Internacional - Seguridad y Justicia

Turquía y Siria: acercamiento eclipsado por la violencia

2024-07-02

Pero, ahora, aparentemente soplan nuevos vientos. Erdogan dijo a finales de la semana pasada que no...

Por Kersten Knipp | DW

Muertes en la zona fronteriza entre Siria y Turquía, cerca de Afrin. Varias personas fallecieron en las protestas contra Turquía en el noroeste de Siria. Los manifestantes, en la zona controlada por Turquía, dijeron que actuaban por solidaridad con sus compatriotas sirios en Turquía.

En la ciudad turca de Kayseri, una turba de personas había incendiado y destruido tiendas y automóviles pertenecientes a refugiados sirios. "No queremos más sirios", coreaba la multitud enojada.

La ira de la multitud también iba dirigida contra la política de puertas abiertas hacia Siria del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan. En total, en Turquía viven unos tres millones y medio de sirios. El propio Erdogan catalogó los disturbios en Kayseri de "inaceptables". Según los medios de comunicación, allí fueron detenidas unas 470 personas.

Reconciliación anunciada

Las protestas y los estallidos de violencia son extremadamente inoportunos para ambos Gobiernos. Unos días antes, los gobernantes de ambos países habían anunciado que querían retomar sus relaciones.

Ankara ya había congelado estas relaciones al comienzo de la guerra civil siria en 2011. Turquía apoyó principalmente a los grupos yihadistas que luchaban contra el régimen sirio. La relación entre ambos Estados también empeoró porque Turquía tomó el control de partes del noroeste sirio en 2018. Allí, lucha contra las fuerzas kurdas, que Ankara describe como terroristas.

Pero, ahora, aparentemente soplan nuevos vientos. Erdogan dijo a finales de la semana pasada que no había obstáculos para reanudar las relaciones diplomáticas con Siria. Poco antes, el presidente sirio, Bashar al Assad, también había indicado que quería reavivar las relaciones con Turquía.

Los intereses de Erdogan

Para ambos países hay mucho en juego. El Gobierno de Ankara está bajo una enorme presión debido a los refugiados sirios que viven en Turquía. El resentimiento hacia ellos ha aumentado mucho en los últimos años. Por eso, Erdogan quiere impedir que más sirios vayan a Turquía, afirma André Bank, experto en Siria y Turquía del Instituto Alemán de Estudios Globales y Regionales (GIGA), en Hamburgo.

"También quiere garantizar que el mayor número posible de sirios abandone Turquía", añade. Si lograra concluir un acuerdo de repatriación, sería un gran éxito político interno para Erdogan.

Además, Turquía tiene la vista puesta en el noreste de Siria, donde el Ejército turco lleva años luchando contra la milicia kurda YPG. Un acontecimiento en el noreste podría ser el verdadero detonante de las próximas negociaciones entre Siria y Turquía, afirma Michael Bauer, jefe de la oficina de la Fundación Konrad Adenauer (KAS) en el Líbano, que también sigue desde allí los acontecimientos en Siria .

"Las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF), que están presentes en la región y están dirigidas contra Assad, y el autogobierno kurdo habían declarado recientemente que querían celebrar elecciones locales en las zonas controladas por los kurdos", explica Bauer. Este proyecto fue especialmente rechazado en Turquía. "Debido a la presión internacional, ahora se han pospuesto hasta agosto", dice.

Objetivos del Gobierno sirio

Para Assad, se trata de lograr un proceso de normalización con los Estados árabes, asegura Bank. Este comenzó cuando Siria se convirtió en miembro activo de la Liga Árabe, en 2023. El régimen también quiere recuperar la región de Idlib, en el noroeste del país, actualmente controlada por la milicia islamista radical Hayat Tahrir al Sham (HTS). Dado que Turquía controla la parte norte de Idlib, la cooperación entre los dos Estados podría ser una opció, y podría ampliarse a las zonas controladas por los kurdos en el noreste del país.

La cuestión es qué impacto tendrán los disturbios de ambos lados en el planeado acercamiento sirio-turco. Por un lado, es probable que sea un obstáculo. Pero, por otro, la cooperación podría desactivar las demandas y motivos de los manifestantes, y ambas partes podrían "venderlo" como un éxito en su propio país.

Esto es particularmente cierto en el caso de Turquía, que quiere deshacerse de los refugiados. Pero favorecería también a Assad, de cara a las negociaciones sobre el estatus de la región controlada por Turquía alrededor de Afrin, que le gustaría reintegrar plenamente al Estado sirio.

El papel de Rusia

Lo que puede preocupar a los europeos en todo esto es que, según observadores, los primeros pasos hacia un acercamiento turco-sirio ya se han dado entre bastidores, con mediación rusa. "En la UE, debemos ser conscientes de que Moscú perseguirá incondicionalmente sus propios intereses en Siria y la región", advierte el experto de la KAS, Michael Bauer, "incluso y sobre todo a costa de Europa".



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