Ciencia y Tecnología

El módulo Odiseo cubre con éxito el último trecho con miras a su alunizaje del jueves

2024-02-21

En los últimos días, Odiseo ha ejecutado con éxito un par de encendido de...

 

Miami, 21 feb (EFE).- El módulo Odiseo se halla en el último trecho del viaje que lo colocará en la superficie lunar, en la que prevé posarse este jueves a las 17:49 hora local del este estadounidense (22:49 GMT) y, tras lo cual, EU cerrará un paréntesis de más de 50 años sin presencia en la Luna.

El módulo, de 4,3 metros de altura y 675 kilos de peso, cumplió este miércoles con una última prueba de fuego, esto es la maniobra llamada Inserción en la Órbita Lunar y durante la cual encendió sus motores para orbitar el satélite a una altura de 92 kilómetros, previo a su descenso del jueves.

"Hasta el día siguiente, mientras el módulo de aterrizaje permanece en órbita lunar, los controladores de vuelo analizarán los datos completos del vuelo y transmitirán imágenes de la Luna", señaló este miércoles la compañía estadounidense Intuitive Machines, fabricante de la nave.

Tras viajar más de un millón de kilómetros, Odiseo se halla así más cerca de su punto de llegada, el macizo de Malapert, a unos 300 kilómetros del Polo Sur lunar, un área cercana a una de las trece regiones candidatas para el alunizaje de la próxima misión tripulada del programa Artemis de la NASA.

"Odiseo sigue gozando de excelente salud", reiteró la compañía en la última actualización publicada sobre la misión IM-1, que despegó la madrugada del 15 de febrero desde el Centro Espacial Kennedy, en Florida (EU), impulsada por un cohete Falcon 9 de SpaceX.

De alcanzar su objetivo, Odiseo, como se ha llamado al módulo de la serie Nova-C fabricado por la firma con sede en Houston (Texas), no solo se convertirá en la primera nave estadounidense que alcance la Luna tras la misión Apolo 17 de 1972, sino que además se llevará el título del primer módulo privado que se pose sobre la superficie del satélite terrestre.

Ello tras la fallida tentativa de la firma Astrobotics, cuyo módulo Peregrine despegó con éxito a comienzos de enero pasado, pero la nave sufrió un problema en su motor que produjo una fuga de combustible y acabó haciendo un viaje de retorno a la atmósfera terrestre para una destrucción controlada.

En los últimos días, Odiseo ha ejecutado con éxito un par de encendido de motores para mantenerse en su trayectoria.

La misión IM-1 se enmarca dentro del programa Servicios Comerciales de Carga Útil Lunar (CLPS) de la NASA, con el que la agencia espacial estadounidense encarga a firmas privadas el transporte a la Luna de instrumentos científicos y tecnológicos necesarios para las tripulaciones de las misiones Artemis.

Odiseo carga en su interior doce cargas útiles, seis de ellas de la NASA y el resto por encargo de diversos clientes particulares, entre los que figura la firma de ropa y accesorios deportivos Columbia, que testará material aislante, y el artista plástico Jeff Koons.

En lo que respecta a la agencia espacial, el módulo lleva en su interior pruebas de cara a una mejor precisión de aterrizaje, así como el RFMG, que provee una medición significativamente más precisa del nivel de llenado de un tanque de combustible, un tema crucial en futuras misiones de larga duración.

Después del aterrizaje, la idea es que las operaciones allí se extiendan durante unos siete días antes de que llegue la noche lunar en el Polo Sur, dejando a Odiseo inoperable.

Según la compañía privada, el éxito de la misión IM-1 "sentará las bases para una economía lunar próspera, abriendo nuevas posibilidades de investigación, comercio y exploración, y acercando el sueño de la humanidad de convertirse en una especie multiplanetaria".



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