Internacional - Población

Miles de migrantes y refugiados, atrapados en los combates en Trípoli

2019-04-26

Unos 35,000 residentes en las zonas afectadas por los choques han tenido que huir de sus hogares y...

ROSA MENESES | El Mundo

Unos 3,000 extranjeros se encuentran encerrados en centros de detención a merced de los enfrentamientos entre milicias, en medio de la ofensiva contra la capital de Jalifa Haftar. Varios de ellos han resultado heridos de bala durante un tiroteo en Qasr bin Gashir.

Tras tres semanas de combates, la ofensiva del mariscal Jalifa Haftar sobre Trípoli está siendo contenida de momento por las fuerzas leales al Gobierno de Unidad Nacional. Pero, a medida que los enfrentamientos se estancan, lo que hace pensar en una larga ofensiva, la situación humanitaria empeora. La Organización Mundial de la Salud ha contabilizado, desde el 4 abril, al menos 296 personas muertas y más de 1,400 heridos, entre ellos, civiles. Unos 35,000 residentes en las zonas afectadas por los choques han tenido que huir de sus hogares y alojarse en casas de familiares o en edificios públicos. En medio de los combates se encuentran también atrapados miles de migrantes y refugiados, encerrados en prisiones como la de Abu Slim o Ain Zara.

"La situación es extremadamente preocupante, con alrededor de 3,000 migrantes y refugiados encerrados en centros de detención en medio de los combates sin lo básico. No hay agua y sólo tenemos suministros médicos para menos de dos semanas. Pedimos a las autoridades que liberen a estas personas y las pongan en un lugar seguro", señala a ELMUNDO.es Craig Kenzie, coordinador de Médicos Sin Fronteras (MSF) en Trípoli.

El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) logró evacuar a principios de semana a un primer grupo de refugiados detenidos en un recinto de la capital y llevarlos a Níger. Eran unas 163 personas de varias nacionalidades, entre las que se encontraban decenas de mujeres y niños. Otro grupo de 350 personas pudieron ser evacuados por la ONU este jueves en medio de feroces combates hasta instalaciones situadas en Zawiya, localidad a 40 kilómetros de Trípoli. Según Naciones Unidas, hasta la fecha ha logrado sacar de la zona de batalla a unos 675 migrantes y refugiados, informa Reuters.

Varios de ellos sufrieron el pasado martes heridas graves, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), cuando se desató un intercambio de fuego en el barrio de Qasr bin Ghashir (al sur de Trípoli). Médicos Sin Fronteras (MSF) también ha denunciado los hechos. "Los detenidos del centro de Qasr bin Gashir fueron brutalmente atacados con armas de fuego y heridos de bala", ha señalado la ONG, que ha difundido un vídeo con imágenes que muestran el momento del tiroteo y varias personas con heridas de bala en las piernas. "Según algunas fuentes, varias personas habrían muerto y, al menos 12, migrantes y refugiados habían resultado heridos", ha añadido en un comunicado. La organización denuncia que estas personas, entre las que hay mujeres -algunas embarazadas- y niños, se encuentran en condiciones degradantes y en una situación muy vulnerable.

Se calcula que hay más de 700,000 migrantes llegados a Libia con la intención de buscar una vida mejor en Europa, de los que unos tres millares están encerrados en centros de detención sólo en Trípoli. Estas instalaciones suelen estar bajo control de las milicias, que desde el 4 de abril intentan contener el avance de las fuerzas de Haftar.

Naciones Unidas ha llamado en varias ocasiones a un alto el fuego de las partes en conflicto y se ha declarado extremadamente "preocupada" por una situación humanitaria que "empeora" a cada momento. Los enfrentamientos están teniendo un "impacto en los servicios sanitarios, el suministro de agua, el alcantarillado y la electricidad", subrayó la enviada de la ONU en Libia, Maria do Valle Ribeiro.

El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) se pronunció este jueves en los mismos términos: "La situación humanitaria en Trípoli y sus alrededores se ha deteriorado considerablemente en las últimas tres semanas. Los cortes del suministro eléctrico son frecuentes en las zonas donde tienen lugar los enfrentamientos. La infraestructura y los servicios básicos de Trípoli, como los hospitales y las plantas de bombeo de agua, que ya han sufrido la violencia de los últimos ocho años, se han debilitado aún más".

"Las zonas residenciales, con alta densidad de población, están convirtiéndose en campos de batalla", afirma Yunes Rahoui, jefe de la oficina del CICR en Trípoli. Mientras la población local se refugia en otras zonas, los migrantes y refugiados detenidos continúan atrapados en medio de los combates. MSF exige su inmediata evacuación. "De lo contrario, siguen corriendo riesgo de verse envueltos en más ataques o tiroteos", advierte la responsable de Emergencias de la ONG médica, Karine Kleijer.

Italia urgió el miércoles a la UE para que ultime un plan para evacuar a los refugiados de la zona de conflicto. El presidente del Gobierno italiano, Giuseppe Conte, ya advirtió a mediados de abril que se teme que la violencia provoque una crisis humanitaria que dispare la llegada masiva de migrantes a sus costas. Conte alertó de que los combates podrían interrumpir el flujo de migrantes de África a Europa a través de Libia, pero que empujaría a huir del país a los propios libios, "una población ya agotada por ocho años de inestabilidad".

"Cuando estalla un conflicto, la reacción natural de las personas atrapadas en él es huir. Es difícil predecir si habrá un flujo masivo de refugiados hacia Europa. No somos capaces de anticipar eso, pero en el contexto del Mediterráneo estamos muy concienciados de que si es así la gente puede huir de una situación extremadamente peligrosa para verse en otra situación extremadamente peligrosa en el mar", apunta Kenzie.



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