Internacional - Seguridad y Justicia

Jueza ordena repetir juicio civil contra empresa contratista acusada de abusos en Abu Ghraib

2024-06-14

Los abogados de los demandantes intentaron impedir que CACI expusiera ese argumento en el juicio,...

 

ALEXANDRIA, Virginia, EU (AP) — Una jueza ordenó el viernes que se repitiera el juicio por las acusaciones de que una empresa militar contratista con sede en Virginia contribuyó a los malos tratos y torturas infligidos a detenidos en la tristemente célebre prisión iraquí de Abu Ghraib hace dos décadas.

El juicio civil celebrado a principios de este año terminó con un jurado en desacuerdo y un juicio nulo, ya que el panel de ocho personas se dividió sobre si la empresa contratista CACI era responsable de los malos tratos infligidos a los tres supervivientes de Abu Ghraib que presentaron la demanda. Dos miembros del jurado declararon a The Associated Press tras la anulación del juicio que la mayoría del jurado quería declarar responsable a CACI. En los casos civiles federales se requiere un veredicto unánime del jurado.

CACI proporcionó interrogadores civiles a la prisión en 2003 y 2004 para suplir la falta de interrogadores militares. La demanda alegaba que esos interrogadores conspiraron con los soldados para maltratar a los detenidos con el fin de “ablandarlos” para el interrogatorio.

En una audiencia celebrada el viernes, la jueza federal de distrito Leonie Brinkema dijo que había “dado vueltas y vueltas” sobre la pertinencia de un nuevo juicio, pero finalmente decidió que los demandantes estaban en su derecho de repetir el caso.

Tras declarar la nulidad del juicio el mes pasado, Brinkema planteó desde el estrado si un nuevo juicio será una buena idea.

En primer lugar, fue necesario un enorme esfuerzo y 16 años de disputas legales para llevar el caso a juicio. Fue la primera vez que un jurado estadounidense escuchaba las demandas presentadas por supervivientes de Abu Ghraib en los 20 años transcurridos desde que las fotos de los malos tratos infligidos a los detenidos —acompañadas de soldados estadounidenses sonrientes— conmocionaron al mundo durante la ocupación estadounidense de Irak.

El juicio duró sólo una semana, pero el jurado deliberó durante ocho días.

En los documentos judiciales que se oponen a un nuevo juicio, CACI argumenta que “los demandantes tuvieron su día en el tribunal, un día en el tribunal que arrojó luz sobre el escándalo de Abu Ghraib tan brillantemente como lo permite el privilegio del secreto de Estado. Las pruebas presentadas en el juicio demuestran sin lugar a duda que un jurado... no podía razonablemente emitir otro veredicto que no fuera favorable a CACI”.

CACI afirmó que su defensa se vio obstaculizada porque el gobierno alegó que gran parte de las pruebas eran confidenciales y no podían presentarse en un juicio público. La jueza señaló el viernes que el uso del secreto de Estado por parte del gobierno también causaba dificultades a los demandantes.

Los abogados de los demandantes, representados por el Centro de Derechos Constitucionales, habían alegado que tenían derecho a un nuevo juicio y que la jueza sólo podía impedirlo si CACI demostraba que ningún jurado razonable la consideraría responsable.

Durante el juicio, el jurado formuló preguntas que demostraban que estaba dividido e inseguro sobre cómo aplicar un principio jurídico denominado doctrina de los “servidores prestados”. CACI, como una de sus defensas, argumentó que no debía ser responsable de las faltas cometidas por sus empleados si estaban bajo el control y la dirección del Ejército.

Los abogados de los demandantes intentaron impedir que CACI expusiera ese argumento en el juicio, pero Brinkema permitió que el jurado lo considerara.

Ambas partes discutieron el alcance de la jurisprudencia. Fundamentalmente, si CACI podía demostrar que sus interrogadores estaban bajo el mando y control del Ejército en el momento en que se produjo la conducta indebida, el jurado debía fallar a favor de CACI.

Aunque se tardó 16 años en juzgar el primer caso, no se debería tardar tanto en celebrar un nuevo juicio. Brinkema dijo que quiere que el nuevo juicio se celebre este año, y ambas partes indicaron que inicialmente estaban dispuestas a fijar la fecha del juicio para octubre.

Muchos de los testigos del juicio testificaron mediante declaraciones grabadas, incluidos varios de los soldados que custodiaban la prisión y que fueron condenados en consejos de guerra por maltratar a los detenidos. Por lo tanto, es probable que su testimonio pueda ser reproducido ante un nuevo jurado.



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