Internacional - Seguridad y Justicia

Ministro de Defensa israelí dice a las tropas que pronto verán Gaza "desde dentro"

2023-10-19

Según Naciones Unidas, alrededor de la mitad de los habitantes de Gaza se han quedado sin...

Por Nidal al-Mughrabi y Maayan Lubell

GAZA/JERUSALÉN, 19 oct (Reuters) -El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, dijo el jueves a las tropas reunidas en la frontera de Gaza que pronto verán el enclave palestino "desde dentro", sugiriendo que podría estar próxima una esperada invasión terrestre con el objetivo de aniquilar a Hamás.

Israel lanzó más ataques contra Gaza, en represalia por la masacre de 1,400 israelíes perpetrada por hombres armados de Hamás el 7 de octubre, en una jornada en que el primer ministro británico, Rishi Sunak, visitó Tel Aviv para demostrar el apoyo occidental a la guerra contra los militantes de Hamás, tras la estada en la víspera del presidente estadounidense, Joe Biden.

El primer ministro británico, Rishi Sunak, siguió al presidente estadounidense, Joe Biden, con una visita para demostrar el apoyo occidental a la guerra contra los militantes de Hamás. Sunak también se reunió con el príncipe heredero saudí, Mohammed bin Salman, quien calificó de "atroz" el ataque contra civiles de Gaza.

Israel ha respondido al ataque más mortífero de sus 75 años de historia prometiendo destruir a Hamás, sometiendo a los 2,3 millones de habitantes de la Franja de Gaza a un asedio total y bombardeando el enclave con ataques que han matado a miles de personas y han dejado sin hogar a más de un millón.

En el norte de Gaza, imágenes obtenidas por Reuters en el campo de refugiados de Jabaliya mostraban a residentes excavando con sus propias manos en el interior de un edificio dañado para liberar a un niño y una niña atrapados bajo la mampostería. El cuerpo de un hombre fue sacado mientras los residentes intentaban iluminar el lugar con sus teléfonos móviles.

Mientras tanto, Egipto tomó medidas para dejar entrar la ayuda, aunque no se esperan las primeras entregas antes del viernes, mientras condiciones siguen deteriorándose.

"Ahora ven Gaza desde la distancia, pronto la verán desde dentro. La orden llegará", dijo Gallant a los soldados. No se esperaba que las tropas entraran mientras los líderes extranjeros estén de visita.

Gallant también dijo que la batalla será larga y dura.

Poco después de la declaración de Gallant, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, publicó un vídeo en el que aparecía con las tropas cerca de la frontera prometiendo la victoria.

"Todos los indicios apuntan a que se avecina lo peor", declaró a la prensa en Amán el ministro jordano de Asuntos Exteriores, Ayman Safadi.

Las familias de algunos de los rehenes llevados a Gaza desde Israel rogaron a Hamás, que gobierna la Franja de Gaza, que los liberara e instaron al Ejército israelí a tener en cuenta su seguridad mientras persigue a Hamás.

Se calcula que hay retenidas unas 200 personas, entre ellas 30 menores y niños pequeños y 20 mayores de 60 años, según informó la cadena pública israelí Kan citando fuentes militares.

Sunak, que aterrizó en Tel Aviv horas después de la marcha de Biden, dijo a los israelíes: "Han sufrido un acto de terrorismo atroz e incalificable y quiero que sepan que el Reino Unido y yo estamos con vosotros"

Biden voló a casa el miércoles por la noche tras una visita de ocho horas, en la que se había comprometido a apoyar a Israel, pero sólo había logrado un éxito limitado en su misión de hacer llegar ayuda a Gaza.

La segunda parte de su itinerario -una reunión prevista con aliados árabes- se canceló en respuesta a una explosión en un hospital de Gaza, que los palestinos calificaron de ataque aéreo israelí, pero que Israel dijo que se debió a un lanzamiento fallido de cohetes por parte de militantes. Biden respaldó la versión israelí.

Biden dijo que había conseguido un acuerdo para permitir que 20 camiones de ayuda llegaran a Gaza desde Egipto en los próximos días, una fracción de los 100 diarios que el jefe de ayuda de la ONU, Martin Griffiths, dijo al Consejo de Seguridad que eran necesarios.

Un informe no clasificado de los servicios de inteligencia estadounidenses, al que tuvo acceso Reuters el jueves, estimaba que el número de víctimas mortales de la explosión del hospital se situaba "probablemente en el extremo inferior del espectro de 100 a 300", pero añadía que la evaluación podría evolucionar.

Las autoridades palestinas habían afirmado que 471 personas habían muerto en la explosión del hospital Al-Ahli al-Arabi a última hora del martes, y el Ministerio de Asuntos Exteriores israelí dijo que habían muerto "docenas" de personas.

Dos fuentes de seguridad egipcias dijo que el jueves se enviaron equipos a través del paso fronterizo para reparar las carreteras del lado de Gaza y permitir el tránsito de la ayuda. Más de 100 camiones esperaban en el lado egipcio, aunque no se anticipaba el cruce de ninguno antes del viernes.

Israel dijo que permitiría la llegada de ayuda limitada a Gaza desde Egipto, pero solo a condición de que no beneficie a Hamás. Reiteró su postura de que solo abrirá sus propios puestos de control para permitir la entrada de ayuda cuando se libere a los más de 200 rehenes capturados por los hombres armados.

Los bombardeos y la invasión terrestre prevista han aumentado el temor a que el conflicto se extienda. El grupo libanés Hezbolá, respaldado por Irán, dijo haber disparado cohetes contra una posición israelí en el pueblo de Manara el jueves y provocó una descarga de artillería israelí en respuesta, en un nuevo intercambio de la peor escalada de violencia en la frontera en 17 años.

El Ejército israelí declaró que se habían disparado al menos 20 cohetes y un misil antitanque desde Líbano.

Ocho palestinos murieron en enfrentamientos con las fuerzas israelíes en el campo de refugiados de Nur Shams, en la ciudad cisjordana de Tulkarm, informó el jueves la Media Luna Roja Palestina.

HAN MATADO A NIÑOS

Según las autoridades sanitarias palestinas, el balance de los ataques israelíes contra Gaza ha aumentado a más de 3,500 muertos y más de 12,000 heridos.

En Khan Younis, en el sur de la Franja de Gaza, varios hombres corrieron al hospital Nasser con niños muertos y heridos en brazos, en ambulancias y en la parte trasera de un camión de plataforma, después de que una bomba impactó en una casa a plena luz del día.

Según los médicos, cuatro personas murieron y muchas resultaron heridas, en su mayoría niños desplazados del norte de Gaza que habían estado jugando al fútbol en un solar contiguo.

"Vi partes de cuerpos, niños desmembrados, ¿qué les voy a describir?", dijo Hassan Al-Hindi, un vecino que vio el ataque. "Han matado a niños", gritó.

Los habitantes de Gaza se burlaron del gesto de prometer sólo 20 camiones de ayuda para 2,3 millones de personas privadas de alimentos, agua, combustible y suministros médicos.

"No queremos nada de los países árabes y extranjeros, salvo que detengan los violentos bombardeos sobre nuestras casas", dijo El-Awad El-Dali, de 65 años, cerca de viviendas en ruinas.

En otra zona, un distrito comercial quedó reducido a escombros, con la cuna rosa de un niño volcada en el suelo, ventanas reventadas de una tienda de ropa y vehículos dañados.

"Tengo más de 70 años, he vivido varias guerras, nunca ha sido así", dijo Rafat Al-Nakhala, que había llegado allí tras obedecer la orden de Israel de que los civiles huyeran de la ciudad de Gaza, en el norte.

Según Naciones Unidas, alrededor de la mitad de los habitantes de Gaza se han quedado sin hogar, atrapados aún en el enclave, uno de los lugares más densamente poblados del planeta.

Su difícil situación ha enfurecido a Oriente Medio, lo que ha dificultado que Biden y otros líderes occidentales consigan aliados árabes para evitar que la guerra se extienda.

Antes de marcharse, Biden hizo un llamamiento a los israelíes para que controlaran su ira: "Aunque sientan esa rabia, no se dejen consumir por ella. Tras el 11-S, en Estados Unidos nos enfurecimos. Y aunque buscamos justicia y obtuvimos justicia, también cometimos errores".



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