Migración
¿De verdad podría Trump deportar a millones de inmigrantes ilegales como ha prometido?
Cuando Donald Trump se postuló a la presidencia en 2016, prometió construir un muro para clausurar la frontera y evitar que los criminales entraran al país. En esta campaña, le ha dado un nuevo enfoque a su agenda de inmigración: un programa de deportación masiva diferente a todo lo que el país ha visto hasta la fecha.
La plataforma de su partido, ratificada en la convención republicana en Milwaukee, prometió realizar el “mayor esfuerzo de deportación en la historia de Estados Unidos”, y la inmigración fue el tema de la reunión del martes.
¿Qué se necesitaría para deportar a millones de personas? ¿Es posible?
¿Cuántos inmigrantes viven ilegalmente en el país?
En 2022, había 11 millones de inmigrantes viviendo en Estados Unidos sin permiso legal, según las últimas estimaciones del gobierno. De ellos, más de 8 de cada 10 llevan más de una década en el país. Trump dijo durante el debate del mes pasado que había 18 millones, un dato sin respaldo.
Personas de países como Venezuela han cruzado la frontera en números récord durante la administración Biden huyendo de la agitación política y los problemas económicos.
Cuando Donald Trump se postuló a la presidencia en 2016, prometió construir un muro para clausurar la frontera y evitar que los criminales entraran al país. En esta campaña, le ha dado un nuevo enfoque a su agenda de inmigración: un programa de deportación masiva diferente a todo lo que el país ha visto hasta la fecha.
La plataforma de su partido, ratificada en la convención republicana en Milwaukee, prometió realizar el “mayor esfuerzo de deportación en la historia de Estados Unidos”, y la inmigración fue el tema de la reunión del martes.
¿Qué se necesitaría para deportar a millones de personas? ¿Es posible?
¿Cuántos inmigrantes viven ilegalmente en el país?
En 2022, había 11 millones de inmigrantes viviendo en Estados Unidos sin permiso legal, según las últimas estimaciones del gobierno. De ellos, más de 8 de cada 10 llevan más de una década en el país. Trump dijo durante el debate del mes pasado que había 18 millones, un dato sin respaldo.
Personas de países como Venezuela han cruzado la frontera en números récord durante la administración Biden huyendo de la agitación política y los problemas económicos.
¿Quiénes serían objeto de deportación? ¿Sería fácil expulsarlos?
Trump y la plataforma republicana han hecho declaraciones grandilocuentes, pero hasta el momento han ofrecido muy pocos detalles sobre cómo piensan llevar a cabo esa operación.
El expresidente ha sugerido que cualquier inmigrante que carezca de estatus legal está sujeto a expulsión.
La plataforma del partido indica que se daría prioridad a “los criminales más peligrosos”.
También dijo: “el Partido Republicano se compromete a devolver a los extranjeros ilegales a sus casas y a expulsar a quienes han violado nuestras leyes”.
El consenso entre los expertos en inmigración y los exfuncionarios de seguridad nacional es que las barreras logísticas, legales, burocráticas y económicas harían prácticamente imposible llevar a cabo las deportaciones masivas que Trump quiere en el lapso de un período presidencial de cuatro años.
“Es enormemente complicado y costoso deportar a personas que llevan años viviendo aquí”, dijo Laura Collins, experta en inmigración del Instituto George W. Bush en Dallas. Costaría “miles de millones de dólares. Probablemente tardaría 20 años y contraería la economía”, añadió.
Requeriría un gran flujo de recursos hacia todo el sistema de ejecución y miles de millones en nuevas asignaciones.
“Aunque tuviera un Congreso dispuesto a promulgar reformas estatutarias drásticas y asignar decenas de miles de millones de dólares, es imposible que ese sistema pueda ser completamente funcional en un período de cuatro años”, afirmó John Sandweg, funcionario de seguridad nacional en el gobierno de Obama.
¿Qué otros obstáculos existirían?
Los inmigrantes que viven en el país desde hace años tienen protección legal y derecho a un debido proceso.
Quienes han entrado ilegalmente al país en los últimos años han sido procesados en la frontera y luego liberados con órdenes de comparecer ante el tribunal para las audiencias de deportación. Mientras sus casos se resuelven en la corte de inmigración, algo que normalmente tarda varios años más, tienen derecho a permanecer en Estados Unidos.
“Trump necesitaría triplicar el tamaño de la corte de inmigración para lograr los números de los que está hablando”, dijo Sandweg. “Incluso en ese caso, necesitaría fondos para construir nuevos tribunales, contratar personal de apoyo y capacitar a los jueces”.
Décadas de falta de financiación y un gran número de solicitudes de asilo han exacerbado los retrasos.
“A la persona se le debe emitir una orden de deportación, un presidente simplemente no puede anular ese procedimiento”, dijo Janet Napolitano, secretaria de Seguridad Nacional durante el gobierno de Obama. “Sería necesario cambiar la ley y el Congreso tendría que jugar un papel activo en ese caso”.
Además del costo, un Congreso polarizado o incluso controlado por los republicanos también tendría que llegar a un consenso sobre el contenido de la operación, una perspectiva desalentadora teniendo en cuenta que el Congreso no ha logrado reformar el sistema de inmigración desde hace más de dos décadas.
¿Hay suficiente personal, instalaciones, aviones y otros medios de transporte para una operación de deportación?
Durante la administración Trump se produjeron unas 936 mil deportaciones, según datos oficiales. Hasta febrero, la administración Biden había expulsado a unas 340 mil personas.
Para identificar y arrestar a millones de personas dentro del país se necesitarían decenas de miles de agentes de inmigración más, apuntó Napolitano.
Trump ha dicho que reclutaría a la Guardia Nacional y otros recursos del ejército para ejecutar su plan.
La policía local podría encargarse de identificar a las personas sin estatus legal y entregarlas al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, algo que ya ha ocurrido en el pasado en algunas localidades.
Sin embargo, Chicago, Denver, Los Ángeles y Filadelfia son solo algunas de las ciudades que se niegan a colaborar con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), por temor a que esa cooperación promueva la discriminación racial e involucre en procedimientos de deportación a inmigrantes que han cometido delitos menores, como infracciones de tráfico.
“Habrá áreas que no querrán tener nada que ver con eso”, dijo Michael Neifach, un experto en seguridad fronteriza que fue el principal asesor legal del ICE durante el gobierno de George W. Bush.
Actualmente, los agentes del ICE se enfocan en localizar y deportar a criminales convictos, como personas que han abusado de niños y otros sospechosos de ser una amenaza para la seguridad pública o nacional.
Alrededor de 1 millón de inmigrantes con órdenes definitivas de deportación que viven en el país podrían ser un grupo objetivo.
“Digamos que encuentras a estas personas. Entonces tienes que detenerlas”, dijo Neifach. “¿Cómo vas a expandir la detención sin causar estragos económicos?”.
Cada deportado potencial es retenido en un centro de detención, en el año fiscal actual, el Congreso financió la detención de 41 500 inmigrantes cada día a un costo de 3,4 mil millones de dólares, que tendría que aumentar exponencialmente.
Y muchos inmigrantes provienen de países que no tienen relaciones diplomáticas con Estados Unidos o que se niegan a recibirlos de vuelta. No pueden ser expulsados del país de inmediato y el Tribunal Supremo ha dictaminado que las personas no pueden permanecer detenidas durante períodos ilimitados a la espera de su expulsión.
El presupuesto del ICE para transporte y deportación en el año fiscal 2023 fue de 420 millones de dólares y la agencia deportó a 142 580 personas ese año.
¿Cómo podría Trump acelerar el ritmo de las expulsiones?
Otra administración de Trump podría acelerar las deportaciones finalizando los programas que ha introducido la administración de Biden.
Por ejemplo, desde 2022, unas 500 mil personas de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela han podido volar a Estados Unidos y vivir y trabajar durante dos años gracias a un patrocinador económico. Biden también ha permitido que casi 700 mil migrantes que sacan cita en una aplicación móvil crucen la frontera a través de una zona de entrada oficial y reciban permisos de trabajo.
“Trump podría accionar el interruptor y revocarlo”, dijo Neifach. Pero agregó que, muchos de los migrantes podrían presentar solicitudes de asilo y pasar a formar parte del atasco de los tribunales.
La expulsión acelerada en la frontera permite la deportación rápida de migrantes sin una audiencia, a menos que convenzan a un agente de que podrían ser víctimas de la violencia en sus países de origen. En junio, Biden emitió una orden ejecutiva que actualmente está siendo impugnada en los tribunales para ampliar el uso de esta herramienta.
Trump podría extenderla dentro del país, aunque es probable que afronte retos judiciales.
¿Habría alguna excepción entre los deportados?
Trump no ha dicho si aplicará algún criterio discrecional o hará alguna excepción.
Más de un millón de estadounidenses están casados con una persona sin estatus legal y gran parte de los inmigrantes tienen hijos que son ciudadanos estadounidenses.
“Cuando se habla de números de esa magnitud y de la presencia de las fuerzas del orden, al final hay que preguntarse: ¿cuál será su impacto en el clima del país?”, sentenció Napolitano, exsecretario de Seguridad Nacional.
aranza
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