Internacional - Seguridad y Justicia

HRW acusa al Gobierno israelí de usar el hambre "deliberadamente" contra civiles en Gaza

2023-12-18

A mediados de noviembre, el Programa Mundial de los Alimentos advirtió sobre la...

 

MADRID, (EUROPA PRESS) -La ONG Human Rights Watch (HRW) ha acusado este lunes al Gobierno de Israel de usar el hambre como arma de guerra contra los civiles palestinos "deliberadamente" en el marco de sus operaciones militares contra el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) en la Franja de Gaza.

"Durante más de dos meses, Israel ha estado privando a la población de Gaza de alimentos y agua, una política alentada o respaldada por altos funcionarios israelíes y que refleja la intención de matar de hambre a los civiles como método de guerra. Los líderes mundiales deberían pronunciarse contra este abominable crimen de guerra, que tiene efectos devastadores sobre la población de Gaza", ha señalado el director para Israel y Palestina de HRW, Omar Shakir.

Desde los ataques del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) del pasado 7 de octubre, que dejaron 1,200 muertos y 240 rehenes, funcionarios como el ministro de Defensa, Yoav Gallant, el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, o el ministro de Energía, Israel Katz, han declarado públicamente sus intenciones de "privar a los civiles de Gaza de alimentos, agua y combustible", mientras que otros han condicionado la entrada de ayuda humanitaria al intercambio de presos con la milicia palestina.

"No teníamos comida, ni electricidad, ni Internet, nada de nada. No sabemos cómo hemos sobrevivido", ha declarado un palestino desplazado del norte del enclave durante una entrevista con la ONG.

En el sur del territorio la situación no es mucho mejor, pues la falta de agua potable y la falta de alimentos ha provocado grave escasez en muchas tiendas, que da lugar a "largas colas y precios desorbitados". A todo ello se suma el bloqueo al que Israel ha estado sometiendo a la Franja durante 16 años, lo que equivaldría a un "castigo colectivo", que constituye un crimen de guerra, según los Convenios de Ginebra.

Estas mismas leyes también prohíben el uso del hambre como método de guerra aunque la potencia acusada no lo admita, sino que se puede basar en los hechos y las circunstancias. A pesar bloqueo inicial, las autoridades israelíes han reanudado el suministro de agua a algunas zonas del sur de Gaza y, a partir del 21 de octubre, permitieron la llegada de ayuda humanitaria limitada a través del paso fronterizo de Rafá con Egipto, aunque en cantidades insuficientes, según han manifestado numerosas ONG.

No fue hasta el 15 de noviembre cuando comenzaron a permitir el paso de combustible y a pesar de las numerosas advertencias sobre las enormes necesidades en panaderías, hospitales, estaciones de bombeo de aguas residuales, plantas desalinizadoras de agua y pozos, y que muchos se vieron obligados a dejar de funcionar.

A mediados de noviembre, el Programa Mundial de los Alimentos (PMA) advirtió sobre la "posibilidad inmediata" de hambruna debido a la falta de suministros de agua y de alimentos, y más tarde informó de que el sistema alimentario del enclave está "al borde del colapso". Por su parte, el Consejo Noruego para Refugiados (NRC) aseguró que Gaza se enfrentaba a unas "necesidades catastróficas de agua, saneamiento e higiene".

Además, los continuos bombardeos israelíes han empeorado la ya grave situación humanitaria; según las autoridades de la Franja, controladas por Hamás, al menos 18,800 palestinos han muerto desde el 7 de octubre, y que también han causado graves daños sector alimentario tanto a nivel de infraestructura como por destrucción de tierras cultivables, amenazando la seguridad alimentaria de más de la mitad de la población gazatí, cifrada en 2,2 millones de personas.

Es por ello por lo que HRW ha instado a las autoridades israelíes a acabar con el uso del hambre como método de guerra, y pide la prohibición de ataques contra estructuras necesarias para la supervivencia de la población civil, además de la restauración del suministro de agua y de electricidad.

Por último, ha pedido a los gobiernos de Estados Unidos, Reino Unido, Canadá y Alemania a suspender su ayuda militar a Israel hasta que dejen de cometer "graves abusos" contra civiles con total "impunidad".



Jamileth