Internacional - Política
El obispo Silvio Báez dice que en Nicaragua "quisieran" ver a una Iglesia "encerrada"
San José, 19 oct (EFE).- El exiliado obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, Silvio José Báez Ortega, dijo este jueves que las autoridades de su país, a los que no mencionó, "quisieran ver a la Iglesia encerrada", y que por esa razón encarcelan y destierran a los eclesiásticos en referencia a los 12 sacerdotes excarcelados y enviados al Vaticano en la víspera.
"Los poderes del mundo temen a los profetas. Quisieran ver a la Iglesia encerrada. Por eso encarcelan y destierran a los profetas", escribió en su cuenta de la red social X (antes Twitter) el influyente obispo, que se encuentra fuera de Nicaragua desde hace cuatro años por decisión del papa Francisco, debido a motivos de seguridad.
El jerarca, quien el 15 de febrero pasado se convirtió en el segundo miembro de la Conferencia Episcopal de Nicaragua a quien las autoridades judiciales de su país le retiraron la nacionalidad y ahora reside en Estados Unidos, se refirió de esa forma a la excarcelación y posterior destierro de 12 sacerdotes nicaragüenses hacia Roma.
En su mensaje, compartió un pasaje bíblico que dice: "Yo les enviaré profetas y apóstoles. Pero matarán a unos y perseguirán a otros (Lc 11,49)".
Por su lado, el sacerdote nicaragüense exiliado Edwing Román dijo que con el destierro de 12 nuevos sacerdotes, por parte del Gobierno que preside Daniel Ortega, se les quiere "implantar la 'paz' del bozal".
"Se equivocan quienes piensan que la voz profética de la Iglesia católica en Nicaragua se va a callar: eso voz seguirá anunciando el Reino de Dios y denunciando a los opresores aún estemos desterrados o exiliados", indicó en un mensaje en X.
El Vaticano confirmó este jueves que Nicaragua pidió que se recibieran a los 12 sacerdotes liberados en la víspera y que expulsó del país.
El Gobierno de Nicaragua excarceló el miércoles a 12 sacerdotes y los envió al Vaticano tras un acuerdo, aunque entre esos religiosos, sin embargo, no se encuentra el obispo Rolando José Álvarez Lagos, que se ha negado a abandonar el país.
A través de una comunicación, el Gobierno de Nicaragua explicó que "luego de sostener fructíferas conversaciones con la Santa Sede" se logró un acuerdo para el desplazamiento hacia el Vaticano de 12 sacerdotes "que, por distintas causas fueron procesados, y que han viajado hacia Roma, Italia, esta tarde".
En la nota, el Ejecutivo nicaragüense dijo que "este acuerdo logrado con la intercesión de altas autoridades de la Iglesia Católica de Nicaragua y en el Vaticano representa la voluntad y el compromiso permanentes de encontrar soluciones, en reconocimiento y aliento de tanta fe y esperanza que anima siempre a los creyentes nicaragüenses, que somos la mayoría".
El obispo Álvarez fue condenado en febrero pasado a más de 26 años de prisión por “traición a la patria” tras negarse entonces a ser expulsado de Nicaragua hacia Estados Unidos junto a otros 222 presos políticos, y también fue privado de su nacionalidad.
El presidente Ortega ha calificado como una “mafia” a la Iglesia, y ha declarado interrumpidas las relaciones con el Vaticano.
aranza
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