Internacional - Política

Cataluña deja atrás "procés" independentista y estrena nuevo ciclo con el socialista Illa

2024-08-12

Las críticas fueron rechazadas por el ministro de Transportes y Movilidad Sostenible,...

 

Barcelona (España), 12 ago (EFE).- Con la asunción del Gobierno presidido por el socialista Salvador Illa, Cataluña estrena una etapa de moderación que marca el final del "procés", como se bautizó el intento independentista encabezado por el expresidente catalán Carles Puigdemont, hoy huido de la Justicia española.

Illa, el primer presidente no soberanista de Cataluña en casi 15 años, lidera un equipo con "vocación de servicio" y "transversal, representativo tanto territorialmente como socialmente del país", que deberá servir a una "nación catalana" dentro de una "España plurinacional" y en "una Europa de horizonte federal".

Así lo ha remarcado Illa en el acto de toma de posesión de los 16 consejeros del Gobierno regional, en el que figuran, además de socialistas e independientes, nacionalistas moderados catalanes y el hasta ahora portavoz del Parlamento europeo, Jaume Duch.

El dirigente socialista se ha comprometido también a transformar Cataluña mediante "el diálogo, el análisis reflexivo y no precipitado y la búsqueda de consensos y acuerdos como método para avanzar".

La sombra de Puigdemont

Puigdemont, que huyó de España en 2017 tras liderar el fallido intento independentista, regresó fugazmente a Barcelona la pasada semana, coincidiendo con la investidura de Illa, y volvió a huir para esquivar a la Justicia española, que le acusa de malversación de fondos públicos.

Su delito no está amparado por la ley de amnistía recientemente aprobada en España a instancias del Gobierno de coalición que preside el socialista Pedro Sánchez y que ha beneficiado a otros dirigentes independentistas catalanes.

Tras encabezar un breve acto secesionista que reunió a unos 3,000 seguidores -muy lejos de las movilizaciones masivas que lideró durante el "procés"-, Puigdemont se esfumó, a pleno día y ante la policía y la prensa, para regresar a Waterloo (Bélgica), donde ha fijado su residencia y donde puede permanecer a salvo de la Justicia española mientras no haya una orden europea de detención en su contra.

Su rocambolesca huida ha puesto en el ojo del huracán a la policía catalana -encargada de su vigilancia- y ha acentuado la confrontación entre la oposición conservadora -y la ultraderecha- y el Gobierno de Sánchez.

El conservador Partido Popular reiteró este lunes sus críticas contra los socialistas y acusó a Illa de haber llegado a la Presidencia de Cataluña gracias a un "pacto de la huida" que ha dado "impunidad" a Puigdemont.

Las críticas fueron rechazadas por el ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, que considera la fuga como un "ruido" que no beneficia ni a Puigdemont ni a su partido, Junts.

El incierto futuro de Carles Puigdemont puede ser determinante para la estabilidad del Gobierno de Sánchez, que precisa de los siete votos de Junts en el Parlamento español para sacar adelante sus propuestas.

 



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