Nacional - Seguridad y Justicia

Más soldados que nunca en las calles 

2019-12-09

El promedio durante la gestión de su antecesor, Enrique Peña (2012-2018), cuando se...


(ANSA) - CIUDAD DE MEXICO, 9 DIC - El gobierno mexicano desplegó en las calles más soldados que nunca para combatir la inseguridad, pero no alcanza para frenar la violencia que aumenta a niveles históricos.
    
Trece años después de que comenzó la "guerra contra el crimen" lanzada por el expresidente Felipe Calderón, la cifra de militares desplegados en distintos frentes para combatir el crimen aumentó 14,5% en el primer año de Manuel López Obrador.
    
El promedio durante la gestión de su antecesor, Enrique Peña (2012-2018), cuando se alcanzó un récord histórico, fue 54.980 efectivos, según fuentes gubernamentales.
    
Actualmente, hay 62.954 soldados, marinos y oficiales destacados en todo el país, de acuerdo con un informe oficial de la petrolera PEMEX.
    
Las fuerzas militares se emplean para cumplir la misión de combatir el robo de combustible y atacar el trasiego de drogas, el homicidio, la extorsión y la trata de personas, entre otras cosas. La cifra de militares desplegados aumentó casi un 20% respecto a la utilizada por Calderón (2006-2012), que fue de 52.690 efectivos.
    
Sin embargo, de acuerdo también con estadísticas oficiales, la violencia no cesa y alcanzó entre enero y octubre pasado casi 25,000 asesinatos intencionales, el nivel más alto desde que se lleva registro, de los cuales 17,100 fueron perpetrados con armas de fuego.
    
Gran parte de los militares que se sumaron a las tareas de combatir el crimen, pese a la promesa de López Obrador de regresarlos a sus cuarteles, se integraron a la Guardia Nacional, un cuerpo de seguridad recién creado que organizaciones civiles consideran en realidad un organismo militarizado.
    
Los mayores aumentos de tropas se registran en el sureste del país, que abarca los estados de Quintana Roo, Campeche y Yucatán, aparentemente para responder a compromisos adquiridos con el gobierno de Estados Unidos, que amenazó con imponer aranceles a las exportaciones si no se frenaba la avalancha migratoria, hace unos meses.
    
Esta región registró un aumento de 43,4% en la cantidad de elementos desplegados, mientras que otra zona donde hubo también un incremento importante, la noroeste, que abarca los estados de Sonora y la Península de Baja California, tuvo un repunte de 42,2%.
    
La región noreste, donde confluyen los estados de Nuevo León, Tamaulipas y San Luis Potosí, con amplia incidencia de las bandas criminales, también tuvo un aumento de casi 40% en el despliegue de elementos castrenses.
    
Sin embargo, una mayor cantidad de personal militar no garantiza mejores resultados, como lo demuestra el hecho de que este año podría cerrar con 274,000 personas muertas desde 2006 y con más de 40,000 desaparecidos, señalan los expertos.
    
Sólo en el primer año en el poder de López Obrador, que se cumplió el pasado día 1, se estima que ha habido 11 masacres, entre las cuales destaca la de 9 personas de una comunidad mormona (3 mujeres y 6 niños), en un poblado montañoso del estado norteño de Sonora.
    
Este episodio llevó al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a proponer la inclusión de algunas bandas criminales en la lista de organizaciones terroristas extranjeras, una iniciativa que fue rechazada tajantemente por el gobierno mexicano, argumentando que no permitiría la "violación de su soberanía nacional".
    
El viernes pasado, Trump anunció que frenaría por ahora esta propuesta, gracias a los buenos oficios de la diplomacia mexicana, pero los expertos no descartan que insista en ella en los meses por venir.
    
"No era cosa sencilla detener la maquinaria burocrática y convencer al presidente Trump de alterar una decisión ya tomada", señaló el experto en seguridad Alejandro Hope.
    
Sin embargo, hizo notar que "no es más que un respiro temporal" al vaticinar que "conforme avance la temporada electoral en Estados Unidos, Trump podría regresar al tema".
    
En abril pasado, unas 50 organizaciones de la sociedad civil alzaron la voz para manifestar su preocupación por la "militarización del país" con el despliegue de los efectivos de la Guardia Nacional.



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