Internacional - Política
Primer ministro italiano presentará dimisión, acusa a Salvini de hundir al gobierno
Por Crispian Balmer y Angelo Amante | Reuters
ROMA (Reuters) - El primer ministro italiano anunció su renuncia el martes, protagonizando un duro ataque contra su propio ministro del Interior, Matteo Salvini, al que acusó de hundir el gobierno de coalición y poner en peligro la economía en busca de réditos personales y políticos.
En un discurso ante el Parlamento, que suspendió su receso estival para decidir el futuro de un gobierno con apenas 14 meses de vida, el primer ministro Giuseppe Conte acusó al jefe del partido Liga, Salvini, de intentar aprovecharse de su ascenso de popularidad.
“(Salvini) ha demostrado que está siguiendo sus propios intereses y los de su partido”, dijo Conte ante un Senado repleto, con un impertérrito Salvini sentado a su lado. “Sus decisiones implican serios riesgos para este país”.
Conte describió las acciones de Salvini -que declaró hace 12 días que la coalición es inmanejable y pidió un adelanto electoral- como temerarias y “culpables de llevar al país a una espiral de incertidumbre política e inestabilidad financiera.
El primer ministro, que no está adscrito a ninguno de los dos partidos que integran la coalición, indicó que presentará su dimisión más tarde en el día, permitiendo que el jefe de Estado ponga en marcha consultas con los partidos para ver si puede formarse una nueva coalición.
Si no lo consigue, el presidente Sergio Mattarella tendría que disolver el Parlamento tres años y medio antes de tiempo, una decisión que podría desembocar en la celebración de elecciones este otoño boreal.
Los mercados financieros subieron tras el anuncio de dimisión de Conte, al parecer esperanzados por la posibilidad de que pueda evitarse un adelanto electoral, en medio de reportes que indicaron que el Movimiento 5 Estrellas podría buscar una alianza con el centroizquierdista Partido Democrático (PD).
Salvini rechazó las palabras de Conte y aseguró que otros partidos temen acudir a las urnas y perder su influencia.
Según afirmó, su objetivo político es desafiar las reglas fiscales de la Unión Europea, a las que culpa de empobrecer al país. Roma debería gastar al menos 50,000 millones de euros (55,000 millones de dólares) para estimular una economía crónicamente débil, agregó.
“No tengo miedo”, aseguró. “No quiero que Italia sea esclava de nadie y no quiero que a Italia le den una correa larga como a un perrito. No quiero ninguna cadena”.
(1 dólar = 0,9017 euros)
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