aseguró que Sasa carece del apoyo del ejército y que su intentona golpista no va a prosperar.

La intentona golpista se produce en medio de una grave crisis política en la isla desde que el Tribunal Supremo ordenó la restitución de la jefatura del gobierno a Somare, el pasado mes de diciembre.

Somare, quien gobernó el país desde la independencia de ese país en 1975, fue reemplazado en agosto del año pasado por O"Neill, mientras se encontraba en tratamiento médico en Singapur.

Aunque la justicia dispuso la restitución de Somare en el cargo de jefe de gobierno, el militar Agwi (bajo arresto domiciliario por los amotinados) reconoció el mes pasado a O"Neill como primer ministro legítimo del país.

Desde ese momento ha habido semanas de inestabilidad en la isla, cuya mitad pertenece a Indonesia, mientras las otra se independizó.

El coronel retirado explicó desde el cuartel Murray que su deber es "restaurar la integridad y el respeto de la Constitución y el poder Judicial".

Sasa se autonombró nuevo jefe militar y agregó que está dando a los políticos siete días para resolver lo que llamó un desastre constitucional.

Según indicaron medios australianos, los rebeldes son unos 20 soldados y, de momento, no hay reportes sobre disparos ni heridos, mientras los negocios en la capital Puerto Moresby cerraban y los empleados eran enviados a casa, reportándose que la situación es tensa.

El gobierno de Australia ha instado al primer ministro Peter O"Neill a restablecer el orden democrático en ese país.