Internacional - Seguridad y Justicia

Tropas rusas toman el control de la planta nuclear; el incendio fue apagado

2022-03-04

Los combates y el incendio habían suscitado la alarma mundial por la posibilidad de que...

Por Marc Santora y William J. Broad | The New York Times

LEÓPOLIS, Ucrania — Las tropas rusas tomaron el control de la mayor central nuclear de Europa antes del amanecer del viernes en el sureste de Ucrania, según funcionarios ucranianos, pero el incendio provocado por un intenso tiroteo había sido extinguido. Los combates y el incendio habían suscitado la alarma mundial por la posibilidad de que pudieran alcanzar y dañar los reactores nucleares y provocar una fuga de radiación.

Los supervisores internacionales dijeron a primera hora del viernes que no había señales inmediatas de que se hubiera producido una fuga de radiación en la central de Zaporiyia. La agencia ucraniana de servicios de emergencia dijo que el incendio había sido contenido en una instalación de entrenamiento en el perímetro del complejo.

Los observadores internacionales y los funcionarios ucranianos dijeron que a las 6 a.m. la instalación todavía podía funcionar con seguridad.

Hubo daños en “la estructura del compartimento del reactor” en uno de los seis reactores, que según la Oficina de Inspección Estatal de Regulación Nuclear de Ucrania “no afectaron a la seguridad del generador”. Esa información se produjo después de que se apagara el incendio, pero antes de que quedara claro que los rusos tenían el control de la instalación.

Sin embargo, quedaban muchos peligros: desde que los trabajadores pudieran realizar sus tareas críticas mientras la planta estuviera ocupada hasta la posibilidad de que se produjeran daños no declarados en uno de los reactores.

La empresa que supervisa el complejo, Energoatom, advirtió que cualquier declaración de los trabajadores desde el momento de la ocupación podría ser realizada bajo coacción. La empresa también advirtió de que no hay que confiar en las declaraciones de los funcionarios locales.

“Hay una alta probabilidad de que el discurso reciente del alcalde de Enerhodar haya sido grabado bajo el cañón de una ametralladora”, dijo la empresa, refiriéndose a un video que el alcalde había publicado poco después de que los rusos tomaran el control y en el que decía al público que no los provocara.

Solo unas horas antes, el alcalde, Dmitry Orlov, había hecho una petición urgente de ayuda y había descrito unos combates tan intensos que los trabajadores de emergencia no habían podido trasladar a los heridos del complejo nuclear a un hospital.

La posibilidad de una catástrofe había hecho saltar las alarmas entre los líderes mundiales. Mientras el fuego ardía, el presidente estadounidense Joe Biden y el primer ministro británico Boris Johnson hablaron con el presidente ucraniano Volodímir Zelenski, y todos pidieron que se detuviera urgentemente el avance ruso sobre el complejo. Johnson dijo que solicitaría una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

El ministerio de Defensa ruso culpó a saboteadores ucranianos de amenazar la planta, diciendo que las fuerzas rusas habían tomado el control de la instalación para frustrar una “monstruosa provocación” del gobierno ucraniano.

El complejo nuclear de Zaporiyia se encuentra en el río Dniéper, a unos 160 kilómetros al norte de Crimea. Según el Organismo Internacional de Energía Atómica, sus seis reactores producen un total de 6000 megavatios de energía eléctrica.

En comparación, la central de Chernóbil, en el norte de Ucrania, producía 3800 megavatios. (Un megavatio, un millón de vatios, es energía suficiente para encender 10,000 bombillas de cien vatios). Los cuatro reactores del complejo de Chernóbil se cerraron después de que uno de ellos sufriera un incendio y una fusión catastróficos en 1986.

Además de la amenaza que representan los combates para los reactores de Zaporiyia y sus núcleos llenos de combustible altamente radiactivo, el emplazamiento tiene muchas hectáreas de piscinas abiertas de agua donde durante años se han enfriado las barras de combustible gastado. Los expertos temen que los proyectiles o misiles errantes que impacten en esos lugares puedan desencadenar desastres radiológicos.

Durante días, informes en las redes sociales han detallado cómo los residentes de Enerhodar establecieron una gigantesca barrera de neumáticos, vehículos y barricadas de metal para tratar de bloquear un avance ruso en la ciudad y el sitio del reactor. Christoph Koettl, investigador visual de The New York Times, señaló en Twitter que las barricadas eran tan grandes que podían ser vistas desde el espacio por los satélites en órbita.



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