Migración

Crispación por asesinato de hondureño en México

2019-08-02

"Un padre corrió al lado de su pequeña hija de 8 años, quien...

 

(ANSA) - CIUDAD DE MEXICO.- El asesinato de un hondureño durante un confuso incidente en el cual policías del estado de Coahuila, norte de México, dispararon contra un grupo de inmigrantes desató hoy crispación y un amplio rechazo de organizaciones humanitarias locales e internacionales.
    
Una niña vio morir a su padre durante el episodio, ocurrido cuando una decena de centroamericanos, entre ellos mujeres y niños, salían de un refugio al anochecer del miércoles en la ciudad de Saltillo y sostuvieron un altercado con agentes de la Fiscalía General.
    
"Un padre corrió al lado de su pequeña hija de 8 años, quien presenció cómo cayó asesinado" por los disparos de los agentes, relató en un comunicado la Casa del Migrante, que alojaba a las personas involucradas en el caso.
    
Las personas indocumentadas se dirigían a las vías del tren a fin de acercarse a la frontera con Estados Unidos, aparentemente con el fin de entrar burlando la vigilancia para entregarse y solicitar refugio como lo hacen todos los días en la zona, pero fueron sorprendidos por las fuerzas del orden.
    
Según el texto del grupo que administra el refugio, "a una madre la separaron de su bebé de 2 años, el cual fue escondido por las demás personas migrantes en una tienda para proteger su vida" luego que los policías mostraron que "estaban dispuestos a matar".
    
La Casa del Migrante denunció que la "persecución de migrantes en México ha llegado a un extremo insostenible" y exigió un "alto a la crueldad institucional".
    
La Fiscalía de Coahuila justificó la acción de sus elementos al señalar que se debió a que centroamericanos "insultaron y dispararon" contra ellos, pero horas después, bajo la intensa presión de organismos humanitarios que rechazaron en forma unánime la actuación de los policías cambió su versión.
    
La entidad indicó que la muerte del hondureño ocurrió debido a "una confusión" de la policía, cuando perseguía a traficantes de droga al menudeo, lo que rechazado por testigos, los cuales acusaron a los agentes de "tirar a matar".
    
La Cancillería mexicana indicó que ningún elemento de la Policía Federal o el Instituto Nacional de Migración estuvo vinculado en el hecho.
    
Por ahora, las autoridades federales no han decidido ejercer la "facultad de atracción", es decir, tomar las riendas del asunto.
    
Por lo tanto, dejaron en manos de la propia fiscalía de Coahuila la investigación, pero los seis policías involucrados en el incidente fueron "acuartelados", es decir, sujetos a investigación para determinar las culpabilidades.
    
Desde que se inició la oleada migratoria desde San Pedro Sula, Honduras, en octubre pasado, con la formación de casi una decena de caravanas que trajo a decenas de miles de personas sin documentos hacia México para llegar a Estados Unidos a pedir asilo, se han producido varios incidentes contra migrantes.
    
El pasado 15 de diciembre, dos hondureños menores de edad fueron asesinados y sus cuerpos arrojados en un "picadero" (tienda clandestina de venta de drogas) en el centro de la ciudad fronteriza de Tijuana. Apenas en mayo último, otro hondureño fue muerto a pedradas en el estado sureño de Chiapas, limítrofe con Guatemala, durante una riña escenificada a un costado de las vías del tren en el municipio de Salto de Agua.
    
Sin embargo, es la primera vez que muere un migrante en manos de la policía, lo que hizo arder de indignación a grupos defensores de derechos humanos, por cuanto coincide con una oleada xenofóbica en algunos sectores por la presencia cada vez más constate de extranjeros pobres en algunas zonas del país.
    
"Condenamos el uso de la fuerza pública contra la población migrante, la persecución de la que son objeto y su criminalización", señaló a través de Twitter la Fundación Justicia.
    
Erika Guevara, directora para las Américas de Amnistía Internacional (AI), manifestó que este asesinato envía "una alarmante señal del enfoque cada vez más hostil de México hacia los migrantes".
    
"Las autoridades mexicanas deben tratar a las personas migrantes y a sus familias con humanidad, no perseguirles o dispararles", indicó.



Jamileth