Internacional - Política
Barack Obama y George W. Bush recuerdan a McCain: "John nos hizo mejores presidentes"
MARTA TORRES | El Mundo
Dos ex presidentes de Estados Unidos, Barack Obama y George W. Bush, han despedido con honores de Estado al fallecido senador John McCain en la catedral de Washington. Entre los invitados para dar el último adiós al que fuera senador republicano, destaca asimismo el ex secretario de Estado de EU Henry Kissinger. Entre las ausencias, la del mismísimo y actual presidente de Estados Unidos, Donald Trump, vetado por el propio fallecido.
El ataúd de McCain ha salido del Capitolio, donde ha estado expuesto y honrado durante el día de ayer, camino de la catedral nacional. A mitad del trayecto, ha hecho una parada junto al Memorial de los Veteranos de Vietnam (como el fallecido senador), donde su esposa, Cindy McCain, ha dejado una corona en honor a su marido, que fue durante más de cinco años prisionero de guerra en el mencionado territorio asiático.
Durante la ceremonia, Bush y Obama han intervenido por petición del propio McCain. Sus restos fueron enterrados en la escuela naval de Annapolis, a 50 kilómetros de la capital.
McCain no ha sido despedido exclusivamente por personalidades. Ayer, miles de personas hicieron fila fuera del Capitolio durante horas, a la espera de honrar a uno de los políticos y héroes de guerra del país norteamericano más célebres.
Trump, enemistado con el senador a pesar de compartir el mismo partido, el cual se ha ido a jugar al golf durante el funeral y tiene centradas todas las miradas sobre su Twitter. El presidente escribió sobre el FBI y la reforma de Justicia, asuntos de los que ha estado hablando toda la semana, mientras el resto de los políticos, republicanos y demócratas, estaban en la Catedral Nacional en Washington esperando a que llegara el ataúd del senador republicano John McCain, el cual ha sido custodiado desde que salió de Arizona por militares de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos.
Los que sí acudieron fueron la hija mayor de Trump, Ivanka Trump y su marido Jared Kushner, que fueron directos a saludar a Lindsey Graham, senador de Carolina del Sur, uno de los mejores amigos de McCain.
Lecciones del último gran león del Senado: John McCain ha conseguido unir a republicanos y demócratas en su funeral en la Catedral de Washington. Barack Obama acudió a la catedral junto a su mujer Michelle Obama y también lo hizo George W. Bush con Laura Bush y Hillary y Bill Clinton. También estuvo el vicepresidente con Clinton Al Gore, que se presentó a las elecciones en 2000 y fue derrotado por Bush, y su mujer Tipper Gore, así como Dick Cheney (vicepresidente bajo el mandato de Bush) y su esposa Lynne. Todos se sentaron en el primer banco de la catedral. Historia de la política estadounidense de los últimos 25 años. La viuda de John McCain, Cindy McCain, saludó uno a uno antes de sentarse.
Entre los asistentes, el senador de Kentucky, Mitch McConnell, líder de la mayoría republicana en el Senado, sentado junto a Chuck Schummer, senador demócrata de Nueva York, líder de la minoría de su partido en la Cámara Alta. También acudió el senador de Nueva Jersey, Bob Menéndez.
Con todos se peleó alguna vez el senador, pero nunca les dejó de hablar y a todos ha conseguido unir con su funeral en momentos de grandes divisiones en Washington.
Las palabras de Obama
El ex presidente republicano George W. Bush, que derrotó a McCain en unas brutales elecciones primarias en 2000, quiso recordar que "John me hizo mejor. Nuestra rivalidad se deshizo. Recuerdo que después en 2004 en mi último debate presidencial con John Kerry (candidato demócrata en las elecciones presidenciales) estaba ahí John McCain que me decía: "Tranquilo, tranquilo", relató Bush que con su anécdota arrancó las sonrisas de los asistentes en la catedral. "John era un hombre de honor. Su mezcla de valor y decencia está en el tronco de este país", señaló el ex presidente republicano.
"El presidente George W. Bush y yo competimos con John al más alto nivel. Nos hizo mejores presidentes. Hizo el Senado mejor. Cuando John me llamó, me sorprendió. Pero, después hablamos. Y sobre todo fue John en sí mismo: Imprevisible", recordó Barack Obama al subir a la tribuna recordando cuando el republicano le pidió que participase en su funeral.
"Incluso, bromeó. Y aquí estamos, nos ha hecho a George y a mí hablar bien de él ante una audiencia nacional", dijo el ex presidente demócrata arrancando las sonrisas de los que allí se encontraban. "Venimos de diferentes lugares. Yo, de una familia rota. Nunca conocí a mi padre. Él de una de las familias más distinguidas del país. Tengo fama de siempre estar tranquilo. Él, no tanto", recordó Obama sobre las diferencias de ambos políticos.
"Cuando se está capturado, cada día, cada opción, es un examen. John lo pasó una y otra vez. Nos ha hecho considerar que hacemos por nuestro país. Entendió que algunos principios van más allá de la política. De los partidos. Creía en la separación de poderes", recordó. "Sobre todo cuando no estábamos de acuerdo, sobre todo en esos momentos, creía en una discusión sincera. Creía en la libertad de prensa", Obama hizo clara referencia sin mencionarla de forma directa a las controversias de Trump.
"Nunca vi a John tratar a nadie de forma distinta por cuestiones de raza, religión o género", indicó Obama que quiso recordar que McCain le defendió en un acto de campaña cuando una votante acusó a Obama de ser árabe.
"John fue el primero en reconocer que no era perfecto. Por supuesto, tenía ego. Tenía temperamento. Cuando salía, era una fuerza de la naturaleza. Pero, siempre olvidaba. Sabía reírse de sí mismo. Nunca le dimos publicidad. Pero, mientras era presidente, John venía al despacho, nos sentábamos y hablábamos de política y de nuestras familias. Siempre estábamos en desacuerdo. Pero, cuando acabábamos de hablar, estábamos en el mismo equipo. Nunca dudé de que estábamos en el mismo equipo", resaltó el ex presidente demócrata.
Meghan McCain, la hija de John McCain, fue la primera en hablar. "Mi padre fue marinero, aviador, padre, congresista, senador, nominado a la presidencia. Pero, sobre todo un gran hombre", dijo. Entre lágrimas, recordó cuando de pequeña se cayó de un caballo. "Mi padre me llevó al médico y me curó. Después me hizo volver a montar a caballo. Yo estaba enfadada y tenía miedo. Pero, me dijo: 'Nada va a romperte'".
"Mi padre entendió que nuestro país requiere responsabilidades. La América de John McCain es la América de la revolución. Cumplir la promesa de que todos hemos sido creados iguales", recordó la hija del senador republicano durante el funeral de su padre.
En un claro mensaje al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, parafraseando su lema de campaña sin mencionarlo de forma directa, recordó de forma contundente: "América no necesita ser grande de nuevo porque siempre lo ha sido". Acto seguido fue interrumpida por los presidentes, líderes del Congreso y resto de políticos que asistieron al funeral de su padre y rompieron en un aplauso.
Después su hijo James McCain, ha leído un 'requiem' de Robert Louis Stevenson; el ex senador demócrata Joe Lieberman, de Connecticut, uno de los grandes amigos de McCain en el Senado, indicó que "John dedicó su vida a América, pero a la de su fundación. No a las tribus, al individualismo que vemos últimamente", apuntó Lieberman, candidato a la vicepresidencia con Al Gore por el Partido Demócrata en 2000.
"Fuimos los "tres amigos"", pronunció el ex senador en español sobre su época en el Senado con Lindsey Graham, senador republicano de Carolina del Sur, y McCain, de Arizona. "Era sincero y justo. Nunca le escuché decir nada malo de nadie. Nunca atacó a su oponente Barack Obama", recordó de la campaña presidencial en 2000.
El secretario de Estado con el presidente republicano Richard Nixon, Henry Kissinger, quiso recordar durante su intervención que "John McCain fue un regalo para Estados Unidos".
"John prefirió centrarse en crear un futuro mejor", recordó Kissinger después de relatar su vuelta a Estados Unidos tras ser capturado en Vietnam. "Quiso cumplir una causa que no atendiese a sus ambiciones personales", señaló Kissinger en una clara referencia al momento que vive en la actualidad la política en Washignton. "John nos ha regalado un gran momento de unidad muy necesario", hizo hincapié Kissinger.
regina
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