Internacional - Política

El hermano menor del presidente Asad, símbolo de la cruenta represión siria

2011-06-16

Su reputación de militar despiadado se consolidó aún más, si cabe,...

Por Natacha Yazbeck, AFP

BEIRUT - Maher al Asad, el hermano menor del presidente sirio Bashar Al Asad, encarna a los ojos de los sirios la sangrienta represión de la revuelta contra el régimen, que lucha por sobrevivir como sea.

Personaje clave del clan Asad, que reina en Siria desde hace cuatro décadas, este teniente coronel de 43 años encabeza la Guardia Republicana y la cuarta división del ejército, encargada de la seguridad de Damasco.

Su reputación de militar despiadado se consolidó aún más, si cabe, desde el 15 de marzo con el estallido de una protesta popular contra la que se lanzó una brutal represión que dejó cientos de muertos.

El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, declaró en una entrevista televisada que Maher al Asad "trata (a la gente) con barbarie".

"De ser ciertas las informaciones recabadas sobre el terreno, Maher al Asad está omnipresente, y (es) el jefe de orquesta de la represión", afirma un analista radicado en Damasco que pide mantener el anonimato.

"Creo que esto demuestra que la 'familia reinante' lucha por su supervivencia y es capaz de destruir la sociedad siria para lograr sus objetivos", dijo a la AFP. "Maher es el símbolo más palpable de este combate".

Maher al Asad, que estudió ingeniería mecánica en Damasco y está casado con una siria, es objeto de sanciones estadounidenses, europeas y canadienses desde el mes pasado, tras ser presentado como "el principal capataz de la represión".

El padre de Bashar y de Maher, el difunto presidente Hafez al Asad, también compartió el poder con su hermano menor, Rifaat.

Fue bajo las órdenes de Hafez al Asad que las "brigadas de defensa", un batallón independiente del ejército dirigido por Rifaat al Asad, cometieron una matanza en Hama en 1982 tras una revuelta de los Hermanos Musulmanes, con un saldo de decenas de miles de muertos, según cifras no oficiales.

Rifaat al Asad se vio forzado a exiliarse y reside actualmente en Londres.

Aunque Maher al Asad obra entre bastidores, encarna el salvajismo con el que el régimen aplasta el movimiento de protesta en una ciudad tras otra.

"Bashar es el líder, el rostro público. Maher es el que hace el trabajo sucio", resume Joshua Landis, experto de Siria y profesor de la universidad de Oklahoma, en Estados Unidos.

"Hoy es muy influyente, sobre todo porque el régimen se mantiene gracias a la acción militar", dice. "Es Maher el que controla la situación".

Es incluso él el que habría convencido a su hermano de hacer abortar la "Primavera de Damasco", la apertura política registrada en los primeros meses de la llegada al poder de Bashar al Asad en 2000.

Es todavía difícil establecer si esta reputación se ajusta a la realidad o es la imagen que quiere propagar el régimen para preservar la del jefe del Estado, considerado en sus comienzos como un "reformista".

"Hafez al Asad se dio cuenta de que la lealtad personal está en el corazón mismo de la estabilidad", afirmó Landis. "El régimen sirio es en ciertos aspectos un asunto de familia y las tareas se reparten sobre esta base".

Miles de refugiados sirios del sur y del norte huyeron hacia Turquía y Líbano, donde cuentan las "atrocidades" cometidas por los hombres de confianza de Maher al Asad.

Pero, según los expertos, no hay pruebas de la omnipresencia de Maher al Asad, sobre todo porque se ha prohibido a los medios de comunicación extranjeros cubrir libremente la situación en Siria.

"Inicialmente las tropas dirigidas por Maher están encargadas de proteger al régimen en la capital y sus inmediaciones", según el analista radicado en Damasco. "Y esto es muy necesario ahora que Damasco ya no está al abrigo y el palacio presidencial necesita tener estas tropas al alcance de la mano".



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