Cartas Abiertas
Mensaje de los Obispos del Estado de México ante las elecciones para Gobernador
1. Ante las próximas elecciones en el Estado de México los partidos políticos enfrentan el reto de hacerse nuevamente creíbles y cercanos a la población, lo que demanda de ellos un compromiso serio con la transparencia y la honestidad, así como una sincera cercanía con una sociedad a la que se decidan promover y apoyar. El riesgo de no asumir esa grave responsabilidad en este momento, es alimentar las bases para el retorno al autoritarismo político o el populismo autoritario por vía electoral.
2. Es verdad que prevalece un clima de molestia y frustración en una población que cuenta con una conciencia cada vez más aguda de su propia capacidad de convocatoria y movilización por medio de las redes sociales y de nuevas formas de protesta y participación. Por ello es oportuno reconocer que estas elecciones permiten que la comunidad presente necesidades reales y exigir su atención sobre ellas a los candidatos a gobernar. De ahí la importancia de proponer una campaña para valorar la mejor opción y evitar una campaña en base a la descalificación y denigración entre los contendientes.
3. La población está cobrando conciencia de la necesidad de hacer algo, y lo está buscando realizar. Para bien o para mal, esto representa una oportunidad para el surgimiento de nuevos liderazgos provenientes de los ámbitos político, empresarial, social, cultural, religioso, etcétera. En otras palabras, la mesa está puesta para aquellos que logren captar la imaginación de la gente con propuestas atractivas y novedosas, generen una relación empática con la ciudadanía y proyecten la credibilidad necesaria para conseguirlo. Esto puede facilitar una relación entre organizaciones sociales y organizaciones políticas que vaya más allá de la campaña electoral, y trascienda al mismo ejercicio de gobierno.
4. Convendrá que las organizaciones de la sociedad –incluidos los grupos vinculados con la Iglesia católica – se aproximen a los candidatos para conocer sus posturas y presentar las propias sobre los temas concretos de su interés (por ejemplo, vida, familia, educación, salud, empleo, combate a la corrupción, inseguridad, etcétera). La firma de compromisos asumidos por las organizaciones y los candidatos han probado ser un medio adecuado para contrarrestar la inconsistencia y falta de credibilidad de los partidos políticos, dando lugar a la relación de confianza suficiente en estos y asegurar, en la medida de lo posible, la atención a los intereses de la ciudadanía.
5. Una participación activa de los candidatos y partidos políticos, involucrando los intereses de la ciudadanía mediante la escucha recíproca será la manera más efectiva de motivar y entusiasmar a los electores en su indispensable tarea de acudir a las urnas el próximo domingo 4 de junio y mantener vivo y operante el régimen democrático.
6. Recordemos las palabras que el Santo Padre Francisco nos dirigió en su pasada visita apostólica a México: “ un futuro esperanzador se forja en un presente de hombres y mujeres justos, honestos, capaces de empeñarse en el bien común” (Cfr. Encuentro con las autoridades, la sociedad civil y el cuerpo diplomático, 13 de febrero de 2016)
7. Nuestra Madre de Guadalupe, factor de esperanza y movilización social relevante, eje del Acontecimiento Guadalupano, sigue siendo para nuestro pueblo marco de referencia en la construcción de nuestra nación que necesita fortalecer los procesos socialmente solidarios y proféticos para alcanzar la unidad, la justicia, la reconciliación de los opuestos, la construcción de un mundo nuevo en la paz. A ella encomendamos esos nuestros anhelos en este momento de decisión para bien de nuestro Estado de México. María, Virgen fiel, espejo de justicia, ruega por nosotros.
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