Campirano

La importancia del campo

2009-06-23

El mercado de flores y hortalizas de la central, para abundar, es de 16 hectáreas -una...

José Manuel Linares, El Periódico de México

Es cierto, no en todas, pero algo pasa por la cabeza de los jóvenes, en el campo y sobre todo en las grandes ciudades, no sólo hoy, también ayer, que a la pregunta de qué quieres ser (o hacer) cuando seas grande responden de todo, menos ser agricultor o criar vacas, cerdos o conejos.

El desinterés de los jóvenes por el campo es tan grande como el interés de conocer el modelo más reciente de celular.

Es así que se dan extrañezas como éstas: un estudiante de biología que no ha visto jamás una vaca (pastando, por ejemplo), un preparatoriano que jamás ha subido a un árbol, no digamos de mango, de naranjas, a un árbol cualquiera. Un joven de secundaria que jamás ha nadado en un río…

El campo parece no existir, o que sólo es el borde las carreteras o de las grandes (pocas) autopistas que atraviesan el país. Parece que el campo es el bosque de los árboles de Navidad al que se acude cada año para seguir a ciegas el ritual de siempre… pero el campo es mucho más.

Para  exponer una idea aproximada de su significado sólo hay que ver la Central de Abasto de la Ciudad de México, una de las más grandes del mundo, con una población que supera los 20 millones de habitantes con su zona conurbada.

La central representa una derrama económica de 8 mil millones de dólares al año, mueve un volumen de alimentos y productos básicos de alrededor de 30 mil toneladas, su capacidad de almacenamiento (flores, frutos, carnes, abarrotes, etc.) es de 122 mil toneladas, y allí se comercializa el 30% de la producción hortifrutícola del país.

Sí, el campo está presente en las grandes ciudades, de muchas maneras que ignoramos. El mercado de flores y hortalizas de la central, para abundar, es de 16 hectáreas (una hectárea equivale a 10 mil metros cuadrados), es decir, en un lenguaje más llano: más de 16 canchas de futbol profesional.



EEM

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