Nacional - Seguridad y Justicia
Rechazo a que Estados Unidos designe terroristas a cárteles
(ANSA) - CIUDAD DE MEXICO.- El gobierno de México manifestó hoy su firme rechazo a la intención de algunos miembros del Congreso de Estados Unidos de declarar a las bandas criminales del país como "organizaciones terroristas", al considerar que sería una medida "intervencionista".
El presidente mexicano, Andrés López Obrador, afirmó hoy en su habitual conferencia de prensa de todas las mañanas en el Palacio Nacional que "nunca, jamás vamos a aceptar la intervención de ningún país extranjero".
El mandatario acusó a "algunos" de estar demandado "casi una intervención" armada en el país por parte de Estados Unidos.
El canciller, Marcelo Ebrard, expuso que México no aceptaría que el gobierno de Estados Unidos declare como terroristas a los cárteles mexicanos.
Ebrard dijo que la designación sobre narcoterrorismo "es innecesaria e inconveniente" por cuanto "tiene una implicación jurídica, considerando que los actos son gravísimos, pero tiene un impacto internacional".
"Se invocan esas disposiciones para actuar de manera directa, eso por supuesto México jamás lo aceptaría", señaló Ebrard, al tiempo que consideró innecesario designar "narcoterrorista" a un grupo para "actuar en contra de él".
"No vamos a cambiar la estrategia que iniciamos", agregó López Obrador, al pedir a su par estadounidense, Donald Trump, que "actúe de manera respetuosa y no insista en aplicar o en querer imponer la política de fuerza en nuestro país".
"Nuestros problemas los vamos a resolver los mexicanos, no queremos la injerencia de ninguna potencia, de ningún país extranjero. Es muy clara la Constitución. No somos vendepatrias.
No vamos a permitir ninguna amenaza o intervención del extranjero", expuso el mandatario.
Los parlamentarios promotores de esta iniciativa son congresistas vinculados con la Iglesia mormona de Utah, en Estados Unidos, relacionada con mormones fundamentalistas que viven en el norte de México.
La comunidad mormona mexicana, de unos 5,000 miembros que poseen la doble nacionalidad, sufrió el pasado 4 de noviembre la masacre de 9 de sus miembros, por parte de un grupo delincuencial durante una emboscada en un paraje ubicado cerca de los límites con Estados Unidos.
La familia LeBarón, que forma parte de la Iglesia del Primogénito, una rama disidente de la Iglesia de los Santos de los Ultimos Días, que emigró en masa hace más de un siglo desde Utah, cuando en Estados Unidos se prohibió la poligamia, formalizó el pasado domingo su petición a Washington para catalogar a los terroristas a los cárteles mexicanos.
A través de una solicitud electrónica dirigida a la Casa Blanca, la familia pidió al gobierno de Trump que se les otorgue a las bandas criminales este estatuto a fin de que puedan ser combatidas y debido a su alta peligrosidad.
"Los cárteles controlan el flujo de opioides, heroína, metanfetaminas, cocaína, fentanilo ultra mortal y todas las demás drogas ilegales que se introducen de contrabando a los Estados Unidos desde México", según el texto difundido el domingo.
La familia deberá reunir 99.999 firmas antes del 24 de diciembre para poder recibir una respuesta de la Casa Blanca.
López Obrador ofreció recibir a principios de diciembre próximo, en Palacio Nacional, a la familia LeBarón, una de las más afectadas por la masacre, junto con la familia Lanford, en el municipio de Bavispe, estado norteño de Sonora, para hablar de los avances de la investigación.
"Ellos tienen todo el derecho" de ser informados sobre el proceso de hacer justicia a las víctimas y "además es muy justo lo que plantean", dijo López Obrador.
Sin embargo, pidió que sólo estén presentes en el encuentro familiares y no organizaciones sociales que los apoyan para que no haya un "sesgo político".
Tras la masacre perpetrada -según ciertas versiones- porque los mormones se negaron a acatar una advertencia para no comprar combustible en el estado de Chihuahua, que es más barato que el vendido en Sonora, algunos miembros de la comunidad mormona comenzaron un éxodo hacia Estados Unidos.
La zona de la matanza ocurrió en una franja agreste de montañas y bosques en los límites con Estados Unidos que forma parte de un corredor para el trasiego clandestino de personas, drogas y combustible robado, el cual es objeto de disputa entre el Cártel de Sinaloa y el Cártel de Juárez.
Jamileth
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