Internacional - Política
Emmanuel Macron rehabilita a Nicolas Sarkozy
Iñaki Gil | El Mundo
Nicolas Sarkozy ha vuelto. Derrotado por François Hollande en 2012, fracasado en las primarias de la derecha en 2017, pendiente de la Justicia, el ex presidente ha sido, en cierto modo, rehabilitado por el actual inquilino del Elíseo, Emmanuel Macron. Aquí hay lío.
El pasado domingo, Sarkozy fue elegido por Macron para representar a Francia en la toma de posesión de la nueva presidenta de Georgia. Un detalle. Pero más sustancioso es que ambos dirigentes comieron juntos el viernes 7, tres días antes de la alocución presidencial en televisión para atajar la crisis de los 'chalecos amarillos'.
Es más, una de las medidas anunciadas es copia de otra del ex presidente de Francia entre 2007 y 2012. En concreto, que las horas extras estén libres de impuestos. Hollande, en su día, abolió la exoneración, puesta en marcha por Sarkozy durante su mandato.
Lógicamente, el hecho fue aplaudido desde la derecha y criticado por la izquierda. "Asume nuestras propuestas", vinieron a decir varios diputados republicanos. Para la oposición socialista es una prueba más de la 'derechización' del presidente actual.
El encuentro, revelado por el semanario 'Valeurs actuelles', es una prueba más de las relaciones más que cordiales entre ambas figuras políticas. Aún con origen ideológico diferente, el temperamento les une. También el hecho de compartir "responsabilidades presidenciales".
"Es lógico que Macron consulte a anteriores jefes de Estado, aunque no los recibe a todos", declaró el ex ministro de Interior, Brice Hortefeux, próximo al ex presidente. La alusión iba por Hollande, que no consultaba a nadie cuando estaba en el Elíseo y ahora tampoco ve a Macron. "Se respetan" dijeron desde Presidencia a 'Le Monde'.
El mismo diario citaba los elogios de un consejero del primer ministro, Édouard Philippe: "Sarkozy ha estado increíble a lo largo de la crisis. Es de lejos, el más inteligente de la derecha . El único que no ha dicho nada. El único que no ha querido aprovecharse del tema, ni apoyarlo ni criticar..."
Un simple ''papel mediador''
Tras ese almuerzo 'tête à tête' en el Elíseo, Macron designó a Sarkozy para que le representara el pasado domingo en la toma de posesión de la nueva presidenta de Georgia. En el Elíseo le quitaron significación a esa misión diplomática, aludiendo al papel de mediador que jugó el ex presidente en 2008 para encauzar el conflicto entre Moscú y esta ex república soviética situada en el Cáucaso. Una "iniciativa pragmática y puntual", afirmaron desde Presidencia.
La presencia de Sarkozy ha servido también para dar relevancia al apoyo de París a la nueva presidenta, nacida en Francia y antigua diplomática francesa. Salomé Zourabichvili, 66 años, desciende una familia georgiana que se estableció en Francia en 1921 adonde llegaron huyendo del Ejército rojo.
Diplomática de carrera, fue nombrada embajadora de Francia en Tiblisi en 2003. Un año después se convirtió en ministra de Exteriores del presidente Mijail Saakashvili, un prooccidental que llegó al poder tras 'la revolución de las rosas' y hoy está exilado en Holanda.
Tras la caída de éste, Zourabichvili cayó en el ostracismo hasta que llegó al poder una nueva mayoría nucleada en torno al multimillonario Bidzina Ivanichvili. En 2016, se convirtió en diputada y el 28 de noviembre se impuso en las urnas con un contundente 60% de votos.
En los comicios presidenciales, que serán los últimos porque a partir de ahora no se elegirá al presidente de la república por sufragio universal, derrotó a Grigol Vachadzé. Aunque la organización Transparencia Internacional consideró "conforme a la ley" las elecciones, hubo 856 denuncias por fraudes.
Su toma de posesión apenas tuvo invitados de relevancia. Por ello es más significativa la asistencia de Sarkozy... en misión especial del presidente Macron.
Antes de la actual luna de miel entre Macron y Sarkozy, éste había insinuado que podría volver a ser candidato: "¿Habéis visto la situación? No voy a tener otra opción. Voy a estar obligado a volver", confió a algunos amigos. No opina lo mismo su esposa Carla Bruni que habría dicho: "Nicolas, espero que sigas siendo listo". Continuará.
Jamileth