Policrato Philodemos
Seguridad Nacional y Fuerzas Armadas de México
Alm. Manuel Rodríguez Gordillo
"Ningún país podrá alcanzar su plena soberanía y
desarrollo, mientras su seguridad nacional no se
encuentre sólidamente establecida y resguardada"
ANTECEDENTES
Al término de la Segunda Guerra Mundial en los Estados Unidos de Norteamérica se empezó a gestar el concepto de seguridad nacional con el fin de detectar y prevenir las posibles amenazas a sus intereses, a su poderío, y a su recién adquirida hegemonía mundial, cuando éstas se encontraran en un estado de latencia, para facilitar su neutralización (o aniquilamiento), antes de que pudieran causar daño.
Inicialmente esta visión estratégica de su seguridad se difundió y fue adoptada por la mayoría de los países, especialmente entre quienes conformaban el bloque occidental y fuera de la influencia de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), dando lugar al nacimiento de una confrontación con estas últimas, durante un período de 45 años que se recuerda como "La Guerra Fría" que tuvo su fin a la caída del "Muro de Berlín", parte aguas histórico cuya secuela fue el desmembramiento de la URSS en varias naciones independientes, entre otros sucesos relevantes en el equilibrio estratégico mundial del poder.
Desde entonces el concepto de "Seguridad Nacional" en el ámbito internacional (incluyendo nuestro país), ha evolucionado de su inicial visión norteamericana (EE. UU.), hegemónica y de carácter económico-militar, que percibe como amenaza a su "Seguridad Nacional" cualquier evento económico, político y/o militar, que suceda en cualquier lugar del planeta donde EE. UU. tengan o pudieran tener intereses, razón por la que se autoerigieron como policías y jueces ("De Facto"), en el mundo, papel que los ha llevado a crear e intervenir desde entonces en conflictos armados regionales fuera de su territorio (Corea y Viet Nam), hasta nuestros días (Guerra de los Balcanes, Irak, y Siria <por citar los más relevantes>).
SITUACIÓN ACTUAL
Actualmente el concepto de "Seguridad Nacional" ha evolucionado adaptándose a las condiciones y estrategias de cada gobierno, alejándolo del modelo norteamericano, ya que se ha modificado de la concepción hegemónica y globalizante inicial, hacia una interna y regionalizada, especialmente en los países que integran Latinoamérica.
En el caso de nuestro país, México, la "Seguridad Nacional" podría definirse como la situación de paz y de bienestar social que permite y facilita la creación y el sostenimiento de las actividades necesarias que requiere el desarrollo armónico del país".
Para hacer posible la existencia de esta situación, de acuerdo a esta definición de la "Seguridad Nacional", se requiere que el estado mexicano adquiera la capacidad de garantizar la seguridad de sus habitantes, lo que dicho en otras palabras sería, que requiere la existencia de una verdadera "Seguridad Ciudadana", que no es otra cosa que la "Prevención del delito", lo que se logra creando las condiciones necesarias para que la integridad física de la población esté garantizada, de tal manera que no sufra deterioro alguno, tanto en sus bienes así como del usufructo de su trabajo, impidiendo que se conviertan en botín para la delincuencia.
Abundando en este concepto de "Seguridad Nacional", se puede añadir que incluye una relativa estabilidad, certeza, y predictibilidad que garantice el desarrollo del país, incluyendo la existencia y disponibilidad de los recursos y de las estrategias para obtenerlos.
En este contexto y acorde a las condiciones geopolíticas y geoestratégicas de México en el ámbito internacional, deben ser objeto de análisis las posibles amenazas y riesgos potenciales, así como los planeamientos respectivos para implementar estrategias que los eviten y/o superen, en donde queden establecidas las prioridades de cada una de ellas, a fin de estar preparados para proteger y defender los intereses nacionales.
Dentro de este tipo de análisis y como premisa fundamental, debe quedar claro que en el campo y ejercicio del poder ( que no es otra cosa que el acto gobernar ), no existen vacíos ya que se comporta como un terreno a desnivel, que al inundarse no deja espacios sin llenar, como sucede cuando la autoridad no hace presencia en algunos lugares, que inevitablemente serán tomados (pacíficamente o con violencia), por los poderes fácticos que siempre buscarán apoderarse de los vacíos que deja el poder legal, ocupándolos para sacar provecho de ellos.
En este escenario también es indispensable recordar las premisas indispensables que todo gobierno debe cumplir para ser aceptado y permanecer como tal, como son el ejercicio y mantenimiento de la soberanía de la nación y garantizar la seguridad de sus gobernados, ya que solamente de esa manera puede legitimar su derecho a ser obedecido por sus gobernados, además de que así vuelve natural y terso el ejercicio del poder ante ellos.
Paralelamente a lo anterior el gobierno requiere crear condiciones de equidad, de justicia, y de respeto a la legalidad entre la población, mismas que se pueden lograr fácilmente cuando la organización y comportamiento del pueblo descansa en el respeto a los valores de identidad nacional y de convivencia social, cuya enseñanza necesariamente debe formar parte de su sistema educativo.
Para crear una conciencia colectiva sobre la importancia que reviste la "Seguridad Nacional", se hace necesario explicar la diferencia que existe entre un problema policíaco, con uno de seguridad nacional, debido a que en la mayoría de la población parece existir una confusión al respecto . esta diferencia consiste básicamente en un asunto de cómo se desarrollan las acciones policíacas, o de la criminalidad, desde las perspectivas de "Ataque-Defensa" y de "Iniciativa-Pasividad".
Lo que distingue un problema de otro radica en que el problema se puede considerar policíaco, cuando los criminales están a la defensiva de las autoridades encargadas de hacer cumplir las leyes (la iniciativa es de las instituciones policíacas que ponen a la defensiva a la criminalidad, que se convierte en "sujeto pasivo"), mientras que un problema de seguridad nacional es cuando las instituciones del gobierno se encuentran a la defensiva de la criminalidad (la iniciativa es entonces de la delincuencia que pone a la defensiva a las instituciones, convirtiéndolas en "sujeto pasivo" que actúa solamente respondiendo para su defensa)
Lo grave de esta segunda situación es que pone en riesgo la existencia misma de las instituciones, y por ende al estado de derecho, cuya ausencia lleva a la ingobernabilidad, que en caso extremo puede desembocar a una situación de "Estado Fallido", en donde quedan anuladas las funciones institucionales del gobierno, y la población a merced de los poderes fácticos de la criminalidad organizada, que así convertirían al país en un "Narco Estado".
Desde hace más de dos décadas el crimen organizado cuenta con sicarios con entrenamiento paramilitar, quienes actúan con las tácticas como grupos de comando cuando realizan "golpes de mano", buscando siempre debilitar y devaluar (ante la opinión pública como forma de guerra psicológica), a las instituciones del gobierno, ya sea provocando el caos, infiltrando los cuerpos de seguridad, y aterrorizando a la población, con el fin de conseguir su silencio, y corrompiendo para comprar la impunidad de sus ilícitos, a sabiendas de que su fortalecimiento siempre será proporcional al debilitamiento de las instituciones del gobierno.
Antes de llegar a este escenario (que sería desastroso para el estado mexicano), y para evitar su aparición, las autoridades federales tomaron la decisión de echar mano a su mejor recurso de fuerza legal y legítima, como lo son las FF.AA., para reforzar a las fuerzas policiales y frenar el crecimiento de los poderes fácticos criminales, garantizar la seguridad ciudadana, así como mantener la paz, el orden interno, y la seguridad ciudadana, dado que el problema había escalado de un problema policíaco a uno de seguridad nacional, en donde se presenta el riesgo de ingobernabilidad y la existencia misma de las instituciones del Estado Mexicano.
De la misma manera el gobierno federal, ante la incapacidad de las autoridades estatales, tomó la decisión de que mientras se logra revertir la situación de seguridad (regresándola a una condición de problema policíaco), las FF. AA. se mantendrán activas en el combate al crimen organizado, dada la manifiesta incapacidad (por ausencia de voluntad, complicidad y/o corrupción), de los cuerpos de seguridad existentes para realizarlo por si solos.
Por otro lado llama la atención y despierta sospechas sobre su origen, el incremento de las protestas que se dan entre ciertos grupos de políticos de oposición al gobierno, y de ONGs ("defensoras de los derechos humanos"), ante la presencia de las Fuerzas Armadas en algunas poblaciones, para combatir y/o expulsar a las organizaciones criminales de los lugares en donde operaban con impunidad, así como combatirlo en donde se habían convertido (en los hechos), en los poderes fácticos, ya sea subordinando autoridades locales y/o feudalizando algunos territorios.
Llama la atención que en las circunstancias actuales gran parte de la sociedad y de algunas autoridades todavía no perciban y entiendan, que el combate al crimen organizado ya rebasó a las instituciones policíacas y se ha convertido en un problema de seguridad nacional, en el que se está en juego la gobernabilidad y la existencia misma de las instituciones del estado, e insisten en su discurso como si se siguiera tratando de un problema policiaco, pues me resisto a creer que actúan por conveniencia personal o complicidad con la criminalidad o con la corrupción, que equivaldría aceptar pesimistamente que la batalla por ganar un futuro decoroso para nuestro país ya está perdida, sin darse cuenta que la fortaleza de los malosos, que son una minoría, también descansa en la pasividad e inacción de los buenos quienes componemos la mayoría.
JMRS