Internacional - Seguridad y Justicia
Los adolescentes se alzan contra las armas en Estados Unidos
PABLO PARDO | El Mundo
Los jóvenes se movilizan por todo el país para reclamar el control de armas y Donald Trump acepta prohibir los accesorios para convertir rifles de un solo disparo en ametralladoras
Trump mueve ficha sobre las arma
"La peor noticia que han recibido desde que sus padres les dijeron que trabajaran en verano". El comentarista conservador Dinesh D'Souza ha saludado en esos términos la negativa de los miembros del Partido Republicano del Congreso de Florida a debatir en la Cámara la venta y posesión de armas semiautomáticas, como el AR-15 con el que Nikolas Cruz, de 19 años, asesinó a el miércoles a 17 personas en el Instituto Marjorie Stoneman Douglas. Un instituto que está, precisamente, en Florida.
El blanco de las burlas de D'Souza, son los supervivientes de la matanza: 3,000 adolescentes que vieron cómo Cruz -que había sido expulsado del centro por comportamiento violento y tenía un historial de violencia- los asesinaba con su AR-15 y luego se iba a tomar un refresco. Son gente como Anthony Borges, de 15 años, que se recupera en un hospital en Florida con cinco balas: tres en las piernas, una en la espalda, y otra en la cadera.
Lo que no está tan claro es que ni las burlas de D'Souza ni el bloqueo del Congreso de Florida vayan a frenar con esa estrategia lo que se está convirtiendo en un movimiento espontáneo. Y, encima, en un año electoral en el que el Partido Republicano, que en principio tenía todo a su favor para renovar su mayoría en el Congreso de EU, afronta un peligro cierto de hecatombe electoral. Porque, por primera vez en décadas, existe un segmento de la población en EU que parece unificado para exigir un control a la venta indiscriminada de armas de fuego: la Generación Z, es decir, aquéllos nacidos entre, aproximadamente, 1997 y 2007.
No es un grupo activo políticamente. De hecho, muchos de sus miembros ni siquiera pueden votar: son los adolescentes, que parecen cansados de que sus mayores les expliquen que no tienen derecho a quejarse cuando alguien se lía a tiros a la entrada del colegio y una bala perdida los deja en silla de ruedas de por vida o, simplemente, entra directamente en el instituto a matarlos, como hizo Cruz. Esos adolescentes, estudiantes de Secundaria de todo EU salieron ayer miércoles a la calle a expresar su rechazo a la venta libre de armas. Pero la fecha clave es el 24 de marzo, cuando está convocada una masiva manifestación en Washington, que cuenta con el apoyo de algunas celebridades de primera fila, como el director de cine Steven Spielberg, el actor George Clooney, y la estrella de la televisión Oprah Winfrey, que han anunciado que van a donar 500,000 dólares (400,000 dólares) cada uno. Es la Marcha por Nuestras Vidas, organizada, precisamente, por los supervivientes del Instituto Marjorie Stoneman Douglas.
El movimiento es espontáneo. Y, como tal, ha sido acogido con escepticismo, cuando no con insultos, por muchos comentaristas, en particular republicanos de zonas rurales, donde se concentra el apoyo a la Asociación Nacional del Rifle (NRA, según sus siglas en inglés), el grupo conservador y blanco que defiende la eliminación de todas las restricciones en las armas de fuego.
La Marcha por Nuestras Vidas ya ha sido vinculada en redes sociales al financiero demócrata George Soros -la bestia negra de los seguidores de Trump y, también, de Vladimir Putin-, y acusada de hacer pasa a actores profesionales como supervivientes de la matanza del miércoles. Aun así, los adolescentes ya han logrado que, por primera vez en 24 años, el Gobierno de EU haya tomado una medida para controlar, siquiera mínimamente, las armas que circulan por las calles. Fue el martes, cuando Donald Trump prohibió por decreto "todos los dispositivos que convierten armas legales en ametralladoras".
La irrupción de este movimiento espontáneo en el panorama político puede cambiar la relación de fuerzas en la primera potencia mundial. La vida pública estadounidense está controlada por los 'baby boomers', la generación que nació entre 1945 y 1960, y a la que pertenecen Donald Trump, Hilary Clinton, Bernie Sanders, y, dependiendo de cuándo se establezca el final de esa cohorte, Barack Obama. Las dos siguientes generaciones -la 'Generación X' y los 'Millennials'- apenas tienen peso en la vida pública, pese a que suponen la mitad de la población. Y lo mismo se suponía que iba a pasar con la Generación Z. Hasta que llegó Nikolas Cruz y empezó a asesinar a gente. De que esta reacción se transforme en un movimiento o no puede depender las elecciones de noviembre de 2018. Y tal vez hasta las presidenciales de 2020. Porque el movimiento ha arrancado en Florida, uno de los estados decisivos en la política de EU. El país con un presidente adolescente de 72 años tiene ahora su vida política pendiente de los adolescentes de verdad.
yoselin
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