Policrato Philodemos

¿Cúal es el límite?

2013-10-03

Estos resentidos y abusivos sociópatas, perfectamente identificados, descargaron sus...

Lo único que un pueblo no debe
permitirle a su gobierno es……
¡Que deje de gobernar!

¿Tolerancia… Sumisión… o Gobierno Fallido?

Las recientes declaraciones ante la prensa del señor Miguel Ángel Mancera, jefe de gobierno de la Ciudad de México, Distrito Federal, aconsejando a la ciudadanía la conducta que debe asumir ante los esperados disturbios, que supone se realizarán hoy durante las marchas y plantones conmemorativos de la bautizada "Matanza de Tlatelolco" del 2 de Octubre de 1968, son realmente para anonadar a los habitantes de la ciudad y para que se sientan desprotegidos y en el abandono, cuando les pide a los comerciantes del centro histórico que cierren sus negocios para evitar actos de vandalismo, lo que implícitamente constituye una confesión de incompetencia de su gobierno para mantener la paz y darles seguridad a sus gobernados, que traducido al lenguaje político significa que nos encontramos ante una situación de "Estado Fallido", ya sea por falta de voluntad para ejercer sus funciones como gobernante, o peor aún, por haber sido rebasado por los "Poderes Fácticos" que ya lo subordinan e inutilizan, aunque también cabe pensar que la omisión puede ser el resultado de "valores entendidos" con los grupos que conforman su "clientela" comicial, aquella que lo apoyó para que alcanzara el puesto que ostenta.

Agrava la sensación de impunidad delincuencial para los vándalos y grupos de manifestantes, quienes como invasores de la ciudad toman como rehenes a la ciudadanía defeña (o de cualquier otra ciudad de la república), amparados en la impunidad que les conceden, de facto, las autoridades alcahuetas y/o cómplices, para trastocar la normalidad a la ciudadanía impidiéndoles ejercer las libertades que les otorgan las leyes (lo que constituye delitos flagrantes), bajo el pretexto de que ejercen "su derecho a expresarse", como es el caso del grupo de "maestros" de la sección 22 del estado de Oaxaca que desde hace varias semanas organiza "marchas" y "plantones" en el D.F., para bloquear calles y avenidas principales con el fin específico de desmadrarle la vida a la sociedad citadina, no a las autoridades supuestamente responsables de resolver sus demandas, suponiendo que de esa manera "presionan" y obliga a dichas autoridades para que cedan ante sus caprichos y solicitudes de privilegios extralegales, como son las dádivas económicas extraordinarias para su gremio y/o dirigencias, o la conservación de supuestas "conquistas laborales" como son la adquisición dinástica, ilícita, o venta de las plazas de maestro por el sindicato, así como la continuidad de mantenerse ante las aulas sin preparación profesional alguna y/o amparados con títulos apócrifos de maestro, defendiendo de esta manera la mediocridad para mal enseñar a las futuras generaciones de mexicanos, tal y como lo han venido haciendo desde hace décadas.

Otro motivo que añade la sensación de abandono de autoridad entre la ciudadanía, es el espectáculo que ofrecieron los noticieros de televisión el día 1 de este mes, mostrando al público como estos maleantes, vividores consuetudinarios e impunes disfrazados de "maestros", insultan hasta la saciedad y les escupen en la cara a los policías para degradarlos humillándolos (al parecer la presencia policíaca fue enviada indefensa como "carnada" y con la consigna de aguantar estoicamente todo tipo de agresiones), a sabiendas de la impunidad de que gozan.

Estos resentidos y abusivos sociópatas, perfectamente identificados, descargaron sus rencores ante las cámaras sin que hasta la fecha exista algún detenido y/o consignado por los hechos constitutivos de delitos flagrantes, y sin que las "¿autoridades?" respectivas hayan dado alguna explicación razonable sobre la tolerancia ante estos hechos .

Después de analizar los acontecimientos anteriormente descritos, y como ciudadano que cumple con las leyes y paga sus impuestos para pagarles a quienes supuestamente son las autoridades encargadas de que exista el orden público, cabe hacerse las siguientes preguntas básicas para saber que comportamiento seguir ante quienes se niegan a cumplir con las obligaciones primarias de todo el que gobierna… ¿Cuál será el límite de tolerancia que tienen estas "¿autoridades?" para hacer cumplir la ley ante los delitos de estos criminales?... ¿Realmente se necesitan autoridades que no saben hacer cumplir las leyes ni proteger a la ciudadanía?... ¿No sería lo mismo y más barato para el erario que dejaran el cargo?... ¿No será que la doctrina neoliberal del "Dejar hacer, dejar pasar" en el ámbito de la seguridad ciudadana la están poniendo en práctica, esperando que "las intangibles fuerzas de la ley de la selva", en conjunción con la mansedumbre ciudadana y el tiempo, resuelvan el problema para que se restituya el equilibrio, o se olvide el problema mismo?... o de plano ¿No será que hemos llegado a la situación de un estado fallido?... o peor aún ¿No será que la Capital de la República ya se encuentra gobernada por la propia delincuencia organizada, que dejó de considerarnos ciudadanos con derechos, para vernos simplemente como víctimas útiles para sus ambiciones de mafia?.

Las respuestas adecuadas parece que deberán estar a cargo de las organizaciones ciudadanas… el tiempo lo dirá, aunque sea durante las próximas elecciones.



EEM