Testimonios
El Nuevo Testamento
Por | Benjamín Martín Sánchez
Conocer el Nuevo Testamento es acercarse a Jesús, encontrarse con una revelación divina como nunca antes se había realizado. Dios, hecho hombre, nos habla y nos dice qué espera de nosotros.
A todo lo largo del Antiguo Testamento, Dios realiza una gran promesa al pueblo de Israel: la promesa de la salvación y de la liberación.
Con la llegada de Jesucristo termina la primera etapa del camino de la salvación, la etapa de Israel a la cual se refiere la Antigua Alianza y se abre una segunda y definitiva etapa en este mismo camino, la etapa cristiana.
En esta segunda Alianza, Nueva y Eterna, surge un nuevo pueblo, ya no es únicamente Israel, Jesús abre las puertas del cielo y forma un nuevo Pueblo de Dios, nuevo y universal.
Este nuevo Pueblo de Dios es la Iglesia Católica, pues no olvidemos que católico significa universal.
Se cumple la promesa de Dios plasmada en el Antiguo Testamento
Jesús, el Hijo de Dios hecho hombre, nació de la Virgen María por obra del Espíritu Santo. Creció en el seno familiar y social como un niño, adolescente y joven de su tiempo. Anunció la venida del Reino de Dios y llamó a la conversión. Predicó a las multitudes e instruyó de manera especial a sus discípulos. Explicó las características del Reino de Dios, ilustrando su enseñanza con parábolas. Realizó señales de la presencia del Reino curando a enfermos, expulsando demonios, devolviendo la vida a muertos, anunciando la buena nueva a los pobres, perdonando los pecados y mostrando el rostro misericordioso de Dios Padre. Murió y resucitó para la salvación de toda la humanidad.
Jesucristo cumple con la misión que el Padre, al enviarlo a los hombres, le ha encomendado. Los redime, los libra definitivamente de la esclavitud del pecado y de la muerte eterna. Jesucristo hace nuevo al hombre y a la humanidad. Por Él, los hombres vuelven a ser hijos de Dios, y la creación vuelve a ser Reino de Dios.
Los escritos del Nuevo Testamento proclaman a Jesús, el Mesías, el Hijo de Dios, El Salvador del Mundo. Dan testimonio de su persona, sus palabras y sus obras.
Los libros del NT son una relectura de las promesas, profecías, imágenes, acontecimientos y reflexiones del Antiguo Testamento a la luz de Cristo muerto y resucitado.
Jesús predicó y actuó, pero nunca escribió nada. Los apóstoles y sus discípulos comenzaron a predicar y transmitir de viva voz el mensaje de Jesús. Pero poco a poco vieron la necesidad de ir conservarlo su memoria por escrito. Así fueron naciendo los Evangelios que se compusieron "para que ustedes crean que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo tengan vida en su nombre" (Jn 20,31)
Con ocasión de algunas inquietudes, problemas y noticias de diferentes comunidades, van apareciendo las cartas apostólicas destinadas las distintas Iglesias y personas.
El Nuevo Testamento y de una forma singular los Evangelios nos acercan profundamente a Jesús. Allí escuchamos su palabra; allí contemplamos sus actitudes: su entrega fiel al cumplimiento de la voluntad de su Padre, su solidaridad con todos los hombres, especialmente con los pobres y marginados. Allí descubrimos su presencia salvadora.
Los libros del Nuevo Testamento fueron compuestos aproximadamente enre los años 50 y 120 d.C.
Libros Históricos: Los cuatro Evangelios y los Hechos de los Apóstoles.
Libros Didácticos o Sapienciales: Las catorce Cartas de san Pablo y las siete Cartas Católicas.
Libro Profético: El Apocalipsis de san Juan
Con los Evangelios nos acercamos a la vida de Jesús, a sus palabras, sus actitudes. El Evangelio ocupa un lugar especialísimo y una importancia fundamental en toda la Biblia. Podríamos decir que todas las Sagradas Escrituras giran en torno al Evangelio, a Jesús mismo.
El libro de los Hechos de los Apóstoles nos muestran los inicios de la Iglesia y su desarrollo.
Los apóstoles mantienen en muchas ocasiones contacto por carta con las diferentes comunidades y ciudades done ha llegado la Iglesia con el mensaje de Jesucristo. Estas cartas y sus recomendaciones para seguir a Jesucristo forman los libros didácticos y comienza la Tradición católica. Por supuesto destacan de manera muy especial todas las cartas (o epístolas) realizadas por San Pablo. Se suman las cartas católicas (Santiago, Pedro, Juan, Judas), forman una preciosa enseñanza acerca de la doctrina cristiana.
Las Sagradas Escrituras se cierran con el último libro del Nuevo Testamento: El apocalipsis de San Juan, el discípulo amado de Jesucristo. Un libro lleno de mensajes y con profundos simbolismos es del género profético. Un libro aparentemente extraño, es -como todos los libros del Nuevo Testamento- un libro profundamente esperanzador.
Conocer el Nuevo Testamento es acercarse a Jesús, encontrarse con una revelación divina como nunca antes se había realizado. Dios, hecho hombre, nos habla y nos dice qué espera de nosotros.
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