Derechos Humanos
CPI escucha caso de atrocidades cometidas en Darfur
Por MIKE CORDER
LA HAYA, Holanda (AP) — Un presunto líder de una notoria milicia señalada por cometer atrocidades en el conflicto de Darfur supervisó la ejecución sumaria de unos 100 hombres y niños capturados en 2004, afirmó el lunes un fiscal en una audiencia ante la Corte Penal Internacional.
Pubudu Sachithanandan presentó las primeras evidencias ante la corte contra un sospechoso acusado de participar en delitos cometidos por la milicia Janjaweed en Darfur en 2003 y 2004.
Momentos antes, la principal fiscal del tribunal, Fatou Bensouda, dijo que se sentía privilegiada de estar en la sala “cuando finalmente uno de los sospechosos en la situación de Darfur está ante esta corte para enfrentarse a una justicia independiente e imparcial”.
Bensouda, cuyo periodo de nueve años en el cargo termina el próximo mes, elogió “la valentía, paciencia y resiliencia de las víctimas de Darfur que han esperado tanto tiempo para que llegue este día”.
Ali Mohammed Ali Abdul Rahman Ali, conocido como Ali Kushayb, está acusado de 31 cargos por crímenes contra la humanidad y de guerra que datan del conflicto de Darfur en 2003 y 2004, incluidos homicidio, violación, tortura y persecución.
Kushayb no ha presentado su alegato, pero durante una audiencia del año pasado dijo a los jueces que las acusaciones eran “inciertas”. Su abogado, Cyril Laucci, disputa la jurisdicción de la corte en el caso.
Bensouda le dijo a los jueces que Abdul Rahman “era un conocido, dispuesto y enérgico perpetrador de estos crímenes. Tuvo un papel importante dirigiendo los ataques, cometiendo asesinatos y ordenando otros asesinatos”.
Agregó que las fuerzas de Janjaweed usaron la violación como un arma para aterrorizar y humillar a mujeres. Contó la historia de una mujer capturada y violada a punto de cuchillo por un combatiente Janjaweed. Bensouda dijo a los jueces que la víctima, quien también es testigo en el caso, comentó: “Grité y otro Janjaweed llegó con una espada, la puso en mi boca y dijo que me cortaría si gritaba”.
Describiendo los testimonios sobre el abuso y ejecución de aproximadamente 100 hombres y niños que fueron reunidos y encarcelados en una estación policial en el pueblo de Mukar a principios de 2004, Sachithanandan indicó que Abdul Rahman tuvo un rol clave.
El golpeó a los detenidos con un hacha, habló con funcionarios públicos sobre qué hacer con los detenidos, entre quienes había líderes comunitarios del grupo tribal fur, y finalmente ordenó ejecutarlos.
aranza
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