Una Luz en Mi Ventana
Emparejando calcetines
Guadalupe García
Señor, el mundo está muy revuelto, ¿por qué no haces nada? Guerras, hambre, desplazados, niños ahogados en las playas mientras huían de su país, violencia, persecución, padres que asesinan a sus hijos por odio a sus ex esposas, políticos que roban y mienten, que en vez de servir a los ciudadanos se sirven de ellos para medrar, ciudadanos corrientes asesinados por terroristas locos… ¡Esto está fatal! Y no sigo porque se me acabaría el día enumerando cosas que van mal.
Y aquí estoy yo comentando contigo las noticias del día, los desastres de la semana, las tragedias del verano mientras emparejo calcetines y te doy gracias porque en casa estamos todos, estamos juntos y estamos bien.
Esta dicotomía me parece irreal a veces y otras veces injusta o al menos aleatoria como en una lotería. ¿Cómo se reparte la suerte, o el destino o como se llame lo que le pasa a cada uno en la vida?
Porque aquí no cuenta quién eres, cómo te apellidas, cuánto dinero tiene, quién es tu padre ni nada de eso.
Tampoco te favorece creer en ¨Dios, ser cristiano, hijo del Omnipotente Señor la Creación. En países como Siria o Irak más bien es tu sentencia de muerte.
Y pienso y te pregunto, dejando los calcetines a un lado un momento: ¿por qué no haces nada por tus propios hijos? ¿Cómo permites que por serte fieles los masacren, rapten a sus hijas para “casarlas” con musulmanes radicales, arrasen sus ciudades y tengan que huir con lo puesto? ¿Por qué los cristianos de esos países lo tienen tan difícil y nosotros tan fácil? ¿Es que quieres más a unos que a otros? ¿Es que unos te importan más que otros?
Sacudo la cabeza y vuelvo a la tarea, ¡caray, cuántos pares de calcetines pasan por mi lavadora!
Y se me hiela la queja en los labios al pensar cuántos niños huidos de su hogar no han podido llevar consigo suficientes calcetines…
Y vuelvo a darte gracias porque nosotros, aun con nuestros problemas y disgustos, estamos todos, estamos juntos y estamos mucho mejor que otros.
Y vuelvo a mi tarea y me siento muy feliz porque estoy en mi cocina escuchando la radio y emparejando calcetines.
JMRS