Nacional - Economía
La recuperación económica de México se ralentiza
Isabella Cota, El País
A juzgar por la actividad en la capital mexicana, la economía del país se levanta. Han vuelto los puestos ambulantes y comercios pequeños. El tráfico no cede y en los supermercados el flujo de clientes parece, de nuevo, pesado. Pero en las tiendas y negocios cerrados, aquellos que ya no pudieron abrir después del confinamiento inicial de principios de año, se esconde la realidad económica de México: la recuperación está perdiendo tracción y el resto del año será un camino cuesta arriba.
La recuperación sigue siendo parcial y México no está cerca de regresar a los niveles de producción o ingreso vistos el año pasado o en 2018. El país ha tocado con una etapa en la que el crecimiento será lento y el camino difícil, coinciden los expertos. Además, México enfrenta varios riesgos, entre ellos, la pérdida permanente de actividad económica, como se ve en empresas y negocios que no tienen la capacidad financiera de reabrir. A ello se suma el temor a un potencial rebrote de la covid-19 que endurezca las medidas y camine hacia un escenario más próximo al confinamiento que a la reapertura. Otro factor a tener en cuenta es la elección presidencial en Estados Unidos. Es posible que esta impacte a México más que a ningún otro país del mundo, por los lazos comerciales, migratorios y políticos entre los dos países y los inversores están esperando el resultado para apostarle a México.
En septiembre, 621,000 personas se incorporaron a la población económicamente activa, según el Instituto de Estadística y Geografía (INEGI). De las 12 millones de personas que, al inicio de la pandemia del coronavirus, perdieron su fuente de ingreso, 8,4 lo han recuperado. La próxima semana, el INEGI tiene previsto informar del Producto Interno Bruto (PIB) del tercer trimestre del año, así como una medida de la actividad económica en agosto. Se espera que la cifras muestren un repunte, por lo menos si se compara con el trimestre anterior, que registró la caída más dura en su historia debido al periodo de confinamiento. En esos meses se reabrieron los sectores automotriz, construcción y minería y, en la mayoría de los Estados, los comercios, los cuales operan con aforos limitados y restricciones sanitarias.
En lo que va del año, inversores extranjeros han vendido 337,000 millones de pesos en bonos del Gobierno mexicano, sacando su dinero del país y como parte de un éxodo de fondos de países emergentes a partir de la pandemia. Los mercados se han refugiado en instrumentos menos riesgosos, como, por ejemplo, bonos del tesoro estadounidenses. A pesar de que México ofrece una tasa de interés alta, en comparación con otras economías emergentes y desarrolladas, en esta pandemia, el país ha perdido atractivo. Muchos bancos de inversión internacionales han emitido recomendaciones de compra de bonos mexicanos, asegura Roberto Iván García, administrador de fondos de Finamex, pero la la inversión de capitales extranjeros sigue en pausa. “Yo creo que están esperando el resultado de las elecciones en Estados Unidos para ver si entran al país o no”, opina García, “están esperando que se resuelva esa incertidumbre”.
A México siguen entrando importantes montos en dólares, sin embargo. El 10 de octubre, el presidente Andrés Manuel López Obrador apuntó a las remesas que envían los connacionales en EE UU a sus familias en México diciendo que “nos están sacando del hoyo”. Estas transferencias de dinero, aseguró el mandatario, son la principal fuente de ingresos del país y se espera que alcancen los 40,000 millones de dólares para el final del año.
Pérdida de negocios
Las pequeñas y medianas empresas (pymes) representan el 70% del empleo formal en México y la falta de estímulos gubernamentales llevó a muchas de estas a cerrar de manera permanente, explica Jesús Garza, profesor de la escuela de negocios del Tec de Monterrey, EGADE y director general de la firma financiera GAMMA. Es poco probable que los negocios que no tuvieron la capacidad financiera de reabrir durante el tercer trimestre del año lo hagan ahora, lo cual implica una destrucción de la producción y el ingreso del país.
“Esto refiere al corto plazo, pero tal vez más importante es la recuperación de mediano plazo y esta tiene que ver con la inversión fija bruta, que es el componente más importante porque realmente aumenta la capacidad productiva de un país”, dice Garza al teléfono desde Monterrey, “y, pues, de momento, la inversión fija bruta lleva cayendo ya 18 meses consecutivos porque la caída en la confianza viene desde antes de la pandemia. La pandemia exacerbó el problema”.
La Secretaría de Hacienda estima que la caída del PIB este año sea de 8% y el rebote en 2021 de 4,%, un pronóstico optimista, califica Garza. Para el 2021, el especialista espera que el país crezca por debajo del promedio histórico del 2%. “Si se destinan más recursos a la inversión, esto puede quedar abierto”, dice Garza. “O, si se le asignan recursos para proteger a las pymes, pues esto pudiera cambiar el panorama, pero en estos momentos yo veo una recuperación muy lenta”.
La calificadora de riesgo crediticio Fitch advirtió sobre esta desaceleración en un reporte publicado el 14 de octubre. “Los datos duros y los indicadores de encuestas más recientes sugieren que la recuperación se está estabilizando”, dice el reporte. “El sector de servicios enfrenta desafíos. Las ventas minoristas registraron solo un moderado 5,5% de aumento en julio, y la producción de servicios se redujo un 9% desde enero”. Los servicios de alojamiento y alimentación ha sido el sector más afectado, asegura Fitch, con una actividad 60% menor que en enero.
“El crecimiento del consumo se ha ralentizado desde junio, lo que refleja la incertidumbre sobre el coronavirus, una reapertura lenta de la economía y riesgos para la recuperación del mercado laboral”, agrega el informe. El pronóstico de la firma para la economía mexicana es una contracción del 10,8% en 2020 y un crecimiento del 4,4% el próximo año.
Posibles rebrotes
Un regreso al cierre de actividades comerciales llevaría al país de una pausa en la recuperación a un deterioro. El frío y la relajación en las medidas de distanciamiento en Europa llevó a algunos rebrotes de la covid-19 en algunas ciudades de Europa, por lo que se han vuelto a implementar restricciones y México no está exento de esta posibilidad. La Secretaría de Salud advirtió el 16 de octubre que Nuevo León, Chihuahua y Durango vieron repuntes importantes en los casos de covid-19 por lo que recomendó a los Estados “repensar las intervenciones de confinamiento”.
“Hemos visto cómo en otros países, están nuevamente cerrando actividades y en tan solo 15 días se desbordaron los contagios, tal es el caso de España, Francia, Alemania, Italia, no queremos que eso pase en la Ciudad”, dijo la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, en un vídeo en sus redes sociales el ese mismo día, “no es momento de grandes fiestas, es justamente en estas reuniones sociales donde nos descuidamos y se transmite el covid-19 con las consecuencias fatales que ya conocemos”.
JMRS
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