Policrato Philodemos

¿ Crimen organizado ?

2008-09-07

Los actos criminales que perturban la seguridad ciudadana y la paz social se derivan, entre otras...

¿ Organizaciones trasnacionales paramilitares
en guerra contra el estado ?

El único acto que justifica a un gobierno es el gobernar,
razón de sobrevivencia que no puede ser compartida
con ningún otro poder, sin dejar de ser gobierno.

INTRODUCCIÓN

Para atender a los reclamos más importantes de la sociedad mexicana en los inicios de este segundo milenio, y al principio del segundo sexenio gubernamental del Partido Acción Nacional en la Presidencia de la República, es indispensable revisar los antecedentes inmediatos que han originado la situación actual de inseguridad ciudadana y auge del crimen organizado, para enseguida analizarlos desde un enfoque sistemático, que deje perfectamente claro cuales son los grupos de poder que intervienen así como su naturaleza y los fines que persiguen, y el papel que debe asumir el estado ante ellos, sopesando los riesgos, las capacidades, las debilidades y los factores que intervienen, así como los riesgos de degradación institucional y social a que se expone el estado-nación, en caso de que se asumiera una decisión tibia y/o pasiva ante el conflicto de intereses, que cada día crece en violencia y que no solo pone en  riesgo la seguridad ciudadana, sino la gobernabilidad misma del Estado Mexicano, condición irrenunciable que siempre debe ser ejercida por las autoridades responsables electas democráticamente, situación anómala de inseguridad que por su magnitud pone en riesgo a la misma Seguridad Nacional, entendiendo este término como "la situación existente en un estado nación, en la que están garantizadas la paz social, la seguridad ciudadana, y la gobernabilidad en todo su territorio, el desarrollo armónico de todos los sectores que la componen, la solidez y eficacia de sus instituciones, así como la independencia y la defensa del país en el plano internacional".

ANTECEDENTES

Los actos criminales que perturban la seguridad ciudadana y la paz social se derivan, entre otras causas, de la falta de adaptación de algunos individuos para vivir en armonía con los demás, así como de la naturaleza insatisfecha del hombre, que siempre busca tener más de lo que posee y que por lo mismo estas causas han formado parte de la historia en todas las comunidades humanas, de donde se ha derivado la necesidad de establecer normas para regular la convivencia respetuosa en todo tipo de sociedad, y por los mismos motivos se han instituido castigos como medios coercitivos para que estas normas sean cumplidas, sin embargo y dadas las condiciones actuales de interdependencia y globalización, cuando las autoridades encargadas relajan sus funciones por omisión o por corrupción, los actos criminales crecen y se organizan como verdaderas empresas trasnacionales ante la situación y libertades que les ofrece la impunidad que se deriva de la ausencia de un poder coercitivo legal que los frene y castigue, hasta que se convierten en poderes fácticos que acaban compitiendo con las instituciones del estado, lo que pone en riesgo la estabilidad del estado mismo, hasta llegar a ser una amenaza para la seguridad nacional, como es la situación actual en que estos poderes fácticos criminales le han declarado la guerra, de facto, al Estado Mexicano, al tomar iniciativas en contra de las autoridades que lo representan (fuerzas armadas y policíacas),  utilizando para ello a grupos paramilitares a su servicio (formado por mercenarios armados con equipo militar equivalente al de un ejército), creando zonas de ingobernabilidad dentro del país, degradando la credibilidad de las autoridades de la república al incrementar la inseguridad ciudadana hasta límites en los que andar en la calle se convierte en un riesgo a la integridad física de las personas, creándose un escenario paranoide de desconfianza que facilita la destrucción del tejido social.

Tal ha sido la evolución que ha tenido en los últimos 20 años (especialmente por omisión durante el sexenio anterior al haber dejado incólumes las redes de corrupción y las estructuras corporativo-burocráticas viciadas que heredó del viejo régimen), el deterioro de la seguridad nacional y de la seguridad ciudadana, debido al crecimiento del crimen organizado, especialmente el narcotráfico que aprovechando la impunidad que ofrecía este escenario de lenidad oficial, pudo asentarse de manera casi permanente en territorios a los que ha manejado como feudos, consolidarse como empresa criminal ampliando sus redes domésticas e internacionales, infiltrar las esferas de gobierno a manera de quintacolumnas a su servicio, y desarrollarse como un gobierno paralelo con actividades criminales diversificadas dentro del estado mexicano, con ganancias multimillonarias que les permiten sostener a fuerzas paramilitares de mercenarios armados, así como a un ejército de sicarios, que hoy en día buscan arrinconar a las fuerzas del estado tomando la iniciativa, buscando amedrentar a las autoridades encargadas del orden constitucional para ponerlos a la defensiva, y de esa manera poder seguir operando con impunidad.


MISIÓN

Eliminar las actividades de los grupos paramilitares y de sicarios al servicio del crimen organizado, con el fin de reducir al mínimo las actividades criminales que ponen en riesgo la seguridad nacional y la seguridad ciudadana.

Objetivo.- Hacer cumplir el imperio de la ley en todos los rincones del país, recuperando el control territorial en las zonas que actualmente se encuentran bajo el dominio de la delincuencia organizada.

Alcance.- Recuperar la tranquilidad ciudadana y la paz social que ha sido alterada por las actividades del crimen organizado actuando como poder fáctico, y que sean las instituciones del Estado Mexicano las que mantengan el orden y el estado de derecho.

HIPÓTESIS

a.- Que existe la firme voluntad de las autoridades federales para contrarrestar la oposición política de los diversos grupos de presión, que serán afectados por los operativos necesarios para eliminar las actividades de los grupos paramilitares al servicio del crimen organizado.


b.- Que existirán los recursos para adquirir los medios y para la logística de las operaciones. 

ESTIMACIÓN DE LA SITUACION

Actualmente las bandas paramilitares que inicialmente se desarrollaron como fuerzas al servicio del narcotráfico, están actuando también como grupos que se dedican al robo de vehículos, al asalto de transportes en carretera, a la venta de mercancía robada y/o de contrabando, a la extorsión de comerciantes, al secuestro de personas, al tráfico de indocumentados, y a dar protección al juego en garitos clandestinos y ferias regionales mediante el cobro de gabelas.

Están formadas y dirigidas principalmente por mercenarios nacionales y extranjeros, con entrenamiento militar recibido en las fuerzas armadas, por haber militado en ellas y tratarse de ex militares y de desertores, así como por delincuentes comunes entrenados por dichos elementos, en las tácticas y manejo del armamento castrense.

Poseen armamento portátil y semiportátil equivalente al de un ejército moderno, especialmente del que se utiliza para la guerra de guerrillas de tipo urbana,  y para las operaciones de tipo comando en los "golpes de mano", así como el amunicionamiento respectivo, todo ello generalmente adquirido en los EE.UU. aprovechando las facilidades que existen en dicho país vecino para su libre adquisición, y a la corrupción de nuestras autoridades aduaneras que haciéndose cómplices de estos grupos les permiten introducirlas al país.
Disponen de grandes cantidades de recursos financieros, producto de sus operaciones ilícitas y de numerosos medios para "lavar" dicho dinero, ya sea a través de empresas fantasmas, a la compra de empresas quebradas, fundando casas de empeño, o con la complicidad o complacencia del sistema bancario y de las casas de cambio de divisas existentes.

Controlan, de facto, algunas áreas rurales y pequeñas poblaciones apartadas en los enclaves montañosos o pobremente comunicados, utilizando las amenazas, el chantaje y las ayudas económicas a la población residente, especialmente a los grupos más marginados de campesinos y agricultores, a quienes inducen y financian para que siembren o cuiden los plantíos de mariguana y/o de amapola, siempre en complicidad u omisión complaciente (forzada o comprada), de las autoridades y policías lugareñas.

Buscan amedrentar a la población, a sus competidores en el negocio criminal, y a las fuerzas del orden con ejecuciones selectivas y con actos de barbarie que realizan con extrema sevicia también a quienes les estorban en sus actividades, o no se someten a sus requerimientos, incluyendo a las familias, degollándolos en múltiples ocasiones para después arrojar sus cabezas frente a los cuarteles o comandancias de policía, como actos sanguinarios de provocación hacia el gobierno constituido y como advertencia de que en esta, su guerra contra el estado de derecho, solo rige la ley de la selva y que para ellos no existe ninguna ley respetable ni hay toma de prisioneros.

A través de su alto poder económico para corromper a las autoridades y/o por lenidad de las mismas, han logrado infiltrarse en las altas esferas policíacas y en las distintas esferas de gobierno, lo que les facilita obtener información privilegiada sobre los operativos que se organizan en su contra, así como sobre los equipos de detección y de comunicaciones electrónicas del gobierno y las claves que se utilizan, de las frecuencias oficiales y de los códigos criptográficos empleados en las operaciones para combatirlos.

HECHOS QUE INFLUYEN EN EL PROBLEMA

I.- La existencia de grupos paramilitares entrenados en tácticas de combate y en el manejo de armamento, integrados principalmente por ex militares y ex policías, procedentes de diversos países y que se han convertido en mercenarios y por sicarios al servicio del crimen organizado.

II.- La inequidad social existente en las zonas rurales marginadas, que facilita el que sus habitantes se coptados por los narcotraficantes y/o por los "redentores sociales" de políticas delirantes y terroristas, que han escogido como vía el enfrentamiento armado contra el gobierno, quienes los convierten en sus cómplices ante la esperanza de obtener ingresos que mejoren su precaria situación económica.

III.- La existencia de grupos políticos de oposición oportunista al gobierno federal, quienes apuestan al fracaso de cualquier iniciativa emanada del mismo, y que han adoptado como estrategia entorpecerlas a través del boicot de sus representantes en las cámaras legislativas, utilizando la estridencia mediática infamante y maliciosa, con marchas y plantones de personas engañadas y con acarreados que han hecho de este quehacer su "modus vivendi", así como de ONG al servicio de la oposición, generalmente integradas por delirantes, a quienes no les preocupa destruir o incendiar al país en su afán protagónico y/o interesado de exhibir negativamente al gobierno federal, exigiendo demandas extravagantes e irracionales.

IV.- La existencia de presiones del gobierno norteamericano, especialmente de tipo mediático, que tratan de exculpar su responsabilidad ante sus electores y contribuyentes sobre la incidencia del narcotráfico hacia su territorio, y del aumento de drogadictos entre sus nuevas generaciones, así como desplazar su culpabilidad hacia nuestro país y autoridades ante su manifiesta indolencia sobre la prevención de adicciones entre su juventud.

V.- La existencia de grupos armados de supuesta "izquierda revolucionaria" contrarios al gobierno, así como de organizaciones de "izquierda delirante" capitaneadas por oportunistas políticos, que buscan el protagonismo social montándose en cualquier reclamación ciudadana y/o sindical, para obtener ventajas personales.

VI.- La existencia de ONG,s "humanitarias" que actúan como cajas de resonancia de los grupos opositores al gobierno para obtener y aumentar su poder de convocatoria y protagonismo mediático, quienes son muy proclives a "certificar supuestos abusos", imaginados o inventados, de las autoridades, sin investigar al respecto ni presentar prueba alguna.

VII.- La evidente corrupción policíaca que ha facilitado la infiltración del crimen organizado entre sus filas, lo que aumenta el riesgo de que la información de los operativos sea filtrada al enemigo.

III.- La amenaza latente del flagelo terrorista internacional, que incluye a cualquier país amigo, socio comercial, o proveedor de petróleo de los EE.UU. (como es el caso de México), que aprovecharía cualquier circunstancia para hacerse sentir y establecer posiciones en las cercanías del territorio norteamericano, su principal enemigo y blanco de sus atentados.

IX.- La evidente permeabilidad de nuestras fronteras terrestres y marítimas, que facilitan el tráfico de armas, de drogas y de indocumentados hacia nuestro territorio.

X.- Los nexos internacionales del crimen organizado, especialmente con los cárteles afines al tráfico de estupefacientes, que le proporciona apoyos del exterior para sostener su lucha contra el Estado Mexicano.

XI.- La necesidad de que la ciudadanía colabore en el combate al crimen organizado, informando a las autoridades sobre conductas sospechosas de la delincuencia, colaboración que desgraciadamente se ve frenada por la indolencia de nuestra población, el temor que tiene a las represalias de los delincuentes, y la corrupción generalizada de nuestro sistema judicial, lo que le provoca desconfianza de las instituciones oficiales.

PODERES FÁCTICOS DELINCUENCIALES

SU NATURALEZA.- Es la misma que la de cualquier empresa organizada cuya finalidad es la de obtener las mayores ganancias posibles, en especial las de tipo económico, lo que explica el porqué la delincuencia organizada responde a la ley de "costo-beneficio", y la razón de que en aras de la economía de esfuerzo prefiera utilizar su poder corruptor de autoridades como estrategia, ya que su éxito depende de la impunidad que pueda conseguir ante el poder del estado para violar la ley, o desequilibrando el control territorial de pequeñas poblaciones marginadas con pocos medios de comunicación, a través de ayudas económicas y protección, así como utilizando la amenaza física a quienes representen la autoridad institucional del estado y/o a sus familias, o bien utilizando el terrorismo sistemático y mediatizado en la prensa;  de ese modo la delincuencia se ha convertido en un poder fáctico frente al estado, sobre todo al tener suficiente poder económico para sostener a grupos armados, entrenados y organizados de sicarios o de mercenarios a su servicio, que actualmente es lo suficientemente poderosos para convertirse en un grupo desestabilizador, capaz de crear el caos y el desgobierno en las zonas donde se establece, ya que estos son los escenarios en donde las empresas del crimen pueden moverse con mayor libertad e impunidad para obtener las mayores ganancias.

SUS CAPACIDADES Y LOGÍSTICA.- Dependen de los recursos financieros de que puedan disponer, ya sea para la compra de armas, de vehículos, embarcaciones, aeronaves, sistemas de comunicaciones, casas de seguridad, y de toda la logística que exige el desarrollo de sus actividades ilícitas, también de disponer del dinero suficiente para corromper autoridades políticas, bancarias y policíacas, contratar mercenarios que organiza como grupos paramilitares y sicarios para ponerlos a su servicio, financiar y atraer a los grupos de oposición política al régimen constituido que han escogido el camino de la lucha armada, generalmente compuestos por antisociales y terroristas, razón por la que manejan su organización como una empresa trasnacional del crimen, que se auxilia de negocios quebrados que compran y de empresas fantasmas legalizadas ante la secretaría de hacienda (hoteles, tiendas de diferentes rubros, casas de cambio, casas de préstamos, restaurantes, ranchos, etc.), con el fin de "blanquear" las ganancias que obtienen de sus actividades criminales.

En el campo militar sus capacidades son semejantes a la de grupos irregulares que se manejan como guerrilla, tanto en su armamento como en su organización.

SU TÁCTICA.- Es semejante a la de las guerrillas y consiste esencialmente en la mimetización con los habitantes de los lugares que escogen como centros de operaciones, actuando siempre con el mayor sigilo posible para no ser detectados por las autoridades que no hayan podido comprar.

Generalmente buscan evitar el enfrentamiento directo con las fuerzas del orden, sobre todo cuando se trata de las fuerzas armadas, pero cuando lo hacen actúan siempre por sorpresa (gracias a los informadores que han logrado infiltrar en las corporaciones policíacas y en el ámbito político), para desgastarlas, al mantenerlas en un estado de alerta permanente, y también para amedrentar a las autoridades, así como a la población de las áreas en donde operan.

SUS DEBILIDADES.- En el ámbito de los valores destacan la falta de disciplina y lo endeble de sus lealtades, lo que provoca que se desmoralicen fácil y rápidamente durante los enfrentamientos, que por la misma razón solo son escaramuzas y golpes de mano.

Operativamente carecen de la cohesión como grupo, de la condición física que da el entrenamiento táctico con las armas, así como de las prácticas de conjunto bajo un mando, condiciones que en una organización militar genera el espíritu de cuerpo, del que ellos carecen, pero que es esencial durante los enfrentamientos armados.

Su logística adolece de solidez y factibilidad en operaciones prolongadas que vayan  más allá de un golpe de mano.

Durante los enfrentamientos su poder de fuego es menor al de las fuerzas armadas regulares del estado mexicano, así como de la capacidad para sostenerse por un período prolongado en el campo de acción.

De la misma manera carecen de los elementos y de la organización para conseguir apoyo aéreo táctico ni de vehículos blindados durante los enfrentamientos.

  
PODER NACIONAL

SU NATURALEZA.- El poder nacional descansa en la sinergia de las instituciones democráticas existentes, se fortalece de la suma de voluntades y el trabajo creador de la sociedad que la eligió con sus votos en una decisión libre; está compuesto esencialmente por la sociedad en general y especialmente por la ciudadanía que ejerce responsablemente las libertades que les otorga el marco legal.

El poder nacional es directamente proporcional a la capacidad creadora de los habitantes del estado, a la fortaleza de su industria, a la solidez de sus finanzas, a la abundancia de sus recursos naturales, así como de la infraestructura existente para desarrollar una explotación sustentable de ellos, y a la capacidad del gobierno para hacer cumplir las leyes y garantizar la seguridad pública de sus habitantes, así como para mantener su independencia y soberanía en el plano internacional.

Para asegurar y mantener lo anteriormente citado, tiene como garantes a las instituciones encargadas de la coerción legal y legítima, encargadas de velar por el cumplimiento de sus leyes y de su defensa en toda la extensión de su territorio, así como en sus mares adyacentes, espacio aéreo, y zona económica exclusiva.

SUS CAPACIDADES.- Son las del estado mismo, que le permite crear y sostener a sus fuerzas armadas y policíacas para mantener el estado de derecho utilizando la coerción, o si es necesario la violencia legítima y legal contra los infractores de la ley; en condiciones extremas es cuando destaca la necesidad de  que existan las fuerzas armadas como pilar y sostén de las instituciones de la república, ya que debido a su disciplina, patriotismo y entrega, puede garantizarse que su acción vaya más allá de cualquier horario y límite, mientras que su organización, estructura castrense, sumadas a las capacidades de su armamento, de su entrenamiento permanente y de su habilidad táctica en la lucha, así como de su logística de apoyo (diseñada para actuar eficientemente en campaña y en especial durante los enfrentamientos), asegura que el estado no caiga en la indefensión ante los poderes fácticos que amenacen la seguridad nacional, o ante una amenaza exterior.

SUS DEBILIDADES.- Están compuestas principalmente por las limitaciones de acción que imponen las leyes, y la obligación que tienen las fuerzas del orden de cumplir y respetar el estado de derecho, aunque en el caso actual están enfrentadas a un enemigo que viola toda clase de garantías individuales y/o que declara desconocer a las instituciones y al mismo estado de derecho vigente, pero que reclama que ese estado de derecho, que viola flagrantemente, sea respetado y aplicado a su favor, en un juego perverso en donde las reglas y leyes solo deben ser respetadas por quienes combaten a la delincuencia, como son las fuerzas del orden, con la pretensión de dejarlas en desventaja legal o en la indefensión, a pesar de que dichas reglas y leyes no valgan para ellos.

Otra limitante que debilita la acción enérgica de las fuerzas del orden la constituye la opinión pública, manipulada por los medios de difusión que viven de la diatriba sistemática y como mercaderes del escándalo, quienes se convierten, inconsciente o convenientemente concientes, en cajas de resonancia y justificadoras de las acciones en contra de la seguridad nacional, ya sean provocadas por el crimen organizado, por los grupos antigobiernistas, o por los intereses asociados con ellos.

Intervienen también en este rubro limitante de las acciones enérgicas del combate al crimen organizado y sus grupos armados, las ONG de tipo "humanitario" al servicio de los partidos de oposición al gobierno, así como los políticos fundamentalistas delirantes, que exageran maliciosamente cualquier acto oficial con el fin de debilitarlo, ya que su protagonismo egoísta o sectario se funda en la búsqueda de la destrucción del estado mismo, para convertirse ellos en los líderes y "redentores" de la basura, de la pobreza, el caos y de la destrucción que causan con sus acciones y críticas maliciosas.

NATURALEZA DEL CONFLICTO

Dadas las circunstancias que envuelven el escenario y las circunstancias del conflicto, éste puede ser asimilado al de una guerra irregular en donde el enemigo a vencer suele mimetizarse con la población civil, apareciendo solamente en forma aleatoria en el tiempo y en el tipo de incursiones, lo que le proporciona las ventajas de la iniciativa y el consecuente desgaste de las fuerzas del estado.

De la misma manera no debe desecharse la ventaja que le otorga su capacidad económica y/o de captación de elementos socialmente  radicalizados, quienes pueden estar infiltrados entre las fuerzas del orden, sirviéndoles de quintacolumna, o de informadores de las operaciones en su contra que se encuentren en proceso.

Dentro del panorama descrito anteriormente es indispensable que las fuerzas del orden dejen de ser reactivas solamente ante las operaciones del enemigo y adquieran la ventaja que otorga tener la iniciativa en las operaciones, para lo cual es necesario tener la información anticipada sobre los planes y las operaciones de quienes pretenden minar la fortaleza de las instituciones y la gobernabilidad del estado.

Otro de los factores indispensables en la lucha es la unidad de mando de todas las fuerzas operativas del gobierno, lo que aseguraría la discreción de los planes operativos, así como la dilución de las responsabilidades en la toma de decisiones durante el ejercicio táctico-operativo, sobre todo si se toma en cuenta que la mayoría de los cuerpos policíacos se encuentran infiltrados por el crimen organizado.

Cabe señalar que el sustento de las operaciones de los grupos paramilitares al servicio del crimen organizado, así como de quienes han escogido la lucha armada y el terrorismo como alternativas político-mediáticas contra el gobierno, y que en los hechos pueden actuar en conjunto, en su pretensión de anular el estado de derecho y la gobernabilidad del estado, que este sustento descansa en su capacidad logística y en su movilidad, por lo que para combatirlos eficaz y rápidamente, debe atacarse y anular sus fuentes de financiamiento a través de acciones enérgicas contra el lavado de dinero, mientras que su movilidad se puede anular estableciendo controles territoriales estrictos, para aislarlos en la áreas en donde suelen operar y/o esconderse. 

Sugerencias complementarias


1.- Que para evitar la existencia de "quintacolumnistas" al servicio del crimen organizado, de sus grupos paramilitares, o de las facciones políticas en armas contra el estado mexicano, infiltrados en las esferas del gobierno, que el Poder Ejecutivo Federal proponga al congreso de la unión las reformas necesarias a la ley para que la filtracción de información reservada o secreta, que haga un funcionario público, policíaco, o militar, y que afecte a la seguridad nacional, sea condiderada como "espionaje" en contra del estado mexicano y delito grave.

2.- Que el delito de lavado de dinero, que actualmente está sirviendo de apoyo a las operaciones del crimen organizado, de sus grupos paramilitares, de sus sicarios, y que sostienen su existencia, sea perseguido más eficientemente y sin que las consideraciones políticas, o judiciales retorcidas, sigan protegiéndolas con la impunidad.



JMRS
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