Reportajes

Alemanes en la guerra en Ucrania: ¿quién era Savita Wagner?

2024-03-04

En febrero, Wagner fue sepultada en Kiev con honores militares, en la llamada "Avenida de la...

Por Mykola Berdnyk | DW

Diana Savita Wagner, alias "Serpiente", no tenía experiencia militar. Sirvió en un batallón de voluntarios en el este de Ucrania, algo que nunca pensó hacer. Murió en combate con 36 años, a finales de enero.

En realidad, Savita Wagner nunca planeó luchar en el Ejército. Luego de interrumpir sus estudios de Medicina, esta mujer, nacida en Bonn, trabajó dando clases de apoyo en matematicas, latín y alemán, y también como diseñadora web. Con su esposo canadiense, desarrollador de software, se mudó a Halle y se inscribió otra vez en la universidad para estudiar Matemáticas.

Todo cambió cuando, en marzo de 2022, viajó a Ucrania con su automóvil, para prestar ayuda como sanitaria en un país que solo conocía por las noticias. Un mes después de la invasión rusa de Ucrania, Wagner llevó medicamentos y suministros médicos que se necesitaban con urgencia, desde Lemberg hacia Kiev.

Allí se encontró con periodistas occidentales que justamente buscaban un conductor. Viajó con el grupo por calles minadas en los pueblos recién liberados de la ocupación rusa, cerca de Kiev y Chernígov. El equipo de reporteros fuer recibido "como libertadores", contó Wagner a finales de 2022, en entrevista con DW: "Les dabas un pan y casi te besaban los pies. Y luego nos enteramos de que los rusos torturan".

Lo que vivió la puso "agresiva". Ya no le alcanzaba con llevar ayuda humanitaria. "Al diablo con tratar los síntomas. Erradiquemos las causas", pensó en ese momento.

En las trincheras del noreste de Ucrania

Savita Wagner no tenía experiencia militar ni conocimientos de ucraniano. Pero los semestres de Medicina en la universidad "eran lo suficientemente buenos para la medicina en el frente". Hubo intensos combates y se necesitaban médicos con urgencia.

Tras dos meses de formación básica, la alemana fue trasladada al frente del noreste de Ucrania en junio de 2022, como soldado de infantería. En el caos de los primeros meses de guerra, los superiores locales no habían sido informados sobre sus conocimientos médicos, sospechaba.

Durante semanas, Wagner resistió en las trincheras antes de ser enviada como médica: "Estábamos en primera línea del frente las 24 horas del día. Estás en un bosque como este, en medio de la nada. No tienes gafas de visión nocturna o solo tienes unas gafas de visión nocturna para cinco u ocho personas. Algo explota en alguna parte y luego disparas en dirección a los rusos, como fuego de supresión".

Incluso la base de la unidad estaba dentro del alcance de los morteros y tanques rusos: "Cualquier otro Ejército se habría ido de allí, pero los ucranianos son tipos duros, en serio", decía.

No había agua corriente ni baños. "Me duchaba en la lluvia, siempre agradecida cuando llovía. Estás permanentemente sudando o congelándote, no hay nada en el medio. En esas condiciones, en algún momento notas que eso te está desgastando", explicó.

"Nunca fui del tipo bélico"

Fueron experiencias duras para alguien que creció protegida en un hogar de Bonn. Su madre era empleada, su padre, policía. "Nunca vi películas de guerra, nunca fui del tipo bélico", dijo Wagner a DW. Ni siquiera podía recordar las palabras alemanas para términos militares comunes, como "mortero", "pelotón" o "trinchera". Sólo aprendió el idioma de la guerra en su unidad en Ucrania, donde sirvieron muchos extranjeros, y para ella ese idioma era el inglés.

Le irritaba que la mayoría de voluntarios extranjeros en Ucrania vinieran de Estados Unidos, y no de Europa. "Es extremadamente improbable que Putin lance una bomba atómica sobre Estados Unidos. Pero si Ucrania perdiera esta guerra, entonces Putin no se detendría, y toda Europa tendría un gran problema", dijo.

Extranjeros en un batallón nacionalista de voluntarios 

El batallón nacional "Sich de los Cárpatos", en el que sirió Savita Wagner, fue fundado como unidad de voluntarios y sólo más tarde fue integrado en el Ejército regular. Desde el principio, esta formación estuvo más abierta que otras asociaciones a los extranjeros, a menudo sin conocimientos de idiomas ni experiencia de combate.

Pero "Sich de los Cárpatos" tiene fama de ser nacionalista. Sin embargo, Wagner dijo no haber notado nada. Allí se encontró únicamente con "ucranianos promedio": un músico de Donetsk y un empresario textil, por ejemplo. "No es una organización extremista", aseguró. Wagner se definía a sí misma como "apolítica": "No pertenezco a ningún partido. Estoy en el medio, ni de izquierda ni de derecha".

El último descanso de Diana Savita Wagner, en Kiev

Diana Savita Wager murió el 30 de enero de 2024 por fuego de artillería cerca de Svatove, en el este de Ucrania, al tratar de evacuar a soldados colombianos heridos. Durante su estadía en el frente, rescató a docenas de heridos, cuentan sus camaradas.

En febrero, Wagner fue sepultada en Kiev con honores militares, en la llamada "Avenida de la Gloria" del cementerio militar. "Pensamos que era correcto dejarla con sus camaradas", explica a DW su madre, Ula Wagner. "Le apasionaba la causa. Estaba tan comprometida con ella que entregó su vida allí. Y viajaremos a Kiev una vez al año para visitarla".

El esposo de Savita Wagner, Karl S., cuenta sobre los planes de la pareja de vivir alternadamente en Alemania y Ucrania después de la guerra. "Mire, los ucranianos son tan amables", explica. Karl apoyó todo el tiempo a su mujer, a pesar de los peligros a los que se expuso. "Por un lado, quería que volviera. Por el otro, ella hizo algo en lo que creía firmemente: luchó por la libertad de Europa, no solo de Ucrania. Pagó con su sangre la libertad que en Occidente es vista a menudo como algo sobreentendido".



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