Internacional - Política
Harris espera que una nueva serie de estrategias neutralice los ataques del Partido Republicano
Nicholas Nehamas, Jazmine Ulloa, Shane Goldmacher / NYT
LAS VEGAS — Durante semanas, los republicanos se han dedicado a atacar a la vicepresidenta Kamala Harris por el tema migratorio, culpándola de las políticas del presidente Joe Biden en la frontera.
Ahora, Harris, la candidata presidencial demócrata, está tratando de neutralizar esa línea de ataque, una de sus mayores debilidades ante los votantes, con una serie de estrategias que los demócratas aseguran que les han funcionado en las últimas elecciones y con la postura más contundente que ha mostrado hasta ahora como una fiscal dura con la delincuencia centrada en asegurar la frontera.
Esta semana, contraatacó con la promesa de aumentar la seguridad fronteriza de resultar elegida y criticó a su oponente republicano, el expresidente Donald Trump, por ayudar a acabar con un acuerdo fronterizo bipartidista en el Congreso. Además, su campaña ha dado marcha atrás en algunas de las posturas más progresistas que adoptó durante su candidatura a la nominación demócrata en 2019, incluida su postura de que los migrantes que cruzan la frontera de Estados Unidos sin autorización no deberían enfrentar sanciones penales.
“Fui fiscal general de un estado fronterizo”, dijo el viernes Harris, quien fue fiscal superior de California, en un mitin en Arizona, un estado pendular donde la inmigración es una de las principales preocupaciones de los votantes. “Perseguí a las bandas transnacionales, a los cárteles de la droga y a los traficantes de personas. Los procesé, caso por caso, y gané”, declaró.
Un día antes, la campaña de Harris sacó al aire un anuncio en el que destacaba este giro. El anuncio, dirigido a los votantes de los estados disputados, prometía que Harris “contrataría a miles de agentes fronterizos más y tomaría medidas enérgicas contra el fentanilo y el tráfico de seres humanos”. No mencionaba a los inmigrantes que ya se encuentran ilegalmente en Estados Unidos (una de las principales prioridades para muchos progresistas y activistas de la inmigración), aunque en su discurso de Arizona Harris subrayó la importancia de una “reforma integral” que incluya “una vía ganada a la ciudadanía”.
Ningún otro candidato demócrata había adoptado una postura tan inflexible en materia de seguridad fronteriza desde Bill Clinton. La postura de Harris refleja un cambio en la opinión pública desde que Trump salió de la Casa Blanca en 2021. Más estadounidenses, incluidos muchos demócratas y votantes latinos, han manifestado su apoyo a las medidas de mano dura contra la inmigración.
Este cambio en la opinión pública se produce en un momento en el que los republicanos han intensificado su retórica contra los migrantes. Durante el gobierno de Biden, los cruces fronterizos se dispararon, aunque en últimas fechas disminuyeron de manera drástica desde que entró en vigor una orden ejecutiva de Biden destinada a restringir el acceso a la frontera. La pregunta para Harris es si su nuevo mensaje como abanderada del partido llegará demasiado tarde para los votantes que ya se formaron una opinión sobre su historial.
Los altos mandos que manejan la campaña de Trump identificaron la inmigración como una de las vulnerabilidades más profundas de Harris y buscaron atribuirle a ella la responsabilidad de las políticas del gobierno de Biden en esa materia, llamándola “zarina de la frontera”. El título supera con creces la cartera política que le encomendó Biden, quien le pidió que abordara las causas fundamentales de la inmigración procedente de América Latina.
Las encuestas demócratas han suscitado preocupaciones similares sobre el historial de Harris en materia de inmigración. Blueprint, un grupo demócrata, analizó hace poco seis posibles líneas de ataque republicanas contra Harris (incluida la de etiquetarla como “zarina de la frontera”) y descubrió que las relacionadas con la inmigración eran las más eficaces, incluso más que los ataques relacionados con la economía y la inflación.
Otras encuestas han mostrado que los votantes confían más en la capacidad de Trump para gestionar los asuntos fronterizos que en la de Harris. Pero sus aliados afirman que, si Harris puede al menos contrarrestar los argumentos republicanos sobre inmigración, podría influir en los votantes en cuestiones más favorables a los demócratas, como el aborto.
La decisión de la campaña de Harris de enmarcar su historial como fiscal general de California como una “fiscal del estado fronterizo” contrasta con la forma en que se postuló a las primarias demócratas de 2020.
Luego, durante un debate, levantó la mano en respuesta a una pregunta sobre si las personas que están en Estados Unidos de manera ilegal deberían tener derecho a recibir atención médica pública.
Por su parte, Trump ha atacado a Harris por la frontera en términos negativos, recurriendo al alarmismo sobre los migrantes y utilizando un lenguaje deshumanizado para pintarlos falsamente como una amenaza para los estadounidenses.
“Todos los días, Kamala deja que los delincuentes migrantes se muevan a sus anchas para asaltar, violar, mutilar y matar a nuestros ciudadanos”, dijo el expresidente en un mitin en Montana el viernes.
Chris DeRose, un republicano que fue secretario judicial en el condado de Maricopa, en Arizona, señaló que muchos votantes indecisos dudarían de la retórica de Harris.
“Ella es parte del gobierno de Biden y Harris”, comentó DeRose. “Va a haber cierto escepticismo”.
Pero Harris y sus aliados han tratado de convertir el historial sobre inmigración de Trump en su propio tema de campaña. Este año, Trump logró convencer a los republicanos del Senado de que eliminaran un proyecto de ley apoyado por Biden y Harris que, en la práctica, habría ordenado el cierre de la frontera a los migrantes cuando el número de inmigrantes alcanzara ciertos niveles, además de que ampliaba bastante las detenciones y deportaciones.
“Donald Trump echó por tierra el acuerdo”, sostuvo Harris en Arizona ante los abucheos de una multitud de más de 15,000 simpatizantes. “Porque pensó que hacer eso le ayudaría a ganar unas elecciones”, aseveró.
Jen Cox, asesora sénior de la campaña de Harris en Arizona, afirmó que los demócratas en ese estado, incluido el senador Mark Kelly, habían ganado elecciones con mensajes de mano dura contra la inmigración.
“Los votantes quieren ver que la gente se toma en serio arreglar realmente el maltrecho sistema migratorio y asegurar la frontera”, señaló Cox en una entrevista. “No quieren ver a la gente jugar a la política con ello”.
aranza
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