Internacional - Población

El año de todos los indignados se despidió en la madrileña Puerta del Sol

2011-12-31

MADRID,   (AFP) - Una multitud de madrileños, a la que se sumaban centenares de turistas extranjeros, recibió el nuevo año en la simbólica Puerta del Sol, plaza del movimiento de los "indignados" en mayo pasado, la noche del sábado.

"Hoy es un día para olvidar la crisis", declaró riéndose Luis Zorrilla, maestro de 46 años, antes de comerse, como millones de españoles, las tradicionales doce uvas.

"Mi mujer y yo somos funcionarios, y recortan. Hay que aguantar", decía este institutor que llevaba con orgullo una bufanda en la que podía leerse "Escuela pública para todos".

"Siempre hay que celebrar. Esperamos que 2012 sea mejor, pero no lo creo: nos van a apretar las tuercas a todos", decía su compañera, María.

Como estos madrileños, Europa pasa la página de un "annus horribilis", caracterizado por el cuestionamiento de la moneda única europea y la amenaza de una recesión.

En sus tradicionales mensajes de Año Nuevo los dirigentes europeos llamaron a sus compatriotas a enfrentarse al desafío de la crisis.

El primer ministro griego Lucas Papademos llamó a continuar "los esfuerzos para que la crisis no conduzca a una quiebra desordenada y catastrófica

El presidente francés Nicolas Sarkozy afirmó que en 2012 "el destino de Francia puede estar en la cuerda floja" a causa de la crisis de la eurozona, pero aseguró que las agencias de calificación financiera no dictarán la política del país.

La canciller alemana Angela Merkel advirtió de que 2012 será "más difícil" que el año que termina.

El presidente italiano Giorgio Napolitano pidió por su parte a sus compatriotas que acepten los sacrificios para evitar "el derrumbamiento de las finanzas del país".

En la bahía de Sídney, más de un millón y medio de espectadores dieron inicio a las celebraciones en el mundo entero por la llegada de 2012.

En Nueva Zelanda, las fuertes lluvias que caen desde hace días obligaron a cancelar muchas de las celebraciones previstas.

En Japón, la celebración de este año estuvo marcada por el recuerdo de la catástrofe de Fukushima.

También en Filipinas, donde la tormenta tropical Washi ha causado ya más de 1.250 muertos este mes.

Los festejos europeos empezaron en Rusia, con un castillo de fuegos artificiales en la plaza Roja de Moscú y un gran espectáculo retro con música de los años 1970-1990 transmitido en pantalla gigante, recordando las fiestas de Año Nuevo que se celebraban en el pasado en la plaza Lubianka, frente a las oficinas del KGB.

En París, decenas de miles de personas, entre ellos muchos turistas, acudieron como cada año a los Campos Elíseos y al pie de la Torre Eiffel para celebrar el paso a 2012.

Londres dará la bienvenida una hora después a su año olímpico con los tradicionales fuegos de artificio en el río Támesis, a los que seguirán las 12 campanadas del Big Ben. Las estrellas de 2011, los príncipes Guillermo y Catalina, despiden el año en Balmoral, en Escocia, con el resto de la familia real.

En Holanda, Amsterdam trata este año de instaurar una nueva tradición: poco antes de medianoche, una pareja de marionetas hinchables de 14 metros de altura y vestidos al modo tradicional, marcharon el uno frente a la otra para besarse justo en el momento del cambio de año.

En La Haya, los guardianes del zoo pusieron música pop para... calmar a las jirafas, que cada año quedan aterrorizadas por el sonido de los petardos.

Al otro lado del Atlántico, se espera un millón de personas en Times Square, en Nueva York, para asistir a una tradición centenaria: el descenso a medianoche, durante 60 segundos, de una bola de cristal multicolor por una torreta. Este año la encargada de lanzar la bola será la cantante Lady Gaga.

Para asistir a esta ceremonia habrá que pasar detectores de metales y "detectores de radiaciones". En el perímetro de Times Square se han retirado los buzones y se han sellado las tapas de las alcantarillas por seguridad.

En Latinoamérica, parte de las antiguas colonias españolas celebran la llegada de Año nuevo como en España, comiendo las 12 uvas con cada campanada de medianoche.

También hay otras tradiciones "más locales": dos millones de brasileños y turistas vestidos de blanco asistirán en la playa de Copacabana, en Río de Janeiro, a fuegos artificiales y lanzarán al mar rosas y gladiolos blancos, rojos o amarillos, en ofrenda a Yemanyá, la diosa del mar de un rito afro-brasileño, para que se cumplan los deseos de paz, amor y dinero.

Estos mismos colores se utilizan en Bolivia o Perú, donde hay que llevar alguna prenda roja para atraer el amor en el nuevo año, amarillo para el dinero y blanco para la armonía.

En Cuba, se lanzan cubos de agua por la ventana para purificar las casas y en Montevideo lo que se tiran son las agendas o los calendarios del año que termina. En Nicaragua, la gente se baña en un río o en el mar para comenzar limpio el Año Nuevo.

En Perú, como cada año, se quemarán esfinges de personajes maléficos, pero también de las personalidades políticas más odiadas.

Los colombianos colocarán tres patatas bajo la almohada: una pelada, otra a medio pelar y otra con piel. A medianoche, se agarra sin mirar una de las tres: la pelada es signo de mal agüero, la medio pelada es una señal neutra y la que no está pelada anuncia un año próspero.



gilberto
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