Internacional - Seguridad y Justicia

Polonia crece y cambia su imagen internacional en la crisis de Ucrania

2022-03-28

Hasta que estalló la guerra en Ucrania hace poco más de un mes, las relaciones de...

Miguel Ángel Gayo Macías

Cracovia (Polonia), (EFE). - Polonia ha pasado de ser país periférico en la escena internacional y casi marginado por Bruselas a revalorizarse en la crisis desatada con la guerra en Ucrania, tanto por su acogida a los refugiados como por algunos golpes de efecto diplomáticos.

Hasta que estalló la guerra en Ucrania hace poco más de un mes, las relaciones de Polonia con la Unión Europea (UE), Estados Unidos e incluso Ucrania dejaban mucho que desear.

El cruce de acusaciones entre Bruselas y Varsovia, que dura ya varios años, puso de manifiesto las diferentes nociones que en ambos lugares se tiene de los valores europeos; el presidente de EE.UU, Joe Biden -cuya victoria electoral no fue saludada desde Polonia hasta pasadas semanas- lo había calificado de "régimen totalitario" en su campaña; y finalmente, Ucrania amenazó en enero con demandar a su vecino ante la UE por problemas de aduanas.

Pero con la crisis desatada por la invasión rusa de Ucrania, Varsovia ha pasado de ser un socio poco fiable de Bruselas y un país fortificado contra la llegada de refugiados desde Bielorrusia, al lugar que ha abierto sus puertas a más de 2 millones de desplazados por esa guerra.

"El mundo entero mira a Polonia con admiración", dijo recientemente el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, mientras desde su gobierno se reclamaba incluso la expulsión de Rusia del G20 para que este país ocupe su lugar.

Varsovia siente que las alertas contra Rusia que ha mantenido durante años han quedado validadas por la invasión y se ha reafirmado como un aliado fundamental en el llamado flanco Este de la OTAN.

Como explica a Efe el politólogo polaco Tomasz Bankiewicz, "por elegir un símil católico, Polonia ha lavado sus pecados y ahora es percibida como un país amable y valiente. ¿Estado de Derecho? ¿Polexit? Nada de eso importa ahora", afirma, en alusión al término aplicado a una salida de la UE.

Iniciativas como la visita a Kiev de tres líderes -de Polonia, de la República Checa y de Eslovenia- en plena guerra o la oferta de transferir aviones de combate a Ucrania, así como el inequívoco apoyo político al presidente Volodímir Zelenski, son presentados desde Varsovia como gestos para la posteridad.

"A occidente le puede parecer que en Polonia tenemos una concepción del mundo anclada en la Guerra Fría, pero, incluso en el siglo XXI, desde nuestro punto de vista... ¡todo encaja!", afirma Bankiewicz, quien añade: "desde nuestro punto de vista, Estados Unidos es el amigo, Rusia es el enemigo, y Europa es la comunidad de vecinos con la que tienes que convivir".

Los numerosos líderes que han visitado Polonia recientemente, incluyendo al presidente Biden, han reconocido el apoyo logístico polaco en la crisis, con su acogida de refugiados. La importancia estratégica polaca se ha incrementado, al servir como plataforma de un despliegue de fuerzas internacionales de disuasión contra Rusia.

La reciente propuesta polaca de establecer una fuerza de Paz militarizada en Ucrania es algo que, según Bankiewicz, "solo podría permitirse hacer un país que se ve a sí mismo como un árbitro, alguien capaz de liderar a los demás e indicarles lo que hay que hacer", al igual que ocurre con el decidido apoyo de Varsovia a que Ucrania se integre en la OTAN y la UE.

El líder del gubernamental partido Ley y Justicia (PiS), Jaroslaw Kaczynski -de quien partió la propuesta de la fuerza de paz- afirmó recientemente que Polonia "necesita ayuda internacional" para atender a los 2,3 millones de refugiados que hasta ahora han llegado al país, pero "no se arrastrará para pedirla".

Varios editoriales polacos coincidieron en relacionar estas declaraciones con la ansiada transferencia desde la UE de los fondos de recuperación pospandemia, 36,000 millones de euros cuyo precio, a los ojos de Varsovia, sería echar atrás marcha una reforma judicial que para el Ejecutivo polaco es una parte fundamental de su programa, pero que Bruselas rechaza.

"Por conveniencia, Polonia se tuvo que ´casar´ con Europa, pero nunca olvida a su verdadero amor, que es EU", dice Bankiewicz; "cuando el primer Gobierno democrático polaco viajó a Washington, un ministro llevó como regalo un póster de la película "Solo ante el peligro" retocada con el logotipo del sindicato "Solidaridad"; y es que, en Polonia, el verdadero termómetro de nuestra estatura internacional es nuestra relación con Washington, porque compartimos enemigo", añade.

"En 1999 Polonia, el país cuya capital daba nombre al Pacto de Varsovia, se pasaba al bando contrario y firmaba su adhesión a la OTAN. Precisamente en el mismo edificio que Biden visitará para elogiarnos como aliados", asegura el politólogo.

"Esa imagen simboliza los cambios que ha sufrido este país, desde que éramos la única nación de la órbita soviética donde había tiendas Pewex", afirma, en alusión a los establecimientos que vendían artículos importados de EU y donde solo se podía pagar en dólares.

"Varsovia ha conseguido aumentar su peso específico", concluye Bankiewicz; "éramos un actor secundario en el mundo y ahora somos principales".



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