Internacional - Política

Los líderes republicanos de Estados Unidos quieren una muestra de unidad, ¿lo permitirá Trump?

2021-02-25

"Mitch es un político adusto, hosco y sin sonrisa, y si los senadores republicanos van...

Por David Morgan

WASHINGTON, 25 feb (Reuters) - Los próximos días darán a los republicanos la oportunidad de mantenerse unidos o pelearse entre ellos, cuando la Cámara de Representantes vote el viernes un paquete de medidas de ayuda por el coronavirus de 1,9 billones de dólares y, de nuevo, cuando Donald Trump retome el protagonismo mundial en un discurso ante los miembros más conservadores del partido.

Los líderes republicanos en el Senado y la Cámara de Representantes -Mitch McConnell y Kevin McCarthy- se han centrado en agrupar a sus bancadas contra el enorme proyecto de ley del presidente demócrata Joe Biden y en alejarse de las hostilidades internas por los disturbios del 6 de enero en el Capitolio y el juicio político al expresidente Trump.

Pero esos esfuerzos podrían resultar difíciles de mantener cuando Trump hable ante el Comité de Acción Política Conservadora el domingo y probablemente se inmiscuya en los esfuerzos del partido por recuperar la mayoría en el Congreso en 2022.

El potencial de distracción se puso de manifiesto en una rueda de prensa el miércoles, en la que los líderes republicanos de la Cámara de Representantes trataron de arremeter contra el proyecto de ley demócrata de ayuda por el coronavirus.

Los reporteros aprovecharon la oportunidad para preguntar si pensaban que Trump debería asumir el protagonismo apenas dos meses después de que sus partidarios lanzaron un ataque mortal en el Capitolio para insistir en la falsa afirmación de que su derrota electoral fue el resultado de un fraude generalizado.

"Sí, debería", respondió McCarthy. Pero la representante Liz Cheney, la más veterana de los 10 republicanos de la Cámara de Representantes y que votó a favor de la destitución de Trump por un cargo de incitación a la insurrección, se apresuró a contradecir esa opinión.

"No creo que él deba desempeñar un papel en el futuro del partido o del país", dijo Cheney, que sobrevivió a un esfuerzo de los leales a Trump para destituirla como presidenta de la conferencia por respaldar el juicio político.

La lucha entre los sectores proTrump y antiTrump del Partido Republicano es desigual.

Trump ya ha arremetido contra su crítico republicano más veterano, McConnell, que lo calificó de "responsable en la práctica y moralmente" del ataque del 6 de enero en el que murieron cinco personas, entre ellas un policía.

"Mitch es un político adusto, hosco y sin sonrisa, y si los senadores republicanos van a seguir con él, no volverán a ganar", le espetó Trump la semana pasada.

McConnell ha tratado desde entonces de obviar las discusiones sobre Trump, diciendo a los periodistas: "En lo que hay que centrarse es en lo unidos que estamos hoy en la oposición a lo que el gobierno de Biden está tratando de hacer".

Lo que está menos claro es si Trump quiere pasar la página. Muchos de los 10 republicanos de la Cámara de Representantes que respaldaron su destitución el 13 de enero se enfrentan a posibles desafíos en las elecciones primarias de 2022, cuando estará en juego el control de ambas cámaras del Congreso.

COMODÍN DE MITAD DE MANDATO

Trump ha expresado su deseo de hacer pagar a los legisladores que se le opusieron apoyando a sus contrincantes en las primarias, según un asesor del expresidente. Eso podría convertirle en un comodín tanto en las elecciones de 2022 como en el periodo previo a las presidenciales de 2024.

Trump ha dicho que consideraría presentarse de nuevo, y esa opción complica los planes de otros posibles aspirantes presidenciales republicanos, como el exsecretario de Estado Mike Pompeo y el exvicepresidente Mike Pence.

El senador Rick Scott, que preside el brazo de la campaña republicana en el Senado, conocido como Comité Senatorial Nacional Republicano, dijo que confiaba en que Trump jugaría en equipo.

"Le dije que quiero ganar en el 2022 y le dije que voy a ser muy específico sobre dónde creo que podría ser útil, y él tiene que tomar la decisión de si quiere hacerlo o no", dijo Scott, pero Trump ha mostrado muchas veces su disposición a desoir los consejos.

El Comité Nacional Republicano estima que más de 25 millones de votantes se han acercado al partido desde que Trump ganó la presidencia en 2016.

Los partidarios de Trump señalan que obtuvo 74 millones de votos, más que cualquier otro candidato republicano en la historia, una cifra que se vio empequeñecida por los 81 millones de personas que votaron por Biden en las elecciones de noviembre, lo que marcó un récord.

El número de votos de Trump puede dificultar que el partido le dé la espalda, aunque quiera.



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