Entre la Espada y la Pared
Juan Guaidó estira su gira por Latinoamérica para blindarse antes de volver a Venezuela
DANIEL LOZANO | El Mundo
La gira urgente de Juan Guaidó avanza por la región suramericana buscando rearmarse junto a sus aliados antes de regresar a Caracas y tras cierto distanciamiento con EU. Un retorno que demanda el 85% del país, según la última encuesta de Hercón, y sobre el que planea la duda de si el gobierno bolivariano ejecutará la orden de detención contra el presidente encargado adelantada por Nicolás Maduro.
"Si vuelo a Venezuela y quedo preso habrá un levantamiento popular", adelantó el jefe del Parlamento a la web argentina Infobae, tras el baño de multitud y cariño que le brindaron miles de venezolanos tras su reunión con el presidente Mauricio Macri. Bogotá, Brasilia (donde no fue recibido con honores de estado, como sí ocurrió en los otros países), Asunción, Buenos Aires y hoy le espera la base ecuatoriana de Salinas, invitado por el presidente Lenín Moreno, otrora aliado revolucionario.
Para mañana está previsto seguir ruta a Perú. "Vamos evaluando día a día", revela a EL MUNDO uno de los hombres de confianza de Guaidó, incluso en su momento se sopesó la posibilidad de viajar a Francia y Alemania.
En el equipo de Guaidó niegan que el distanciamiento con el gobierno de Donald Trump vaya más allá que una fase coyuntural, pese a las "complicaciones" surgidas. Según varias publicaciones, con fuentes directas en Washington, el vicepresidente Mike Pence reprochó a la oposición democrática no haber percutido con mayor resolución contra el "muro" revolucionario del 23-F. Según estás informaciones, los estadounidenses también esperaban el resquebrajamiento inmediato entre las filas militares y no "sólo" las 600 deserciones producidas hasta el momento.
En palabras del ministro español Josep Borrell, las "expectativas" no se han cumplido durante las semanas más vertiginosas de la historia reciente venezolana. El país vive un "clima nacional de incertidumbre, tensiones emocionales y estado de ansiedad", según Edgar Zambrano, vicepresidente del Parlamento, político con amplia trayectoria y un olfato político muy fino.
Desánimo entre los venezolanos
El impasse se siente con expectación en Venezuela. La desesperación es de tal nivel que una parte de la Venezuela antichavista estaba convencida que el 23-F la ayuda atravesaría las fronteras y que eso dinamitaría la autoridad del generalato dentro del ejército. Más o menos los mismos que el lunes vieron su futuro negro cuando el Grupo de Lima concluyó que no está dispuesto a participar en una acción armada contra Maduro.
Al margen de escuchar a sus aliados y explicar el reajuste de su estrategia, el gran objetivo de Guaidó es blindarse antes de su regreso. Entre los dirigentes opositores se cree que Maduro no encarcelará, de momento, a Guaidó, pero eso nunca se sabe en revolución. El costo político para el "hijo de Chávez" se multiplicaría si ordena actuar a su policía política contra un "presidente encargado" que aterrice en el aeropuerto de Maiquetía tras ser recibido por, al menos, seis primeros mandatarios del subcontinente.
"Como venezolana me da vergüenza la actitud de Guaidó, una persona que no se limita a hacer el ridículo en el país, sino que ahora le ha dado por hacer el ridículo internacional", disparó desde Moscú la vicepresidenta Delcy Rodríguez, de visita al aliado ruso.
El desafío pasa por superar un primer obstáculo, el regreso a Caracas, para el que se barajan distintas protecciones: personalidades internacionales y una gran concentración incluso alguna sorpresa fuera del guión. Félix Seijas, director de la encuestadora Delphos, considera que la posibilidad de que sea detenido está el 50%.
Proteger la integridad de Guaidó
"Una detención puede provocar una respuesta mucho más fuerte y radical de EU", considera Luis Vicente León, presidente de Datanálisis. "Lo cierto es que ahora el peso recae mucho más en qué está dispuesto a hacer la comunidad internacional. Es la hora de no ladrar tanto y empezar a morder de una forma más decidida", apuesta Seijas.
De momento, el gobierno colombiano ha advertido que "promoverá mecanismos jurídicos y diplomáticos pertinentes para la efectiva protección de derechos y libertades" de Guaidó. "Si fuera arrestado verían una reacción muy grande por parte del pueblo venezolano y una reacción muy grande en la comunidad internacional", vaticinó Elliot Abrams, enviado especial de Trump para la crisis veneozolana.
La Unión Europea se ha sumado hoy a estos llamados: "Cualquier medida que pudiera poner en riesgo la libertad, seguridad o integridad personal de Guaidó representaría una gran escalada de tensiones y enfrentaría la firme condena de la comunidad internacional".
"Veo 3 posibilidades: que lo dejen entrar sin que le hagan nada, que lo pongan preso y que no lo dejen entrar, que le dejen afuera. Si vuelve al territorio, va a seguir su estrategia de acumular poder internacional, presión y más presión", concluye Luis Salamanca, antiguo rector del Consejo Nacional Electoral.
JMRS