Internacional - Economía

Alemania y la Unión Europea se apresuran a ayudar a las empresas energéticas en apuros

2022-09-13

La Comisión Europea tiene previsto anunciar el miércoles sus propuestas, que incluyen...

Por Christian Kraemer, Miranda Murray y Kate Abnett

BERLÍN/BRUSELAS, (Reuters) -Alemania dijo el martes que pretendía ampliar los préstamos a las empresas energéticas que corren el riesgo de ser aplastadas por la espiral de los precios del gas, mientras la Unión Europea prepara propuestas para ayudar a los hogares y la industria a hacer frente a una crisis energética provocada por la invasión rusa de Ucrania.

La Comisión Europea tiene previsto anunciar el miércoles sus propuestas, que incluyen objetivos de reducción del consumo de electricidad y un tope de ingresos para las centrales que no utilizan gas. Los ministros de Energía de la UE celebrarán una reunión de urgencia el 30 de septiembre para intentar llegar a un acuerdo.

Por otra parte, el organismo supervisor de los valores de la UE también está estudiando medidas a escala europea para ayudar a las empresas energéticas que luchan por encontrar dinero en efectivo para hacer frente a las crecientes demandas de garantías después que se vieran atrapadas por el aumento de los precios cuando Rusia recortó el envío de gas a Europa.

La crisis ya está afectando a la economía europea, incluso antes de que comience el invierno, cuando los usuarios industriales podrían verse sometidos a un racionamiento si las reservas de gas resultan insuficientes. La confianza de la industria en la potencia económica del bloque, Alemania, se ha desplomado.

"Por supuesto que sabíamos, y sabemos, que nuestra solidaridad con Ucrania tendrá consecuencias", dijo el martes el canciller alemán, Olaf Scholz, instando a los alemanes a prepararse para un duro invierno y a afrontar el reto de un cambio en el suministro de energía que se aleje del gas ruso.

El Ministerio de Finanzas alemán dijo que quería aumentar los préstamos estatales para las empresas energéticas utilizando las autorizaciones de crédito creadas para ofrecer ayuda en la pandemia del COVID-19 y un periódico alemán situó el valor en 67,000 millones de euros (68,000 millones de dólares).

La semana pasada, VNG, uno de los mayores importadores de gas natural ruso de Alemania, se convirtió en la última empresa energética en pedir ayuda al Gobierno para mantenerse a flote. Se espera que el gabinete alemán apruebe el miércoles el proyecto de ley para los fondos de crédito reforzados.

En el ámbito de la UE, un portavoz de la Autoridad Europea de Valores y Mercados (AEVM) dijo el lunes que el regulador estaba "estudiando activamente" si era necesaria alguna medida reguladora para ayudar a las empresas energéticas.

La AEVM regula directamente las cámaras de compensación en la UE, que a su vez fijan niveles obligatorios de margen basados en los riesgos potenciales de los mercados y las contrapartes.

La intervención pública en este ámbito es poco frecuente, sobre todo después que la crisis financiera mundial de hace más de una década diera lugar a un endurecimiento de los requisitos en materia de márgenes.

Un borrador de las propuestas de la Comisión Europea, al que tuvo acceso Reuters, limitaría a 180 euros por megavatio hora el precio al que las centrales eólicas, solares y nucleares podrían vender su energía en el bloque de los 27. También obligaría a las empresas de combustibles fósiles a compartir los beneficios extraordinarios.

Los gobiernos tendrían que utilizar el dinero para ayudar a los consumidores y empresas que se enfrentan a facturas de energía muy elevadas.

NO HAY TOPE AL PRECIO DEL GAS

Diplomáticos de la UE afirman que existe un amplio apoyo a la limitación de los ingresos de los generadores que no utilizan gas, así como a los planes para imponer recortes en la demanda de electricidad.

Sin embargo, los países están divididos en cuanto a otras ideas, incluida la limitación del precio del gas, que no se incluyó en el proyecto de propuestas de la Comisión.

La UE también se ha retractado de un plan anterior para imponer un tope de precios al gas ruso. Países como Hungría y Austria se habían opuesto a esa idea por si Moscú tomaba represalias cortando los menguados suministros que aún envía al bloque.

Mientras tanto, la confianza de los inversores en Alemania cayó más de lo esperado en septiembre, ya que la preocupación por el suministro energético del país pesa cada vez más en las perspectivas de la mayor economía europea.

"La perspectiva de escasez de energía en invierno ha hecho que las expectativas sean aún más negativas para gran parte de la industria alemana", dijo Achim Wambach, presidente del instituto de investigación económica ZEW.

Por otra parte, la empresa sueca Vattenfall informó que retrasó dos meses, hasta el 31 de enero, la reanudación de la actividad del reactor nuclear Ringhals 4, lo que supone un nuevo revés para el suministro de energía en la región nórdica y báltica.

Mientras tanto, el director general de la empresa estatal de energía ucraniana Naftogaz dijo que esperaba restablecer la producción gracias a los recientes éxitos militares.

Naftogaz produce la mayor parte del gas de Ucrania, con una producción total de 13,700 millones de metros cúbicos (bcm) en 2021.



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