Muy Oportuno

Las contradicciones que nos dañan

2019-04-30

Una frase popular dice: “Yo no creo en las brujas, pero de que vuelvan, vuelan” Nuestro...

Por: Francisco Mario Morales

Ser cristiano católico no basta con ir a la iglesia los domingos o ?cuando nos nace? y medio hojear la Biblia algunas veces

Hay contradicciones que nos dañan porque hay una enorme distancia entre nuestro ser y nuestro actuar, ¿Cuántos se dicen “muy” católicos cristianos pero viven y actúan de una manera “muy” diferente? ¿Como si nuestra forma de ser no tiene nada que ver con nuestro modo de actuar? ¿Cuántos se dirán sin ser? No olvidemos que el infierno está lleno de buenas intenciones. Para muchos lo único importante son los deseos de ser buenos y hacer el bien. Pero no bastan las buenas intenciones; necesitamos acción y obras, hechos y no palabras (Sgto. 2, 14,26), CONGRUENCIA Y CONVERSION. “La Buena Nueva debe ser proclamada, en primer lugar, mediante el testimonio. Todos los cristianos están llamados a este testimonio y, en este sentido, pueden ser verdaderos evangelizadores.” (Evangelii Nuntiandi 21) En la iglesia doméstica, cuando no damos testimonio de congruencia y verdadera conversión, estamos contribuyendo a ser padres católicos con hijos incrédulos. Más que convencer, es necesario dar verdadero testimonio.

Ser cristiano católico no basta con ir a la iglesia los domingos o “cuando nos nace” y medio hojear la Biblia algunas veces durante nuestra existencia. Ser católico cristiano es un modo de ser, un estilo de vida a ejemplo de Jesús; es una continuidad del amor.

“En los tiempos pasados, la apologética consistía en defender la fe católica de los ataques de sus enemigos. Se dirigía esencialmente a los de afuera, para que tomaran conciencia de la falsedad de sus ataques. Hoy, la apologética se dirige, antes que nada, a los de adentro para que no se dejen confundir por los que se salieron de la misma Iglesia y tratan de llevárselos a sus grupos. Antes, los que no conocían la fe eran los de afuera; hoy, los que no conocen la fe son los de afuera y los de adentro” (La Apologética no está de moda. P. Flaviano Amatulli Valente). Esto es originado por la falta de atención pastoral hacia sus propios miembros, abandonados a su propia suerte en lo espiritual y en algunos casos por intereses individuales y económicos.

” Por no haber entendido esta situación, tal vez muchos están en contra de la apologética, pensando que nuestro principal objetivo consiste en querer atacar o convencer a los de afuera. No nuestra preocupación principal consiste en fortalecer la fe de los que están dentro de la Iglesia, aclarando su identidad y dando respuesta a las posibles dudas que puedan derivar de los ataques de las sectas.

En un segundo tiempo, nuestra acción se dirige también hacia los hermanos que dejaron la Iglesia de buena fe y siguen abiertos al diálogo (muy pocos en verdad), para que queden cuestionados y se abran a la posibilidad de un regreso a la Iglesia, de la cual nunca debieron hacer salido.” (La Apologética no está de moda, P. Flaviano Amatulli Valente).

El premio Nóbel agnóstico Alberto Canus, decía: “Si no se cree en nada, si nada tiene sentido y si en ninguna parte se puede descubrir valor alguno, entonces todo está permitido y nada tiene importancia.” Dostoiewski, el gran escritor ruso, dice por medio de uno de sus personajes: “Si Dios no existe todo está permitido”. Y el ateo Jean Paul Sartre, escritor existencialista confiesa que “él no llegó al ateísmo por un conflicto de dogmas, sino por la indiferencia religiosa de su familia.”

El sincretismo en nuestros días:

Hoy en día una gran mayoría hace una mezcla de religión, con magia, esoterismo y ocultismo. Limpias por brujos y hechiceros, uso de amuletos y talismanes para la “buena suerte”, lecturas de cartas, de la mano, del café, del cigarro y del tarot, hoy está de moda: la New Age, los piercings, las perforaciones y la moda dark (o darketos), etc. La ignorancia religiosa y la falta de fe llevan a muchos, niños, adolescentes, jóvenes y adultos (de ambos sexos) católicos cristianos a la lectura de horóscopos, uso de herraduras, patas de conejo, figas, tatuajes, ajos, sábila, sal y tierra de panteón, etc.

Una frase popular dice: “Yo no creo en las brujas, pero de que vuelvan, vuelan” Nuestro mundo está plagado de mentiras y engaños del demonio.  Vivimos una invasión de brujos, adivinos y magos que inducen a los ingenuos a la sugestión y superstición poniendo en peligro su fe.  Existen las brujas barateras, que “encomiendan” las causas a la Virgen y a san. Judas Tadeo, salaciones, mala suerte, amarres y hechicerías, con fines de lucro.

Hoy los niños, adolescentes y jóvenes están obsesionados por el “juego” de la Guija (tabla o virtual), a través de la cual invocan espíritus o muertos, de igual forma se realiza esta práctica en los “templos espiritualistas” y en el espiritismo, todo esto es prohibido por Dios y por consecuencia satánico.

El desconocimiento religioso, el desinterés por las almas, el apego a lo temporal y el abandono, lleva a muchos a recurrir a templos espiritualistas consultar brujos, adivinos y santeros, etc. Ahora a los brujos, charlatanes y adoradores del demonio, con términos “modernos”, se les llama: consejeros espirituales, psíquicos, chamanes, videntes, orientólogos y gurús. Lo peor de estos personajes es que algunos se dicen católicos cristianos creyentes, y esto solo para atraer y confundir a más incautos…perdón, clientes. Dicen que sus “trabajos” son de “magia blanca”, la cual es igual o peor que la negra.

Entre muchos adolescentes, jóvenes y algunos no tan jóvenes están de novedad los Trolls y Elfos, supuestamente para atraer la buena suerte. Nada de esto es verdad todo es engaño y vil mentira; pero lo que si es cierto y nadie lo puede negar es que por estos objetos y estas prácticas el demonio se hará más presente en nuestra vida.

Habrás oído de la “magia” de los ángeles (Nueva Era – New Age): Y que personas sin conocimiento religioso se dan a la tarea de invitar a otras a que reciban en su casa con veladoras encendidas, flores y oraciones, a determinada hora de la tarde o de la noche, a los ángeles, esto simplemente no puede ser porque Dios prohíbe la comunicación con ángeles y espíritus (Col. 2, 18). Por eso es importante conocer lo que nos dicen las Sagradas Escrituras. Hay que evitar que muchas personas lucren con nuestra ignorancia.

Por todas partes se habla de “trabajos” (brujería), maleficios o trabajos para causar daño a otras personas. Cabe mencionar que todo eso funciona si nuestra relación con Dios es deficiente y nuestras defensas, nuestro sistema inmunológico espiritual es bajo.

“Quién no conoce la Biblia no conoce a Dios” (San Jerónimo).

Uno de los peligros más grandes que acechan a la mayoría de los cristianos católicos, es el poco interés (o ningún interés) por conocer y practicar la religión por auténtica convicción. La falta de un verdadero conocimiento trae como consecuencia la apatía y la indiferencia.

Vivir la religión en forma rutinaria, individual y principalmente de “costumbres” externas, lleva a no tomar en serio ni a darle ninguna importancia a los sacramentos y a vivir alejados de Dios. “Se aferran a sus ritos porque son incapaces de creer. Su religión exterior es una sustitución de la fe auténtica que no tienen. Se aferran a sus posiciones tradicionales”.   (Comentar. Biblia Latinoamericana – Mc. 7, 1-23)

“Hay que evangelizar a los católicos. La tibieza, la indiferencia y el conformismo nos está desbaratando más que si fuéramos paganos o enemigos declarados de la Iglesia y de la fe”. Y yo agregaría a esta importante afirmación: el comodismo y el hacer una religión a nuestra conveniencia personal. Todo esto es campo fértil para los hermanos esperados.



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