Internacional - Seguridad y Justicia
Manifestantes opuestos a la guerra en Gaza chocan con policías en campus en Texas
NUEVA YORK (AP) — Manifestantes y policías chocaron el lunes en la Universidad de Texas en una confrontación que derivó en docenas de arrestos, y la Universidad de Columbia empezó a suspender a alumnos, mientras universidades de diversas ciudades de Estados Unidos imploran a sus estudiantes que desalojen los campamentos que instalaron en protesta por la guerra en Gaza en un momento en que se aproximan las ceremonias de graduación.
De costa a costa, los estudiantes protestan por la guerra entre Israel y Hamás y su creciente cifra de muertos, y el número de arrestos en campus de todo Estados Unidos está cerca de llegar a 1,000 a medida que concluyen los últimos días de clases. La indignación está obligando a las universidades a reconsiderar sus vínculos financieros con Israel, al igual que su respaldo a la libre expresión.
Las protestas incluso se han extendido a Europa, donde la policía francesa ha retirado a docenas de estudiantes de la Universidad de la Sorbona después de que ocuparon el jardín principal. En Canadá han surgido acampadas estudiantiles de protesta en la Universidad de Ottawa, en la Universidad McGill de Montreal y en la Universidad de la Columbia Británica en Vancouver, reportó The Canadian Press.
En la Universidad de Texas, campus Austin, un abogado dijo que al menos 40 manifestantes habían sido arrestados el lunes, algunos de ellos por agentes con equipo antimotines que rodearon a unos 100 manifestantes sentados, a quienes arrastraron o cargaron uno por uno en medio de gritos. Otro grupo de inconformes acorraló a la policía y a una camioneta llena de personas arrestadas entre edificios, por lo que los policías utilizaron gas lacrimógeno y granadas aturdidoras para obligar a la multitud a retirarse.
El enfrentamiento representó un agravamiento de la situación en el campus de 53,000 estudiantes en la capital estatal, donde más de 50 manifestantes fueron arrestados la semana pasada.
La universidad emitió la noche del lunes un comunicado en el que afirmaba que muchos de los manifestantes del lunes no estaban afiliados a la escuela y que los campamentos están prohibidos en el campus. La universidad también alegó que algunos manifestantes se mostraron “física y verbalmente combativos” con el personal de la universidad, lo que llevó a las autoridades a llamar a la policía.
La situación de los estudiantes que han sido detenidos se ha convertido en una parte central de las protestas, en las que los estudiantes y un número creciente de profesores exigen amnistía para los manifestantes. La cuestión es si las suspensiones y los expedientes judiciales seguirán a los estudiantes durante su vida adulta.
Las protestas en Texas y en otros sitios fueron inspiradas por las primeras manifestaciones efectuadas en Columbia, las cuales han continuado. El lunes, los estudiantes activistas en Columbia desafiaron el plazo de las 14:00 horas para abandonar un campamento de unas 120 tiendas de campaña en el campus de Manhattan.
En su lugar, cientos de manifestantes marcharon por el patio, aplaudiendo, cantando y zigzagueando entre el material que será usado para las ceremonias de graduación que supuestamente comenzarán la próxima semana.
Un puñado de manifestantes opuestos ondeaban banderas israelíes, y uno sostenía un cartel en el que se leía: ”¿Dónde están los cánticos contra Hamás?”.
La universidad no llamó a la policía para desalojar a los manifestantes. Pero tres horas después de que venciera el plazo, el portavoz de la universidad, Ben Chang, dijo que Columbia había empezado a suspender a los estudiantes.
Chang dijo que, aunque la universidad apreciaba el derecho a la libertad de expresión de los estudiantes, la acampada era una “distracción ruidosa” que interfería con la enseñanza y la preparación de los exámenes finales. Las protestas también incomodaron profundamente a algunos estudiantes judíos, dijo.
Había pocos detalles por el momento, como cuántos estudiantes habían sido suspendidos, cómo se llevarían a cabo las suspensiones o si los estudiantes suspendidos serían expulsados del campus. Los organizadores de la protesta dijeron que, hasta el momento, no tenían conocimiento de ninguna suspensión.
La manera en que la Universidad de Columbia ha manejado las protestas ha dado pie a querellas a nivel federal.
Una demanda colectiva en nombre de estudiantes judíos alega incumplimiento de contrato por parte de Columbia, afirmando que la universidad no mantuvo un ambiente adecuado para el aprendizaje, a pesar de sus políticas y promesas. También impugna la medida para no impartir clases presenciales e intenta que haya una pronta acción judicial que obligue a Columbia a proporcionarle seguridad a los estudiantes.
Mientras tanto, un grupo jurídico que representa a estudiantes propalestinos exhortó a la oficina de derechos civiles del Departamento de Educación federal a que investigue si Columbia está acatando la Ley de los Derechos Civiles de 1964 por la forma en que ellos han sido tratados.
Un portavoz de la universidad declinó comentar al respecto.
En un caso excepcional, la Universidad del Noroeste dijo que llegó a un acuerdo con estudiantes y profesores que representan a la mayoría de los manifestantes en su campus cerca de Chicago. Permite manifestaciones pacíficas hasta que concluyan las clases el 1 de junio, requiere el retiro de todas las tiendas excepto una para prestar ayuda, y restringe el área de la manifestación para permitir solamente el ingreso de estudiantes, profesores y otro personal a menos que la universidad apruebe otra cosa.
En otros lugares, los administradores han intentado salvar sus ceremonias de graduación y varios han ordenado desalojar los campamentos en los últimos días. Cuando estos intentos han fracasado, los funcionarios han amenazado con medidas disciplinarias, incluida la suspensión, y con posibles detenciones.
Pero los estudiantes se han mantenido firmes en sus posiciones en algunas universidades de alto nivel, como Harvard, la Universidad de Pensilvania y Yale, entre otras.
Jacob Ginn, estudiante de segundo año de la licenciatura de sociología en la Universidad de Carolina del Norte, dijo que había estado protestando en la acampada durante cuatro días, lo que incluyó negociaciones con los administradores el viernes.
“Estamos preparados para todo y permaneceremos aquí hasta que la universidad cumpla nuestras exigencias, y nos mantendremos firmes y fuertes ante cualquier brutalidad y represión con la que intenten atacarnos”, dijo Ginn en referencia a una posible redada policial al campamento.
aranza
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