Cuentas Claras

Cuanto le irá a durar el gusto al peso

2009-08-17

El gobierno ha comenzado a cambiar dólares prestados al tipo de cambio más barato de...

José Manuel Rodríguez Solar

Extraordinaria, sin parangón, la revaluación del peso en medio de aguas profundas y sin salvavidas. En medio del ojo del huracán que se avecina, algunos pudieran tomarlo como una burla del gobierno hacia sus detractores, sin tomar en cuenta el alto costo de esta especulación sin sentido. En lugar de dejarlo quieto y reposar un momento, lo sacan a la superficie para que sufra un nuevo resfriado. Estrategia sin razón, que sin duda va a traer consecuencias en el mercado de cambios. Según parece ha comenzado el derroche del nuevo préstamo del Fondo Monetario Internacional para casos de emergencia previstos e imprevistos, como los que ya comenzamos a vivir, no solo por el fantasma de la influenza sino por las calamidades económicas que provoca la recesión y que comienza tener impacto en las finanzas públicas y en la de los banqueros, barones y magnates del dinero, a los dueños de México.

Nadie se atrevería a apostar que en estas circunstancias el peso pueda sostenerse y revaluarse de semejante manera, sobre todo cuando la lógica indica una estrategia que tendría que ser diferente y opuesta. Devaluar para frenar la dolarización y cuidar que no se malbaraten las reservas monetarias, que ni siquiera son nuestras ni las podemos tocar, sería lo conducente. Mientras tanto, el gobierno ha comenzado a cambiar dólares prestados al tipo de cambio más barato de los últimos seis meses. Así sin ni siquiera pestañar.

También podemos sospechar que esta revaluación sirve para favorecer con dólares baratos a los compradores que están aprovechando la ganga en el mercado de cambios, dólares a menos de 13 pesos, como si fuera una gran barata. Quiénes serán esos que se están dolarizando y convirtiendo sus capitales a monedas extranjeras. Nadie pues, con liquidez, y consiente de la situación que se avecina sobre la economía se iba a aventurar a cambiar sus dólares abajo de los 16 pesos que tocó en marzo pasado. De tal forma la revaluación no deja de ser un estimulo para la especulación y aprovechar la oportunidad para comprar dólares a 12.80 con un descuento del 20 por ciento. Ni modos que no piensen así los amos, barones y magnates de este país. Ni modos que no lo estén haciendo.

Nuestras exportaciones al extranjero han caído el 40 por ciento según las cuentas, y en este momento la a revaluación les cae a los exportadores como un freno, ya que nuestros productos y mercancías resultan más caros y menos competitivos.  El turismo extranjero por lo consiguiente, ha disminuido considerablemente por la ausencia de turistas es cada día mayor. En medio de la crisis el peso se revalúa para darle un empujón más para que siga cayéndose. Mayor insensatez no se había visto. 

Por estas consideraciones de sentido común, pensamos que los niveles actuales en las cotizaciones del peso frente al dólar obedecen a situaciones de imagen política y de simpatía hacia los empresarios, no a razones que tengan que ver con el fortalecimiento de la economía. De tal forma habría que ver ahora el comienzo de un nuevo ascenso hacia los niveles que tenía cercanos a los 14 pesos, haciendo a un lado esa imagen que desea proyectarnos el gobierno fuera de la realidad. Debería pensar sensatamente por el bien de nuestra economía y manejar con escrúpulo las reservas monetarias que tenemos en custodia, que no son nuestras. Nuestros son los pesos, esos si son nuestros, nuestros devaluados pesos.



AGVR