Nacional - Población

Creciente y continua violencia en manifestaciones

2019-10-03

La masacre arrojó 78 estudiantes muertos y unos 30 desaparecidos luego que el...

 


(ANSA) - CIUDAD DE MEXICO, 3 OCT - La violencia en las manifestaciones callejeras que se registran casi a diario en México, atribuida a grupos de choque de corte anarquista, se desborda cada vez más y las autoridades enfrentan crecientes críticas por su incapacidad para frenarla.
    
El fenómeno escaló sobre todo en la Ciudad de México luego que por tercera vez en una semana se produjeron incidentes durante protestas en la capital, que incluyeron rotura de cristales de negocios, incendios, vandalismo en fachadas de inmuebles comerciales y oficiales y agresiones a la fuerza pública.
    
Ayer, hubo otra vez actos vandálicos al recordarse la Matanza de Tlatelolco, el 2 de octubre de 1968, en vísperas de los Juegos Olímpicos, una de las efemérides de más triste memoria en los últimos tiempos.
    
La masacre arrojó 78 estudiantes muertos y unos 30 desaparecidos luego que el Ejército reprimió brutalmente una demostración antigubernamental en el céntrico barrio de Tlatelolco.
    
Duranta las marchas de ayer, a pesar de que se adoptaron previsiones, incluyendo "cinturones de paz" formados por un amplio grupo de empleados del gobierno capitalino, 14 personas resultaron heridas, entre ellas varios elementos antidisturbios, agredidos por petardos, tres de los cuales fueron hospitalizados.
    
En la última semana de septiembre, otras dos protestas callejeras, una para recordar el quinto aniversario de la desaparición de 43 estudiantes en el sur del país y otra a favor de la legalización del aborto en todo el país, fueron rebasadas por infiltrados anarquistas vestidos de negro y con los rostros encapuchados.
    
Los grupos de choque pintaron graffitis en monumentos históricos, rompieron cristales de bancos y comercios y vandalizaron diversos inmuebles, en busca de provocar una respuesta dura de la fuerza pública.
    
Ante el temor de que policías y miembros del Ejército sean calificados de "represores" por grupos de defensa de derechos humanos, el gobierno ha preferido cargar con los cuestionamientos cada vez más insistentes de diversos sectores.
    
"Hemos pasado del Estado represor" al "Estado ausente que permite a los manifestantes bloquear vías de comunicación, pintar monumentos históricos, destruir ventanales (.) e incluso agredir a policías y soldado", afirmó el analista Sergio Sarmiento.
    
El presidente Andrés López Obrador pidió en días pasados "aislar a los provocadores" y "cuidar el patrimonio histórico" al exhortar a los grupos violentos a actuar como los grandes pacifistas de la historia, Mahatma Ghandi, Nelson Mandela y Martin Luther King. José Luis Calderón, vicepresidente de la Asociación Mexicana de Empresas de Seguridad Privada, estima que los actos vandálicos "evidencian la incapacidad de las autoridades para enfrentar a grupos sociales cada vez más violentos" y para afrontar el "control de multitudes".
    
Calderón considera que hechos como el incendio del portón "podrían haberse evitado con equipamiento moderno que lamentablemente las agencias del orden no tienen" y dijo que "poner a soldados o a policías frente a multitudes sin una barrera y máximo con un escudo, representa un alto riesgo".
    
El experto cree que una de las formas más idóneas para contener a multitudes y grupos violentos sin violar los derechos ciudadanos sería asesorarse de empresas especializadas "que cuentan con la tecnología y el equipo" requerido.
    
Natan Poplawsky, de la Cámara Nacional de Comercio de la Ciudad de México, denunció que la metrópoli ha sido "tomada como rehén por grupos ajenos a las legítimas protestas de la sociedad civil".
    
Algunos especialistas creen que se trata de los habituales grupos de choque infiltrados por organizaciones opositoras al gobierno para desacreditarlo y López Obrador los acusó de "conservadores".
    
Los infiltrados prendieron fuego a una librería de la popular cadena Ghandi y dibujaron grafittis en la puerta Mariana del Palacio Nacional y en sus muros, con leyendas como "Estado asesino". 


 



regina

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