Entre la Espada y la Pared
Los palestinos de Rafah se preguntan a dónde ir
Por Tania Krämer | DW
Más de un millón de palestinos desplazados, que se hacinan en la ciudad del sur de la Franja de Gaza, temen por sus vidas ante una inminente operación israelí en Rafah.
Agotados tras meses en tránsito, los palestinos de Rafah se enfrentan de nuevo a dilemas imposibles. Cada vez más personas se hacinan en la ciudad más meridional de la Franja de Gaza, que a su vez limita con la frontera fuertemente fortificada con Egipto, y se preguntan adónde pueden ir ante la amenaza de una ofensiva terrestre israelí en la ciudad
"Tememos por nuestras vidas", dijo a DW Iman Abu Musa, de 22 años, en un mensaje de WhatsApp. Escapó recientemente a Rafah desde la vecina Jan Yunis, donde los intensos combates terrestres entre las tropas israelíes y los militantes de Hamás han hecho huir a miles de personas hacia el sur y el oeste en busca de seguridad. Abu Musa dijo que lo único que puede hacer ahora era rezar por "la protección de Dios".
"Realmente esperamos que la agresión se detenga antes de que el ejército entre en Rafah y antes de que la situación se deteriore aún más", escribió Abu Musa.
Gaza: "Ningún lugar es seguro"
El viernes, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, declaró que "es imposible lograr el objetivo de la guerra de eliminar a Hamás dejando cuatro de sus batallones en Rafah". A continuación, dijo a los estamentos militares y de seguridad que presentaran "un plan combinado para evacuar a la población y destruir los batallones". Durante el fin de semana, afirmó en una entrevista en la televisión estadounidense que se proporcionaría a los civiles un "paso seguro", sin detallar adónde podría ir el gran número de personas.
El anuncio provocó de inmediato una alarma internacional generalizada. "El escenario que hemos temido durante tanto tiempo se está desvelando a una velocidad alarmante", declaró el martes en un comunicado Martin Griffiths, subsecretario general de la ONU para Asuntos Humanitarios y Coordinador de Ayuda de Emergencia. "Más de la mitad de la población de Gaza -más de un millón de personas- está hacinada en Rafah, mirando de frente a la muerte. Tienen poco que comer, apenas acceso a atención médica, ningún lugar donde dormir, ningún lugar seguro adonde ir".
Antes de una visita a Jerusalén el miércoles, la ministra alemana de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock, declaró: "Una ofensiva del ejército israelí sobre Rafah pondría completamente en peligro la situación humanitaria. Porque la población de Rafah no puede simplemente esfumarse". La población civil necesita una pausa en los combates y más ayuda humanitaria, añadió.
¿Cuántas personas hay en Rafah?
Antes de la guerra, Rafah, más conocida por su paso fronterizo con Egipto, tenía unos 300,000 habitantes. Ahora, según la ONU, más de la mitad de los 2,3 millones de habitantes de la Franja de Gaza se han refugiado en las abarrotadas escuelas, apartamentos y carpas improvisadas o duermen en la calle sin apenas protección contra la lluvia y el frío. Rafah es también el principal punto de entrada y distribución de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza. Un trabajador humanitario de alto nivel que visitó recientemente Rafah declaró a DW que la crisis humanitaria superaba todo lo que había visto en décadas de trabajo en zonas de conflicto de todo el mundo.
Aunque Rafah ha sido considerada una "zona más segura", es bombardeada casi a diario en ataques aéreos. El lunes, una serie de ataques sacudió la ciudad durante la noche, mientras el ejército israelí y las fuerzas especiales rescataban a dos ancianos israelíes retenidos como rehenes en un apartamento de Rafah. Al menos 67 personas murieron en la zona, según el Ministerio de Sanidad de Gaza, controlado por Hamás.
Muchos de los palestinos que buscan refugio en Rafah llevan desplazándose desde el 7 de octubre, cuando militantes de Hamás mataron a casi 1,200 personas en el sur de Israel y tomaron más de 240 rehenes. Israel lanzó una campaña militar de represalia, prometiendo eliminar a Hamás, que muchos países incluyen en la lista de organizaciones terroristas. Desde entonces, según las autoridades sanitarias del enclave, han muerto más de 28,000 palestinos y gran parte de la Franja de Gaza ha quedado inhabitable.
Más de un millón de palestinos han huido a Rafah desde otras partes de la Franja de Gaza.
Totalmente agotados
A finales de octubre, Israel dijo a los palestinos que vivían en el norte del territorio que evacuaran ese área por las carreteras designadas, y se dirigieran a zonas más seguras del sur. Más tarde, cuando Israel amplió su ofensiva terrestre a la ciudad meridional de Jan Yunis, volvieron pedir a la población que se trasladara más al sur.
Sahar Abu Zeid fue una de las personas que abandonaron Jan Yunis y se refugió con su familia en Rafah.
"Espero sinceramente que se pueda evitar una invasión y se encuentre una solución rápida", dijo Abu Zeid por WhatsApp. "La gente aquí está soportando inmensas penurias con acceso limitado a alimentos y agua. Los refugios son escasos y muchos de nosotros luchamos por encontrar tiendas de campaña en las que quedarnos." Dijo que la perspectiva de tener que reubicarse una vez más era devastadora: "El peso psicológico es inmenso y nos ha afectado profundamente a mí y a mi familia. Nos sentimos devastados, totalmente agotados. Sólo podemos rezar para que esto termine".
Miedo constante
Otros en Rafah ya han vuelto a empaquetar sus pocas pertenencias.
"Hace dos días decidí regresar a Nuseirat", dijo Basem Al-Mahmoud, refiriéndose al campo de refugiados del centro de Gaza. "Decidí actuar preventivamente en lugar de arriesgarme a ser uno de los cientos de miles de desplazados de Rafah".
En los últimos días, dijo, todas las conversaciones han estado dominadas por el temor a un ataque israelí contra la ciudad. "Nos preguntamos: ¿adónde iríamos si eso ocurriera?". No fue una decisión fácil, ya que es muy arriesgado circular por las carreteras y los bombardeos continúan en toda la Franja de Gaza. Este hombre de 46 años llegó a Rafah hace un mes con su mujer, sus cuatro hijos, su padre y su hermana viuda. La familia es originaria de la ciudad de Gaza y ha sido desplazada varias veces desde el comienzo de la guerra. "La vida en Rafah ha sido increíblemente dura en el mes que llevamos aquí", dijo. "Conseguir comida y agua no es fácil, como tampoco lo es moverse por la ciudad debido al hacinamiento, y hay un miedo constante a los bombardeos". Al-Mahmoud no se hace ilusiones de que sea seguro ningún lugar de Gaza. "La situación es terrible en todas partes, y estamos desesperados por tener aunque sea un poco de seguridad: un lugar donde dormir sin el miedo constante a lo que pueda venir."
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