Miscelánea Humana

Todos deberíamos usar cubrebocas N95 en este momento

2021-02-01

Estamos muy agradecidos con el personal de la salud de primera línea que arriesga su vida...

Joseph G. Allen, The Washington Post

Estamos muy agradecidos con el personal de la salud de primera línea que arriesga su vida todos los días. En 2020, su riesgo relativo de muerte aumentó 20% con respecto a años anteriores en Estados Unidos.

También deberíamos estar agradecidos con la gente que trabaja en las panaderías, cocinando, cuyo riesgo de muerte aumentó más de 50%. Y con las trabajadoras del hogar y conductores de camiones, que vieron un aumento de 30% en el riesgo de muerte. Y con los trabajadores de la construcción y de la industria de envíos, que tuvieron más de 40% de aumento.

Esas cifras provienen de un nuevo informe en California que arroja luces sobre el impactante riesgo de contraer COVID-19 dependiendo de la profesión. También revela cuán necesario es incrementar las protecciones para los trabajadores esenciales. ¿La mejor manera de hacerlo? Mejores cubrebocas.

En la lucha por obtener información y herramientas durante los primeros días de la pandemia, era aceptable afirmar que cualquier cubrebocas de tela servía porque es cierto: cualquier cobertura facial es mejor que ninguna.

Pero desde entonces hemos aprendido mucho, y necesitamos ajustar nuestra estrategia. Un cubrebocas común de tela puede capturar la mitad de los aerosoles respiratorios que salen de nuestra boca cuando hablamos, cantamos o simplemente respiramos. Un cubrebocas de tela de tejido ajustado puede llegar a entre 60 y 70%, y una máscara quirúrgica azul puede llegar al 70 u 80%.

Pero ya no hay ninguna razón para que algún trabajador esencial —y en realidad, todas las personas en el país— no utilice cubrebocas que filtren 95%.

Los cubrebocas a los que me refiero, por supuesto, son los N95. Son económicos —antes de la pandemia costaban cerca de 50 centavos de dólar— y fáciles de fabricar. Sin embargo, Estados Unidos no ha invocado la Ley de Producción de Defensa para producir suficientes mascarillas para los trabajadores de la salud y otros trabajadores esenciales. Eso tiene que cambiar, como ya han escrito mis colegas de la Escuela de Medicina de Harvard.

Para ver el verdadero poder de los cubrebocas como una herramienta de salud pública, tenemos que examinarlos en un contexto en el que todos los utilicen, donde el poder de cada cubrebocas se duplica. Esto se debe a que las partículas tienen que atravesar el material dos veces: una tras ser emitidas y luego otra vez antes de que alguien las inhale. Tomemos el ejemplo de dos cubrebocas con una eficiencia de 70%, los cuales, combinados, reducen 91% de las partículas. No está mal. Pero dos N95 dan como resultado una reducción de exposición mayor a 99%.

Pensemos en eso un momento. Podríamos reducir la exposición en 99% con un cubrebocas que debería costar un dólar (los precios son más altos ahora debido al error de no haber producido la cantidad suficiente). Si a eso le agregamos una mejor ventilación y cierta distancia entre las personas, tendremos como resultado protecciones de nivel hospitalario.

As new variants of covid-19 spread within the United States, health professionals have suggested that Americans wear two masks or upgrade to an N95. (The Washington Post)

La efectividad de un cubrebocas no solo se trata de su capacidad de filtración; también debe quedar a la medida del usuario. Un cubrebocas con un buen conjunto de filtros no servirá de mucho si tu respiración puede escaparse por los lados o la parte superior. El cubrebocas debe pasar por encima del puente de la nariz, rodear la barbilla y estar al ras de las mejillas.

Hay que deben familiarizarse con maneras para probar el ajuste de un cubrebocas. Cada vez que te coloques una mascarilla, haz una “verificación de sellado del usuario”. Coloca tus manos sobre el cubrebocas para bloquear el aire que la atraviesa y exhala suavemente. No debes sentir aire saliendo de los lados o hacia tus ojos. Luego, prueba si permanece en su lugar moviendo tu cabeza de lado a lado y girándola. Lee un texto breve, como el “Pasaje del arcoíris”, que se utiliza regularmente para las pruebas de ajuste del respirador, y chequea si el cubrebocas se desliza mucho cuando hablas.

Además de los conceptos básicos de filtración y ajuste, los consumidores deberán transitar un mercado confuso. ¿Está bien utilizar una máscara KN95? ¿Qué tal KF94? ¿Importa el país de origen? ¿Qué tal las imitaciones? Un programa federal formal podría ayudar ofreciendo lineamientos claros sobre máscaras de alta calidad.

Hasta que eso suceda, les presento mi propuesta: si puedes encontrar un N95, utilízalo. Están certificados en Estados Unidos. De no ser así, optaría por el cubrebocas que se usa en Corea del Sur, el KF94. A continuación, elegiría los KN95, pero aquí hay un problema: el gobierno estadounidense informó que los KN95 provenientes de China podrían no cumplir con los estándares a menos de que el fabricante posea un “Certificado NIOSH (sigla en inglés de Instituto Nacional para la Seguridad y Salud Ocupacional)”.

Si no puedes conseguir alguno de estos cubrebocas, o si no estás seguro de que cumplan con los estándares, hay algo que puedes hacer ahora mismo y con confianza: ponerte dos cubrebocas, uno quirúrgico y otro de tela. El quirúrgico te proporciona una buena filtración certificada, mientras que el de tela que va encima ayudará a mejorar el ajuste. Investigaciones muestran que esto puede lograr una filtración superior a 90%.

Mucha gente se pregunta si necesitan utilizar un N95 durante sus entrenamientos matutinos o mientras están sentados en un banco del parque. La respuesta a ambas es no. Elige los cubrebocas según el nivel de riesgo de la actividad. Si vas a salir a trotar con nadie alrededor o a dar un paseo al aire libre con un amigo, un cubrebocas sencillo de tela de dos o tres capas estará bien. Pero si vas a un sitio cerrado, utiliza un cubreboca de alta calidad o dos cubrebocas. Si eres un trabajador esencial, es fundamental que utilices un cubrebocas de alta calidad.

No soy el único que está pidiendo que se utilicen mejores cubrebocas, y ciertamente no soy el primero. Pero sí me estoy uniendo al coro que los solicita. Esta podría ser la clave para frenar la pandemia y limitar la propagación de las nuevas variantes mucho más transmisibles hasta que todos nos vacunemos.



JMRS
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