Los mantras de las campañas de Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez: “Pueblo” y “presidente” contra “miedo” y “Gobierno”

Elías Camhaji / El País

México está más cerca que nunca de tener a su primera presidenta. Las campañas arrancaron de forma oficial el pasado 1 de marzo, en lo que fue el banderazo de salida para la oficialista Claudia Sheinbaum y la opositora Xóchitl Gálvez, las dos punteras en la carrera rumbo a las próximas elecciones. Las candidatas han dado protagonismo a la lucha contra la inseguridad y a la continuidad de los programas sociales, han lanzado propuestas específicas para el Día Internacional de la Mujer y han insistido en que será una contienda entre dos mujeres, dos estilos y dos proyectos de nación. “Solo hay dos caminos a tomar este 2 de junio: uno, que siga la transformación, el otro que regrese la corrupción”, dijo Sheinbaum, en su primer mitin en el Zócalo de Ciudad de México. “Este 2 de junio vamos a decidir entre dos proyectos. Ya lo dijo la candidata de Morena, uno es que continúe la corrupción”, dijo Gálvez en un acto masivo desde Querétaro, “y el otro es vivir en un México sin miedo”.

¿Cuánto se parecen las declaraciones de ambas aspirantes? ¿Dónde divergen? ¿A qué le dan más importancia en el inicio de la campaña? EL PAÍS puso bajo la lupa los discursos que Gálvez y Sheinbaum han pronunciado, las conferencias de prensa que han ofrecido y sus publicaciones en redes sociales para detectar sus preocupaciones, sus prioridades y sus estrategias en la recta final de la contienda. A partir de las transcripciones facilitadas por sus equipos, el análisis condensa cerca de 125,000 palabras dichas entre ambas tan solo durante la primera semana de sus recorridos.

Se excluyen términos que se repiten, pero que no dicen mucho por sí mismos ―como los artículos, diferentes conjugaciones del mismo verbo o la mayoría de las preposiciones y los pronombres― para desgranar sus mensajes. Y se presentan los resultados de forma visual, con una “nube de palabras”, basada en los conceptos más frecuentes. Ambas candidatas comparten tres de sus palabras más comunes: “Vamos”, “Mujer” y “México”. “Miedo” y “Gobierno” tienen más peso en el discurso de la opositora. “Pueblo” y “presidente”, en el de la abanderada del partido de Andrés Manuel López Obrador.

“El segundo piso de la Cuarta Transformación”

Sheinbaum eligió la plaza más emblemática de la capital, que gobernó durante cinco años, para empezar su campaña y presentar su proyecto de gobierno, con la promesa de dar continuidad a lo iniciado por López Obrador y, a la vez, imprimir un sello propio a su presidencia. La exjefa de Gobierno de Ciudad de México ha dicho “Vamos” más de 900 veces en estos siete días, el detonante para presentar sus propuestas. “Vamos a continuar con la política de austeridad”, dijo en Ciudad Juárez, el sábado pasado. “Vamos a trabajar”, “vamos a impulsar”, “vamos a convertir”, repitió durante ese mitin. También ha sido un llamado a la acción de sus seguidores. “Vamos a llegar el 2 de junio, porque vamos a ganar la elección y vamos a guardar el legado del presidente”, comentó en esa ocasión.

Ambas candidatas comparten tres de sus palabras más comunes: “Vamos”, “Mujer” y “México”.

“Presidente” fue un término repetido por Sheinbaum unas 284 veces en esta primera semana, a un ritmo promedio de 40 veces al día, sin contar con su último mitin en Teoloyucan (Estado de México), que no alcanzó a entrar en el análisis. La candidata utilizó el apellido Obrador otras 74 veces, según sus transcripciones, pero la palabra “presidenta” aparece sólo en 27 ocasiones.

“Mujer”, sin embargo, tiene más peso en los mensajes de la candidata de Morena, con al menos 377 repeticiones. “La transformación lleva rostro de mujer”, afirmó en Querétaro. “¡Que vivan las mujeres!”, fue su cierre en ese acto, donde presentó propuestas sobre cuidados, seguridad y salud a propósito del 8 de marzo, al que también dio importancia Gálvez. Las “vivas” suelen ser la despedida habitual de Sheinbaum: con una arenga por la plaza que visita, otra por la Cuarta Transformación, otra para el presidente y varias más para México. “Tengo claro que no llego yo, llegamos todas”, dijo en el Zócalo, “me va a corresponder luchar también por las mujeres de México”.

Sheinbaum suele interactuar con sus simpatizantes para incorporarlos a sus discursos. “Por el bien de todos…”, dijo la candidata en Guadalajara el pasado domingo para que el público le respondiera con la frase que popularizó López Obrador: “Primero los pobres”. “Transformación” aparece en sus mensajes más de 200 veces, pero “[segundo] piso” sólo 20. “Continuidad con cambio” fue el eslogan que lanzó Morena desde que inauguró el juego por la sucesión a mediados del año pasado. “Continuidad” aparece 49 ocasiones en sus transcripciones; “consolidar”, 98; “continuar”, 20; “seguir”, 119; “siga”, 11; “sigue”, 8, e “historia” 44 veces. “Sigamos haciendo historia” es el nombre de su coalición y uno de sus eslóganes más utilizados. “Pueblo”, otro concepto clave en el imaginario del presidente y su partido, tiene 265 repeticiones.

La candidata tiene clara la estrategia de capitalizar el arrastre del presidente y administrar la ventaja que le dan las encuestas. No mencionó en ninguna ocasión a Gálvez ni a Jorge Álvarez Máynez, sus rivales. Las alusiones suelen ser indirectas o sobre sus propuestas: “No se trata de estar construyendo mega cárceles para los jóvenes”, dijo en rueda de prensa en Mexquitic de Carmona (San Luis Potosí). “Es como una tienda de disfraces la oposición, porque cuando les conviene quieren los programas sociales”, agregó en esa conferencia. Sí son mencionados los sospechosos comunes del lopezobradorismo: Felipe Calderón (27 veces), Vicente Fox (11) y Genaro García Luna (6). Oposición (23 ocasiones), Neoliberal (14), neoliberalismo (9) y PRIAN (10 veces) son otras palabras comunes. La apuesta es convertir la votación en un plebiscito sobre la Cuarta Transformación.

Sheinbaum se ha decidido por presentar un amplio programa de gobierno y tratar de abarcar varios temas. Ha dado importancia a la educación (211 veces), salud (206) y a los derechos (175). Ha hablado de seguridad en 151 ocasiones, pero evita referirse en sentido negativo. Por ejemplo, sólo ha usado “inseguridad” en 21 oportunidades. Prefiere decir “seguro” (15 veces) o “segura” (14), que “inseguro” (7). Como muestra, en su último discurso de la precampaña el pasado 18 de enero, la candidata dijo “seguridad” seis veces, pero “inseguridad” sólo una. “Violencia” no apareció en ese mensaje, pero sí ha repetido esa palabra en 60 ocasiones durante la campaña. Además, no es tan común que utilice “economía” (18 veces) o “económico” (19), pero sí “salario” (121) o “programas sociales”, una fórmula que aparece más de una treintena de ocasiones. “Vamos a garantizar los programas sociales que puso en marcha el presidente López Obrador”, dijo esta semana.

“Por un México sin miedo”

Xóchitl Gálvez arrancó sus recorridos en Fresnillo (Zacatecas), la ciudad con mayor miedo a la delincuencia en el país, en un mitin con una fuerte carga simbólica. Pasó también por Irapuato (Guanajuato) y Ecatepec (Estado de México), dos focos de la violencia en el país, e impulsó el lema de campaña “Por un México sin miedo”. Para muestra, “miedo” apareció al menos 173 veces en sus discursos, “seguridad” en 128 ocasiones y delincuente en más de un centenar de oportunidades. “La gente tiene miedo porque este sexenio ya es el más violento de la historia”, afirmó en su primer acto. “Morena es más narco, más muerte, más miedo”, agregó.

La candidata opositora usa también esa palabra como un vehículo para hablar de temas más amplios. Vislumbra un país “sin miedo a emprender, sin miedo a salir adelante, sin miedo al éxito”, dijo en Fresnillo. Es una herramienta también para hacer evidente el contraste con Sheinbaum y para presentarse como la única aspirante que puede competir contra la maquinaria oficialista. “Una presidenta sin miedo, eso voy a ser”, aseguró en Querétaro el fin de semana pasado. Ya daba visos de la estrategia en su cierre de precampaña en la Arena Ciudad de México, el 14 de enero, donde mencionó “miedo” en ocho ocasiones. Pero ahora tiene más peso. En Fresnillo, por ejemplo, apareció 13 ocasiones y otras 20 en Aguascalientes, donde dio su primera rueda de prensa, aunque en Irapuato, sólo tres.

Las palabras “Miedo” y “Gobierno” tienen más peso en el discurso de Xóchitl Galvéz.

“Vamos”(490 veces), “Mujer” (243) y “México” (232) también son piezas clave de su mensaje. “Los mexicanos esperan de mí una mujer valiente, echada para adelante, que realmente tenga la capacidad y el liderazgo para conducir este país a un destino distinto”, señaló en conferencia de prensa en la capital. Gálvez ha buscado dejar atrás la imagen encorsetada que se le achacó en la precampaña y se ha mostrado como la política que no habla como los demás políticos. “Está muy cabrón el calor, pero está más cabrón aguantar a Morena otros seis años”, bromeó en Villahermosa (Tabasco).

Gálvez, la más cercana perseguidora de Sheinbaum, apuesta por una campaña de contraste. Ha hecho más alusiones a Morena (51 veces) que su rival (39). Se refirió a “Claudia” en 30 ocasiones, cuatro veces al día en sus mítines y conferencias, dijo “Sheinbaum” 34 veces y “claudicar”, en cinco oportunidades más. “Claudia es claudicar y México no quiere claudicar”, aseguró en Zacatecas. Pese a todo, “presidente” es un término mucho más común en sus discursos, ya sea para hablar de López Obrador o de su contrincante. “La corcholata del presidente ya nos dijo que le apuesta a más militarización, a más simulación, a más inacción y a más desesperanza”, señaló.

El análisis de Gálvez arroja “presidenta” 58 veces, más del doble que Sheinbaum. “Gobierno”, que ha repetido en 156 ocasiones, tiene varios usos. Sirve para criticar a la actual Administración ―”El Gobierno tiene abandonados a los Estados” ―, para hablar de lo que va a ser si llega al poder ―”en mi Gobierno no habrá ni rateros, ni talegones ni pendejos”― y para distinguirse de sus rivales: “En Yucatán van a seguir los buenos gobiernos del PRI y del PAN”. PAN aparece 21 veces, al igual que PRD, mientras que PRI sale en 19 repeticiones.

La candidata opositora prefiere hablar a la “gente” (88 veces) y a los “ciudadanos” (32) que al “pueblo” (25). “Familia” aparece en 52 ocasiones. Gálvez ha apelado a hablar desde su propia experiencia y a hacer una campaña más centrada en darse a conocer como candidata. Ha dicho “Yo” en 358 ocasiones, el triple que Sheinbaum (104). “Yo vengo desde abajo”, “yo tuve que vender gelatinas de niña”, “yo, como presidenta, me voy a hacer responsable de su seguridad” o “yo sé lo que es estar en sus zapatos” son algunos ejemplos.

Gálvez ha priorizado hablar sobre “jóvenes” (140 veces), la “policía” (119), el “agua” (74), la “salud” (60) y los programas sociales, en un número similar de veces que Sheinbaum. No ha comentado mucho sobre “economía”, un término que sólo ha mencionado cinco veces, aunque el número sube si se suma “económico” (16) y “económica” (9). “Dinero” es más recurrente (88 veces), así como “Trabajo” (42), “empleo” (27) y “salario” (22). Sus mensajes en mítines suelen ser más concisos y sus conferencias de prensa más largas que las de Sheinbaum.

Además del “pacto de sangre” que selló para continuar con los programas sociales, Gálvez ha hecho múltiples referencias a los proyectos insignia de López Obrador. El Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles sale 10 veces en sus declaraciones; la refinería Dos Bocas en 20 ocasiones; el Tren Maya en 13 oportunidades, y la Guardia Nacional, unas 50. Al igual que Sheinbaum, habla más de Calderón (19 veces) que de Fox (7). Apenas menciona a Enrique Peña Nieto (3 ocasiones), quien no aparece en los mensajes de la abanderada de Morena. En sus intervenciones públicas, la opositora apela más a la “verdad” (67 repeticiones), a la “vida” (49), a los “derechos” (34) y en menor medida, a la “libertad” (16).

La campaña en redes

Las candidatas hacen ligeros ajustes en redes sociales, tratando de mostrarse cercanas a los votantes y con mensajes más breves y directos. Hasta la tarde de este viernes, por ejemplo, Sheinbaum no mencionó a López Obrador en ninguna de sus publicaciones ni tampoco al “presidente”, aunque sí destacó el “súperpeso” y la caída de la inflación en febrero. La candidata de Morena prefiere hablar de las mujeres, del pueblo y de la transformación. El eslogan #Sigamoshaciendohistoria es una mención habitual que, sin embargo, no logra colarse entre sus cinco términos más utilizados.

Gálvez, en cambio, apuesta por posicionar el hashtag #MXsinMiedo, por mucho lo que más tuitea, con 69 menciones. “Miedo” aparece por separado entre sus palabras más comunes, pero también se cuelan en el análisis “corazón” ―por el nombre de su coalición, Fuerza y Corazón por México― y “abrazos” ―para criticar la política de seguridad de López Obrador y para agradecer las muestras de cariño―, aunque no son tan comunes. La candidata opositora también alude en siete ocasiones a la cuenta de Sheinbaum y en un par más con la etiqueta #Claudiamiente, capitalizando lapsus, lanzando retos y cuestionando a su rival.

Los grandes ausentes de las redes de Gálvez son los líderes de los partidos que la impulsan: el panista Marko Cortés, el priista Alejandro Alito Moreno y el perredista Jesús Zambrano. Sheinbaum, por su parte, prácticamente no habla de sus aliados del Partido Verde y el Partido del Trabajo. Sí lo hace de los candidatos que la han acompañado como Alma Alcaraz en Guanajuato o Claudia Delgadillo en Jalisco. Clara Brugada, aspirante a la Jefatura de Gobierno, sólo aparece en una ocasión. Otros personajes que figuran en sus publicaciones son el exministro Arturo Zaldívar, el exgobernador Javier Corral, Omar García Harfuch y Andrea Chávez, candidatos al Senado. Gálvez ha mencionado a Santiago Taboada, candidato en la capital; a la aspirante en Guanajuato, Libia García y al yucateco Renán Barrera para impulsar sus candidaturas en los nueve Estados que eligen Gobiernos estatales. La campaña continúa con alrededor de 80 días más de recorridos, declaraciones y roces hasta la cita en las urnas en junio próximo. Esta semana, Gálvez habló de “ganar” en 71 ocasiones y Sheinbaum, en 58.

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